Reina de Acero

Capitulo 37

El nacimiento de Anastasia
Olivia

El día del parto llegó de manera inesperada, una mezcla de ansiedad y emoción llenaba el aire. Los últimos días habían sido una cuenta regresiva, y aunque había sentido contracciones suaves en las semanas anteriores, el momento finalmente había llegado. Estaba en la habitación, preparándome para lo que sería una experiencia intensa y transformadora.

La mañana había comenzado con una sensación de urgencia que no podía ignorar. La contracción que había tenido esa mañana fue más fuerte de lo que había experimentado antes, y supe que era el momento. Llamamos al hospital y, con la calma y la rapidez de siempre, Nikolay se encargó de organizar todo para que estuviéramos listos para ir al hospital. Aunque estaba nerviosa, el hecho de tener a Nikolay a mi lado me brindaba una inmensa tranquilidad. Su presencia era una fuente de consuelo en medio de la tormenta emocional.

El viaje al hospital fue una mezcla de tensión y esperanza. Mientras estábamos en el coche, las contracciones se volvieron más frecuentes y dolorosas. Nikolay mantenía su mano en la mía, sus palabras de aliento y su mirada protectora me ayudaban a mantenerme enfocada en el objetivo final: conocer a nuestra hija. Las palabras de ánimo y la determinación en sus ojos me daban fuerza para enfrentar lo que estaba por venir.

Una vez llegamos al hospital, el personal médico nos recibió de inmediato y me condujo a la sala de parto. La habitación estaba equipada con todo lo necesario para el proceso de nacimiento, y el equipo médico se movía con una eficiencia y profesionalismo que me brindaba seguridad. Nikolay se quedó a mi lado, sosteniéndome la mano y ofreciendo palabras de aliento mientras el personal preparaba todo para el parto.

Las horas siguientes fueron una mezcla de dolor y esperanza. Las contracciones eran intensas y constantes, y me concentré en mi respiración y en las técnicas que había aprendido para manejar el dolor. Cada contracción me recordaba que estaba un paso más cerca de conocer a nuestra hija, y ese pensamiento me daba la fuerza para seguir adelante.

Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, el momento llegó. Con un último esfuerzo, sentí cómo nuestra hija comenzaba a hacer su aparición. La sala estaba llena de actividad y voces tranquilizadoras del equipo médico, y aunque el dolor era intenso, la emoción de saber que estaba a punto de conocer a nuestro bebé me mantenía enfocada.

—¡Está casi aquí! —dijo la enfermera, su voz llena de ánimo.

Con un último empuje, escuché el primer llanto de nuestra hija, un sonido que llenó la sala con una mezcla de alegría y alivio. El equipo médico rápidamente limpió a la bebé y la colocó en una manta cálida antes de traerla a mí. Cuando la vi por primera vez, mi corazón se derritió al instante. Allí estaba nuestra pequeña Anastasia, con su piel rosada y sus diminutas manos y pies. Sus ojos estaban entreabiertos, y aunque aún no podía ver mucho, su presencia era una visión de pura perfección.

Nikolay estaba a mi lado, su rostro lleno de emoción mientras miraba a nuestra hija. Vi cómo sus ojos se llenaban de lágrimas mientras el médico colocaba a Anastasia en mis brazos. El momento era tan perfecto y conmovedor que me sentí abrumada por una oleada de amor y gratitud.

—Es hermosa —dijo Nikolay, su voz temblando de emoción—. La llamaremos Anastasia Sophia Smirnova.

El nombre era perfecto, una combinación de nuestras raíces y nuestras esperanzas para nuestra hija. Anastasia, significando "resurrección", reflejaba el nuevo comienzo que estábamos experimentando. Sophia, que significaba "sabiduría", era un deseo de que nuestra hija creciera con inteligencia y gracia. Y Smirnova, nuestro apellido, unía todo en un símbolo de nuestra familia.

Miré a nuestra hija con lágrimas en los ojos, sintiendo una profunda conexión con ella. Cada pequeño detalle de su rostro, cada movimiento, era un recordatorio de lo increíble que era el milagro de la vida. La sostuve cerca, sintiendo su calor y su suavidad, y me di cuenta de que todo el dolor y las dificultades habían valido la pena por este momento de pura felicidad.

—Hola, Anastasia —susurré, mi voz temblando de emoción—. Te hemos estado esperando con mucho amor.

Nikolay se inclinó y tocó la mejilla de nuestra hija con ternura. —Te amamos más de lo que las palabras pueden expresar. Eres nuestra mayor alegría y nuestra mayor bendición.

El equipo médico comenzó a realizar los controles y procedimientos necesarios, y Nikolay se mantuvo a mi lado, ofreciendo apoyo y amor. Aunque estábamos exhaustos, el cansancio se desvanecía ante la increíble alegría que sentíamos al ver a nuestra hija por primera vez.

Mientras el personal médico se encargaba de los detalles finales, tomamos un momento para estar solos con Anastasia. La habitación estaba llena de una tranquilidad serena, y nos miramos el uno al otro, compartiendo un silencio lleno de significado.

—Nunca imaginé que podría sentir tanto amor en un solo momento —dije, mis ojos fijos en nuestra hija.

Nikolay asintió, sus ojos brillando con una mezcla de amor y admiración. —Es el comienzo de una nueva aventura, una que enfrentaremos juntos como familia. Estoy increíblemente agradecido por cada momento que hemos compartido y por la vida que hemos creado.

El día del parto fue un torbellino de emociones, pero también fue el comienzo de un nuevo capítulo en nuestras vidas. Con Anastasia en nuestros brazos, sabíamos que estábamos listos para enfrentar cualquier desafío que viniera, porque teníamos el amor y la fortaleza de nuestra familia para guiarnos. Mientras nos preparábamos para llevar a nuestra hija a casa y comenzar nuestra vida juntos como familia, el futuro se veía lleno de esperanza y promesas.

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Hola hola!
Perdón por estar tan desaparecida! Ya volví! Ahora me voy a centrar más en Reina para terminar ya el primer libro, apenas lo termine comienzo a actualizar en "Buliding Dreams" y parto con el segundo de reina. Recuerden que Reina es una trilogía. Y "Building Dreams" es solo un libro. Después tengo muchísimas más historias preparadas para ustedes! Los amo! Denle apoyo y síganme en mis redes sociales!
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