Capitulo 33

47 5 0
                                    

La Revelación de Género
Olivia

El sol de la mañana se filtraba a través de las cortinas del dormitorio, bañando la habitación con una luz dorada y cálida. A medida que avanzábamos en el embarazo, me encontraba en un estado de mezcla de emoción y nerviosismo. El hecho de que ya estuviéramos a cinco meses me parecía increíble, y había algo especial en este momento: la revelación del género de nuestro bebé. Nikolay y yo habíamos decidido organizar una pequeña reunión para compartir este momento con nuestros amigos más cercanos y familiares.

Esa mañana, mientras me preparaba, el reflejo en el espejo me mostró un cuerpo que había cambiado de muchas maneras. Aunque aún no estaba completamente acostumbrada a la imagen de mi barriga más prominente y los cambios en mi figura, sentía una conexión cada vez más profunda con el pequeño ser que crecía dentro de mí.

Me había pasado la mañana preparándome y eligiendo un vestido azul claro que acentuaba mi barriga de manera elegante. Al estar lista, me senté en la sala de estar y observé cómo Nikolay organizaba los últimos detalles para la reunión. Había algo en la forma en que él se movía con determinación y cuidado que me daba seguridad, y su entusiasmo por el evento era evidente.

—¿Todo listo? —le pregunté, acercándome para ayudar con los últimos preparativos.

Él se volvió y me sonrió, una expresión de amor y orgullo en su rostro. —Sí, todo está listo. Estoy ansioso por compartir este momento contigo.

Los invitados comenzaron a llegar, y el ambiente se llenó de alegría y conversación. Habíamos preparado una pequeña fiesta con bocadillos, pastel y bebidas, y la sala estaba decorada con globos y banderines en tonos neutros, esperando el gran momento. La idea era mantener la sorpresa hasta el final, y la expectación en el aire era palpable.

Finalmente, el momento de la revelación llegó. Nikolay y yo estábamos de pie frente a nuestros amigos y familiares, con el pastel frente a nosotros, decorado con una hermosa capa de fondant en tonos azul y rosa. La idea era que al cortar el pastel, reveláramos el color del interior, que indicaría el género del bebé.

Tomando un cuchillo decorativo, Nikolay y yo nos miramos, nuestras manos unidas mientras nos preparábamos para cortar el pastel. Sentía una mezcla de emoción y nervios, pero al mismo tiempo, una profunda tranquilidad al estar rodeada de las personas que amábamos.

—Listos para descubrir el género del bebé? —preguntó Nikolay, su voz llena de anticipación.

La sala estalló en murmullos emocionados, y nos miramos el uno al otro con una sonrisa nerviosa. Luego, en un gesto sincronizado, cortamos el pastel y revelamos el interior. Cuando la primera porción fue retirada, los colores que se mostraron eran un suave tono rosa.

La sala estalló en vítores y aplausos, y el rostro de Nikolay se iluminó con una sonrisa de alegría. Miré a mi alrededor, viendo la reacción de nuestros amigos y familiares, y me sentí abrumada por una ola de emoción. Era un momento que habíamos esperado con ansias y, aunque había tenido mis dudas y temores, ver la felicidad en los rostros de las personas que amamos hizo que todo valiera la pena.

Nikolay me rodeó con un brazo, y me susurró al oído con una voz llena de emoción. —Vamos a tener una niña.

Mis ojos se llenaron de lágrimas de felicidad, y me giré para abrazarlo, sintiendo el calor de su cuerpo y la emoción compartida en este momento especial. La idea de tener una hija me llenó de una mezcla de alegría y responsabilidad, y la posibilidad de crear una vida con amor y cuidado para nuestra pequeña me hizo sentir una profunda gratitud.

—No puedo creer que vamos a tener una hija —dije, mi voz temblando de emoción mientras me aferraba a él.

—Yo tampoco —respondió Nikolay, sus ojos brillando con una mezcla de orgullo y amor. —Estoy emocionado y agradecido. Vamos a darle todo lo que necesite para ser feliz y segura.

Los invitados se acercaron para felicitarnos y compartir en la alegría de la revelación. La sala estaba llena de risas, abrazos y buenos deseos. Me sentía rodeada de amor y apoyo, y aunque los desafíos del embarazo habían sido significativos, el hecho de compartir este momento con las personas más cercanas a nosotros hacía que todo valiera la pena.

Mientras la fiesta continuaba, me encontré conversando con amigos y familiares, compartiendo historias y escuchando palabras de aliento. La idea de ser madre comenzaba a tomar forma de una manera más concreta y real, y la perspectiva de nuestra hija llenaba mi corazón con un sentimiento de propósito y esperanza.

A medida que el día llegaba a su fin y los invitados se iban despidiendo, Nikolay y yo nos quedamos en el jardín, mirando las estrellas que comenzaban a brillar en el cielo nocturno. La tranquilidad de la noche contrastaba con la emoción del día, y sentí una profunda sensación de paz.

—Ha sido un día increíble —dije, recostándome en el jardín mientras él se sentaba a mi lado.

—Sí, lo ha sido —respondió él, tomándome de la mano. —Estamos en el camino hacia algo maravilloso, y me siento tan afortunado de compartirlo contigo.

Nos quedamos en silencio, disfrutando de la paz de la noche y de la alegría que había traído el día. La revelación del género del bebé era solo el comienzo de una nueva etapa en nuestras vidas, y aunque aún había mucho por hacer y muchas incertidumbres por resolver, sentía que estábamos listos para enfrentar lo que viniera, juntos.

Con cada día que pasaba, el embarazo y la llegada de nuestra hija se volvían más reales, y la conexión que compartíamos se fortalecía aún más. El futuro era incierto, pero el amor y la determinación que teníamos el uno por el otro nos daba la confianza necesaria para enfrentar cualquier desafío que se nos presentara. Con el apoyo de Nikolay y el amor que sentía por nuestro bebé, estaba lista para abrazar esta nueva aventura con esperanza y entusiasmo.

_______________________________
Hola hola!
Denle apoyo y síganme en mis redes sociales!
Ig: mafia.princesa_
TikTok: mafia_princesa

Reina de AceroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora