Reina de Acero

Capitulo 10

Ecos de la Traición:
Olivia

El día comenzó con un aire diferente en la mansión. La tensión era palpable, un manto invisible que cubría cada rincón de la casa. Me levanté temprano, como era costumbre, y me preparé para enfrentar el nuevo día, consciente de que el equilibrio era crucial en estos tiempos inciertos. La mañana había comenzado sin incidentes, pero el peso de los acontecimientos recientes no me abandonaba.

Mientras me vestía, no podía evitar pensar en la conversación que había tenido con Nikolay. Sus palabras, aunque no expresadas en detalle, resonaban en mi mente. Sabía que había tocado un punto delicado, que el descubrimiento de Ivanov como un posible traidor podría desatar una serie de eventos impredecibles.

Me dirigí a la cocina para tomar un café, tratando de mantener mi mente ocupada con lo cotidiano. Pero no pude evitar que mi mente volviera a los detalles de la conversación. La lealtad, la traición, la confianza: conceptos que se habían convertido en el centro de mi vida reciente. Sentía que estaba caminando sobre una cuerda floja, y cualquier movimiento en falso podría ser fatal.

Al salir de la cocina, decidí dar un paseo por los jardines. Necesitaba despejarme y pensar en la siguiente jugada. Sabía que había algo que debía hacer, algo que podría cambiar el curso de los eventos. No podía quedarme de brazos cruzados esperando a que la traición se desarrollara completamente. Mi instinto me decía que debía actuar, pero no tenía claro cómo.

Mientras caminaba entre las flores y los arbustos perfectamente recortados, vi a Dimitri, el mano derecha de Nikolay, en una conversación tensa con uno de los guardias. Me detuve a una distancia prudente, observando cómo discutían. Sabía que la información de Dimitri sería crucial en esta etapa. Si alguien podía ayudarme a entender el alcance de la traición, era él.

Esperé hasta que Dimitri terminó su conversación y se alejó hacia la oficina de Nikolay. Aproveché el momento para acercarme al guardia y preguntarle discretamente sobre la situación.

—¿Todo en orden? —pregunté con una sonrisa casual.

El guardia me miró con respeto, pero su expresión estaba más tensa de lo habitual.

—Sí, señora. Solo unas revisiones rutinarias —respondió—. Dimitri parece estar trabajando en algo importante.

Asentí, sabiendo que Dimitri estaba ocupado con la investigación sobre Ivanov. Mi intuición me decía que era el momento de actuar con cautela, de recopilar más información y de asegurarme de que no me atrapara en el fuego cruzado.

Después del paseo, volví a la mansión y me dirigí a la biblioteca. Era el lugar donde solía reflexionar, y también donde mantenía algunos de mis contactos más importantes. Me senté frente al escritorio, abriendo el compartimento secreto en el que guardaba los documentos importantes y los informes de mis contactos en Italia.

Mientras revisaba los papeles, un pensamiento persistente se apoderó de mi mente. Nikolay había mostrado desconfianza hacia Ivanov, pero yo sabía que la situación era más compleja de lo que parecía. Si Ivanov estaba realmente implicado, entonces no solo era un traidor a nivel personal, sino que había una conspiración mucho más amplia en juego. Y si eso era cierto, necesitaba prepararme para lo que estaba por venir.

Decidí hacer una llamada a un viejo contacto en Roma, alguien que había sido parte de la red de información de mi familia. Aunque no esperaba obtener información inmediata, necesitaba confirmar si había algún movimiento o rumores sobre una posible traición hacia nosotros desde Italia.

—Hola, Marco —dije cuando la llamada fue contestada—. Necesito tu ayuda para revisar algunos rumores que han llegado hasta nosotros. ¿Tienes alguna información sobre movimientos inusuales en la comunidad mafiosa italiana?

Marco, con su acento italiano inconfundible, respondió rápidamente.

—Olivia, es un placer escuchar tu voz. He estado recibiendo algunas noticias inquietantes. Hay rumores sobre una posible alianza entre facciones rivales que podrían estar planeando algo grande. No tengo detalles concretos, pero la actividad en las sombras ha aumentado.

Mi mente se puso en alerta. La conexión entre las facciones rivales italianas y los problemas actuales en Moscú se estaba volviendo cada vez más evidente. Esto no era solo una traición local; era una maniobra internacional.

—Gracias, Marco —dije, sintiendo que cada pieza del rompecabezas comenzaba a encajar. Ahora, tenía que preparar a Nikolay para lo que estaba por venir.

Colgué y me dirigí a la oficina de Nikolay. Sabía que el tiempo era crucial y que cada minuto contaba en esta etapa. Cuando llegué a la puerta de su oficina, me detuve un momento, tomando una respiración profunda. Lo que estaba a punto de decir podría cambiar el curso de nuestros planes y nuestras vidas.

Golpeé suavemente la puerta y entré, encontrando a Nikolay concentrado en un montón de documentos. Su mirada se alzó hacia mí, y pude ver que el agotamiento y la determinación estaban marcando su rostro.

—Nikolay, tenemos que hablar —dije, tratando de mantener la calma mientras me acercaba.

Él levantó una ceja, señalándome para que me sentara frente a él.

—¿Qué pasa? —preguntó, su tono tenso pero controlado.

—He estado en contacto con algunos de mis contactos en Italia —comencé—. Los rumores sobre movimientos de facciones rivales están aumentando. Parece que hay una conspiración más amplia en juego, una que podría estar vinculada a la traición que estás investigando.

Nikolay me miró con interés, su expresión cambiando de la concentración a una curiosidad aguda.

—¿Qué tipo de conspiración?

—Alianzas entre facciones rivales, movimientos que podrían estar dirigidos a desestabilizar no solo nuestra posición, sino también las relaciones que hemos construido —respondí—. La traición podría ser parte de un plan mucho más grande.

Nikolay se inclinó hacia adelante, sus ojos fijos en los míos. Podía ver que estaba evaluando la información, considerando sus implicaciones.

—Esto complica las cosas —dijo finalmente—. Si estamos tratando con una red más grande, necesitamos actuar con rapidez y precisión. Gracias por la información, Olivia.

Sentí una mezcla de alivio y preocupación. Aunque Nikolay estaba dispuesto a escuchar, el hecho de que la situación fuera tan grave significaba que el riesgo era aún mayor. Debíamos estar preparados para cualquier cosa.

—Estamos en esto juntos —dije—. No podemos permitir que la traición nos tome por sorpresa. Hay que actuar ahora antes de que sea demasiado tarde.

Nikolay asintió, y juntos comenzamos a planificar el siguiente movimiento en un juego que se estaba volviendo cada vez más peligroso. La traición estaba cerca, y cada paso que dábamos nos acercaba más al borde de un precipicio. Pero al menos, ahora estábamos un paso más cerca de descubrir la verdad.

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