Capitulo 19

187 15 0
                                        

Pérdida en el fuego
Olivia

El aire estaba cargado de electricidad, como si la atmósfera misma hubiera cambiado con solo ese beso. Me sentía atrapada en un torbellino de emociones que no sabía cómo manejar, pero a la vez, no quería salir de él. Nikolay estaba tan cerca que podía sentir su calor, su cuerpo contra el mío, su respiración aún agitada, al igual que la mía. Mi piel aún ardía bajo el toque de sus manos, como si me hubieran marcado de alguna manera que no podía borrar.

Lo había deseado, aunque no quería admitirlo ni siquiera a mí misma. Este fuego que ardía entre nosotros, esta tensión que había estado presente desde el primer día, ya no podía ignorarse. Y ahora que había cruzado esa línea, no sabía cómo retroceder.

Mis labios aún hormigueaban por la intensidad del beso que acabábamos de compartir, y mi corazón latía con fuerza en mi pecho, desbocado. Intenté ordenar mis pensamientos, pero era como intentar atrapar humo entre los dedos. Lo único claro en mi mente era él. Nikolay. Y lo que su presencia me hacía sentir.

Él estaba tan cerca que me resultaba imposible pensar con claridad. Su mano aún descansaba en mi cintura, fuerte, posesiva, como si nunca quisiera soltarme. Su mirada seguía fija en la mía, oscura, profunda, y por un momento, sentí que podía perderme completamente en esos ojos, y lo peor es que no me importaba.

Nunca había sentido algo así. No de esta manera. Había compartido mi vida con hombres poderosos, arrogantes y peligrosos, pero Nikolay era diferente. Había algo en él que despertaba algo en mí que no podía controlar. Y eso me aterraba.

Pero a la vez, me atraía. Como una polilla hacia la llama.

—Esto es una locura —susurré, más para mí que para él, tratando de encontrar algo de razón en medio de este caos.

Nikolay esbozó una sonrisa, una que hizo que mi estómago se revolviera, una sonrisa peligrosa y arrogante, la misma que me había irritado desde el primer día, pero que ahora me hacía querer acercarme más a él.

—Lo es —admitió, su voz grave, sus labios tan cerca de los míos que podía sentir el calor que emanaba de su aliento—. Pero eso no significa que no lo quieras.

Me tensé. ¿Cómo podía conocerme tan bien? ¿Cómo podía leerme con tanta facilidad cuando yo misma apenas entendía lo que estaba sintiendo? Pero sabía que tenía razón. Quería esto. Lo quería a él. Y por mucho que intentara negarlo, la verdad era innegable.

Mis manos, antes inmóviles, se deslizaron lentamente por su pecho, sintiendo el músculo bajo la tela de su camisa. Era un hombre hecho de acero, tanto por dentro como por fuera. Había una fuerza en él que siempre me había desafiado, pero ahora, esa misma fuerza era lo que me atraía, lo que me hacía desear más.

—No deberíamos hacer esto —susurré, aunque mi cuerpo ya se movía hacia él, como si estuviera actuando por su cuenta.

—No. No deberíamos —repitió, pero sus manos no se movieron de mi cintura. Al contrario, me acercó aún más, hasta que no quedó espacio entre nosotros, hasta que podía sentir cada latido de su corazón, cada respiración que tomaba.

El fuego entre nosotros ardía con una intensidad que no había sentido jamás. Me perdí en ese momento, en esa sensación de calor y deseo que no podía contener. Todo en mí gritaba que esto era un error, que me estaba jugando el todo por el todo, pero no podía detenerme.

Mis labios volvieron a encontrar los suyos, pero esta vez, no había dudas. Lo besé con una necesidad que me sorprendió a mí misma, con una intensidad que solo había sentido en mis sueños más oscuros. Y Nikolay respondió de la misma manera, como si hubiera estado esperando este momento tanto como yo.

Sentí sus manos deslizarse por mi espalda, firmes, demandantes, y me estremecí ante el contacto. Cada parte de mí gritaba por más, y cuando me separé de él para respirar, fue solo porque no podía más. Pero mis manos se aferraron a su camisa, tirando de él, rogando por no detenernos.

—Esto es un juego peligroso, Olivia —murmuró contra mis labios, su voz ronca, casi un gruñido.

Lo sabía. Siempre lo había sabido. Estar con Nikolay nunca había sido seguro, ni física ni emocionalmente. Pero ahora, ya no podía escapar de lo que había comenzado.

—Entonces, ¿por qué no dejamos de jugar? —respondí, mi voz apenas un susurro.

Sus ojos brillaron, y por un momento, vi algo en ellos que nunca antes había visto. Algo más que deseo. Algo más profundo. Y eso me asustó aún más que el peligro físico que él representaba. Porque sabía que, si seguía adelante, no solo perdería el control. Podría perderme a mí misma.

Pero lo hice de todas formas.

Lo atraje hacia mí, y cuando nuestros labios se encontraron de nuevo, supe que no había marcha atrás.

Nikolay me tomo tomo el borde de mi camisa y la arranco, el llevo su cabeza a mi cuello besándolo con lujuria. Yo gemí en respuesta cuando bajaba sus labios a mis pechos, y arrancó mi sostén y dejándome al descubierto.

—Joder.... Te ves deliciosa....— Se mordió el labio y comenzó a chupar uno de mis pezones.

Yo, llevé mi mano a la erección creciente que veía dentro del pantalón. Le desabroche el cierre y le quité los pantalones. Por el boxer visualizaba la gran erección.

Cuando le quite el bóxer, vi algo que no me esperaba. Era mucho más grande de lo que espere, tanto que no disimule mi impresión.

—¿Es broma? Esto no cabe en mi boca....— dije mirándolo.

—No, no es broma, ahora arrodíllate y chúpame la polla Olivia.

————————————————————
Hola hola!
Tenemos un capitulo muy spicy! Denle mucho apoyo! Y síganme en mis redes sociales!
Ig: mafia.princesa_
TikTok: mafia_princesa

Reina de AceroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora