Capitulo 48

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La Calma Antes de la Tormenta
Narrador omnisciente

sol comenzaba a ocultarse en el horizonte, pintando el cielo con tonos anaranjados y morados. La noche caía lentamente sobre la ciudad, y con ella, la sensación de que algo importante estaba a punto de suceder. Nikolay Smirnov se encontraba en su oficina, revisando los últimos detalles de la estrategia para enfrentar a Thomas Livingston. La amenaza de la mafia recién nacida seguía siendo una sombra constante, pero Nikolay estaba decidido a tomar el control antes de que el peligro se desbordara.

Los informes y las reuniones habían sido interminables. La planificación para el próximo enfrentamiento era meticulosa, y cada movimiento debía ser calculado con precisión. Nikolay había confiado en sus asesores y en su equipo de seguridad para que todo estuviera en su lugar, pero el peso de la responsabilidad aún recaía sobre sus hombros. La seguridad de su familia, y en particular de Olivia y Anastasia, era su prioridad máxima.

Olivia había sido una roca durante toda la crisis, pero el estrés y la tensión se habían hecho notar. Aunque ella intentaba mantener una apariencia de normalidad para el bien de su hija, Nikolay sabía que estaba afectada por la constante amenaza que enfrentaban. El último ataque de Livingston había dejado claro que el rival estaba dispuesto a todo para obtener lo que quería, y Nikolay no podía permitir que eso sucediera.

—Todo está listo para la operación de esta noche —dijo uno de los asistentes de Nikolay, interrumpiendo sus pensamientos.

Nikolay asintió, su mirada fija en el mapa extendido sobre su escritorio. —Excelente. Mantén el contacto con el equipo y asegúrate de que todos estén en sus posiciones. No podemos permitirnos errores.

La operación era un riesgo calculado, pero era la única manera de hacer frente a la amenaza que Livingston representaba. Nikolay había decidido que era el momento de tomar la ofensiva y mostrarle al rival que no iba a tolerar más provocaciones. El plan era desmantelar una de las principales bases de operaciones de Livingston y enviar un mensaje claro sobre la fuerza y la determinación de la mafia rusa.

Mientras el equipo se preparaba para la acción, Nikolay se dirigió a casa para pasar unos momentos con Olivia y Anastasia antes de que comenzara la operación. La idea de dejar a su familia en casa, bajo la protección de su equipo, era un consuelo en medio de la tensión. Quería asegurarse de que Olivia estuviera al tanto de la situación, aunque no podía evitar que se sintiera inquieta.

En casa, el ambiente estaba tenso pero contenía un destello de normalidad. Olivia estaba en la sala, jugando con Anastasia. La pequeña reía y hacía sus primeros intentos de caminar con la ayuda de su madre. Nikolay entró en la sala y la escena de ternura contrastaba con la gravedad de la situación.

—Olivia, quiero que sepas que todo está en marcha para esta noche. Tenemos un plan sólido y nuestros hombres están listos —dijo Nikolay, acercándose a ella.

Olivia levantó la vista, preocupada. —Nikolay, ¿estás seguro de que esto es necesario? ¿No podríamos simplemente encontrar una manera de llegar a un acuerdo con Livingston?

Nikolay negó con la cabeza. —Livingston no está dispuesto a negociar. Su ambición lo ciega, y no podemos permitirnos mostrar debilidad. Esta es nuestra oportunidad de mostrarle que estamos en control.

Olivia asintió, aunque su preocupación era evidente. —Solo quiero que te mantengas a salvo. No puedo soportar la idea de perderte.

Nikolay se acercó a ella, tomando su mano con suavidad. —Haré todo lo posible para regresar a casa sano y salvo. Te prometo que esto terminará pronto.

Después de un breve pero significativo abrazo, Nikolay se despidió de Olivia y Anastasia. La operación estaba a punto de comenzar, y él sabía que debía concentrarse en el éxito de la misión para asegurar el futuro de su familia.

La noche cayó y el equipo de Nikolay se movió con precisión hacia su objetivo. La operación se llevó a cabo con la meticulosidad que caracterizaba a la mafia rusa. Los ataques fueron rápidos y efectivos, y la base de Livingston fue desmantelada con una eficiencia implacable. El impacto fue significativo, y el mensaje a Livingston fue claro: la mafia rusa no se dejaría intimidar.

Mientras Nikolay supervisaba la operación, la tensión en el aire era palpable. Sabía que el éxito en esta misión no solo significaba una victoria táctica, sino también una afirmación de su poder y su capacidad para proteger a su familia. La sensación de controlar la situación era agridulce, ya que el costo de la guerra había sido alto y las repercusiones eran inciertas.

Al finalizar la operación, Nikolay regresó a casa, exhausto pero satisfecho con el resultado. La seguridad de Olivia y Anastasia seguía siendo su principal preocupación, y la amenaza de Livingston, aunque contenida por ahora, no había desaparecido por completo.

Cuando llegó a casa, encontró a Olivia esperando ansiosamente. Sus ojos reflejaban la preocupación y el alivio al ver a Nikolay regresar. La escena de la noche y el peligro que se había enfrentado habían creado una brecha entre ellos, pero el deseo de proteger a su familia y mantenerlos a salvo seguía siendo la fuerza que los unía.

—¿Todo salió bien? —preguntó Olivia, su voz temblando ligeramente.

Nikolay asintió. —Sí, hemos logrado lo que nos propusimos. Pero no podemos bajar la guardia. Livingston puede tener más planes y no sabemos qué más podría intentar.

Olivia lo abrazó, sus lágrimas mezclándose con el alivio de ver a su esposo de regreso. —Gracias a Dios estás aquí. Solo quiero que todo esto termine para que podamos vivir en paz.

Nikolay la abrazó con fuerza, sintiendo la importancia de su familia y el peso de la responsabilidad que llevaba sobre sus hombros. La noche había sido un paso importante en la lucha contra la amenaza de Livingston, pero la guerra no había terminado.

A medida que la paz relativa volvía a su vida, Nikolay sabía que debía prepararse para cualquier eventualidad. La tranquilidad momentánea era solo un interludio en la guerra continua, pero el compromiso de proteger a su familia y mantener el control seguía siendo su principal motivación. La vida seguía, y con ella, la determinación de enfrentar lo que viniera con la misma intensidad y coraje que había demostrado en el campo de batalla.

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Penúltimo capítulo!
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