Reina de Acero

Capítulo 1

La boda de la reina
Olivia

La sala estaba llena de sombras. Hombres vestidos de negro con trajes impecables, miradas afiladas y susurros que flotaban como humo en el aire sofocante. Afuera, Roma seguía su curso, indiferente al infierno que se estaba desatando dentro de estas cuatro paredes. No era una boda común. Y yo, sin duda, no era una novia común.

Mire mis manos, apretadas sobre el ramo de rosas blancas. Una ironía. Flores puras en manos manchadas de sangre. Mi padre había insistido en el color, como si las rosas pudieran borrar los años de violencia, las muertes, las traiciones. A su lado, Nikolay Smirnov estaba de pie, tan inmóvil como una estatua de mármol. Su rostro, cincelado en frialdad, no revelaba nada. Ni miedo. Ni emoción. Ni siguiera satisfacción.

Todo esto, para él, era una simple transacción.

El sacerdote habló, pero sus palabras se desvanecieron en el eco de mis pensamientos. "Hasta que la muerte los separe". Que cliché. En mi mundo, la muerte no era el final de nada; era solo el principio de más problemas. Si sobrevivíamos a este matrimonio, sería un milagro. No, en realidad, si uno de nosotros sobrevivía.

Nikolay me miro entonces, sus ojos tan fríos y despiadados como había imaginado. El jefe de la mafia rusa. El hombre que, desde este momento, sería mi esposo. Su poder no necesitaba adornos ni explicaciones, su presencia lo decía todo. Al igual que yo, había crecido en un mundo donde la compasión era una debilidad y el poder lo era todo. Aunque en ese momento, vi algo más. Una sombra de curiosidad, tal vez. Como si yo fuera un enigma que él todavía no había decidido cómo resolver.

Cuando pronuncie el "si, acepto", lo hice con voz firme, sin vacilar. Porque eso es lo que se esperaba de mi: ser fuerte, ser inquebrantable. Nadie debía ser la duda que se retorcía en mi estómago, ni la sensación de vértigo que amenazaba con hacerme caer. Mi padre me observaba desde la primera fila, su rostro impenetrable, pero sus ojos me advertían: esto no es un juego. Tienes que ganar.

El pacto había sido sellado. No solo entre familias, si no entre el y yo. Una unión forjada en la traición y el poder, y que, tarde o temprano, exigiría algo más que lealtad.

Cuando Nikolay tomó mi mano al final de la ceremonia, sus dedos eran fríos, su agarre firme. No había dulzura en su tacto, pero tampoco brutalidad. Me recordó a un depredador que mide a su presa, calculando sus movimientos antes del ataque final.

-Olivia- dijo, su voz profunda como el trueno que amenaza con romper el cielo-. A partir de ahora, nuestras vidas pertenecen a este acuerdo.

Asentí, sabiendo que no había vuelta atrás. No había escapatoria. Este era el destino que me había sido impuesto, y como siempre, debía adaptarme. No podía permitirme flaquear.

Al salir de la iglesia. El aire frío de la noche me golpeó, y por un segundo, me sentí libre. Un suspiro de alivio, un engaño pasajero. Pero la realidad me arrastro de vuelta al momento en que subimos al coche que nos llevaría a la recepción. Estábamos solos. Por primera vez, sin miradas que nos observarán, sin la presión de las expectativas.

-No esperaba que la princesa Mancini se viera tan tranquila el día de su boda-dijo Nikolay, rompiendo el silencio.

Lo mire de reojo. -No esperaba que el gran Nikolay Smirnov fuera tan hablador.

El sonrió, o al menos hizo el intento. -Esto no es un juego, Olivia. Lo sabes, ¿verdad?

Mis labios se curvaron en una sonrisa amarga. -He jugado a este juego toda mi vida. Y siempre he ganado.

Esa respuesta pareció agradarle, aunque no lo dijo. En su lugar, su mirada se endureció aún más. -Entonces, que empiece el juego.

Y así fue como comenzó. Un matrimonio donde el amor no tenía cabida, pero el poder lo gobernaba todo. Sin embargo, mientras el coche avanzaba hacia el lugar de la recepción, sabía que esto no sería tan simple. No cuando dos mundos tan implacables se unían. No cuando Nikolay Smirnov y yo estábamos dispuestos a todo para salir victoriosos.

Porque en este mundo, solo podía haber un rey... y una reina.

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Hola hola!!
Ojalá les guste mucho en primer capítulo!! Los quiero!