Secretos y Revelaciones
NikolayLa vida en la casa había tomado un ritmo casi familiar, a pesar del constante zumbido de la guerra que se avecinaba. Cada día con Anastasia era una pequeña victoria, un recordatorio de lo que estábamos tratando de proteger. Sin embargo, detrás de la fachada de normalidad, había una tormenta de secretos y tensiones que me pesaban cada vez más.
Los preparativos para la guerra habían alcanzado un punto crítico. Las reuniones con mis aliados, los informes de inteligencia y las estrategias de defensa estaban consumiendo la mayor parte de mi tiempo. La presión de manejar la situación se hacía sentir, y aunque trataba de mantener a Olivia al margen para protegerla, el peso de los secretos que mantenía me estaba afectando profundamente.
Uno de los secretos más grandes era la información sobre un nuevo enemigo que se había revelado en las sombras. Había recibido informes confidenciales sobre un grupo rival con una influencia creciente, un enemigo cuya existencia había sido hasta ahora una incógnita. Esta facción no solo tenía los recursos necesarios para desestabilizar nuestras operaciones, sino que también parecía tener conexiones con viejos aliados que se habían vuelto en nuestra contra.
Cada vez que recibía noticias sobre este nuevo enemigo, me sentía más atrapado entre el deber y la preocupación. Aunque la situación requería una acción inmediata, no podía permitir que Olivia se viera arrastrada al peligro. Ella y Anastasia debían permanecer a salvo, lejos de las intrigas y conflictos que se estaban gestando.
Una noche, mientras revisaba documentos en mi despacho, me sentí impulsado a contarle a Olivia la verdad. Había estado manteniendo todo en secreto, no solo para protegerla, sino porque temía que el peso de la situación pudiera ser demasiado para ella. Sin embargo, la creciente distancia entre nosotros me hacía cuestionar si había tomado la decisión correcta al mantenerla en la oscuridad.
Olivia estaba en la sala de estar, jugando con Anastasia en el suelo. Su risa y la de nuestra hija llenaban la habitación, y me sentí culpable por la distancia emocional que había comenzado a crecer entre nosotros. Me acerqué a ella con una sensación de urgencia, sabiendo que tenía que encontrar un equilibrio entre protegerla y mantenerla informada.
—Olivia —comencé, mi voz temblando ligeramente—, hay algo que necesito decirte. He estado manteniéndote en la oscuridad por una razón, pero creo que es hora de que sepas la verdad.
Ella levantó la vista, su expresión de sorpresa y preocupación palpable. —¿Qué pasa, Nikolay? ¿Qué es lo que no me has contado?
Tomé una respiración profunda, sabiendo que las palabras que estaba a punto de decir cambiarían nuestra perspectiva sobre la situación. —Recibimos información sobre un nuevo grupo rival, uno que se ha vuelto más poderoso y que podría amenazar nuestra posición. Este grupo tiene conexiones con antiguos aliados que ahora están en su contra.
Los ojos de Olivia se agrandaron con preocupación, y pude ver el dolor y la confusión en su rostro. —¿Por qué no me lo dijiste antes? ¿Por qué has estado manteniéndome alejada de esto?
—Quería protegerte —respondí, tratando de explicar mi perspectiva—. La situación es extremadamente volátil y no quería que te cargaras con el peso de esta información. Además, no quería que pusieras en riesgo a Anastasia. Mi prioridad ha sido asegurar su seguridad y la tuya.
Olivia se levantó, con la tensión evidente en su postura. —No puedo creer que hayas estado guardándome secretos. Estoy aquí para ti, para nuestra familia, y merezco saber lo que está ocurriendo. La guerra no es solo tu problema; es algo que nos afecta a todos.
Me sentí abrumado por su reacción, pero también comprendí su frustración. La distancia que había mantenido entre nosotros ahora estaba creando una barrera que necesitábamos derribar. Sabía que tenía que ser honesto, no solo para mantener la confianza entre nosotros, sino para enfrentar juntos los desafíos que se avecinaban.
—Tienes razón —admití—. No debí haberte mantenido al margen. La verdad es que estamos enfrentando una amenaza más grande de lo que pensábamos, y necesito que estemos unidos en esto. La información que tengo es crucial para nuestras estrategias, y tu comprensión es vital para nuestro éxito.
Olivia me miró con una mezcla de determinación y tristeza. —Haremos lo que sea necesario, pero necesitamos ser un equipo. No puedo quedarme al margen mientras tú enfrentas todo esto solo. La guerra nos involucra a todos, y debemos estar juntos para enfrentarla.
Sus palabras resonaron en mí, y me di cuenta de cuánto había fallado al tratar de protegerla a través de la separación. La fortaleza de nuestra relación y nuestra capacidad para enfrentar los desafíos dependían de nuestra unidad y confianza mutua.
Esa noche, me sentí renovado por la conversación. Aunque el camino que teníamos por delante era incierto y lleno de desafíos, sabía que enfrentarlo juntos nos daría la mejor oportunidad de superar lo que se avecinaba. Los secretos que había mantenido en la oscuridad ahora eran parte de nuestra realidad compartida, y el trabajo que nos esperaba era una prueba de nuestra fuerza y determinación como familia.
Con la resolución de enfrentar los problemas juntos, me dirigí de nuevo a mi despacho para prepararme para la próxima fase de nuestra lucha. Aunque la amenaza del nuevo enemigo seguía siendo un desafío formidable, la comprensión y el apoyo de Olivia me daban la confianza necesaria para seguir adelante con la certeza de que, juntos, podríamos enfrentar cualquier obstáculo que se interpusiera en nuestro camino.
————————————————————————
HOLA HOLA!
Tengo listos los últimos capítulos!! Que emoción! Ahora les subiré dos más! Ojalá les guste! Mil gracias por el apoyo! Los amo demasiado! Síganme en mis redes sociales!
Ig:mafia.princesa_
TikTok: mafia_princesa

ESTÁS LEYENDO
Reina de Acero
RomanceEn el despiadado mundo de la mafia, donde el poder y la traición se entrelazan en una danza peligrosa, Reina de Acero narra la apasionante historia de Olivia, la princesa de la mafia italiana, y su matrimonio arreglado con Nikolay Smirnov, el jefe d...