𝐄𝐧𝐭𝐫𝐞 𝐥𝐚 𝐯𝐞𝐧𝐠𝐚𝐧𝐳𝐚 𝐲 𝐞𝐥 𝐚𝐦𝐨𝐫

Cap. 31

Narra Marinette
Era domingo por la mañana. Estaba preparando un café y, mientras esperaba a que estuviera listo, recuerdos de la noche anterior llegaron a mi mente. Adrien estaba celoso. No pensé que llegaría a verlo así; esa solo era la señal que me indicaba que era momento de dar el siguiente paso. Sin embargo, mi corazón se aceleraba con solo recordar su cercanía, la forma en la que me había tomado por la cintura.

— Adrien, ¿por qué complicas mis planes? —dije en voz alta, sintiendo un torbellino de emociones dentro de mí.

Minutos después, el café estaba listo. Mientras lo servía en una taza, alguien llamó a la puerta. De inmediato, mi mente pensó en que era Adrien.

— ¡Buen día, jefa! —saludó Oscar en cuanto abrí.

— ¿Oscar? ¿Qué haces aquí a esta hora? Son las 8 de la mañana y es domingo.

— Traigo más información que podría interesarte —dijo, agitando unos papeles frente a mí con una sonrisa en su rostro.

— Pasa. —le dije, permitiéndole ingresar a mi apartamento— ¿Qué información tienes?

Mientras caminaba hacia la cocina, él tomó asiento en el sofá.

— Dijiste que ampliara la información que teníamos sobre Gabriel Agreste. Lo último que te dije era que tenía tratos sospechosos.

— Sí, y yo te dije que eso no era suficiente. —respondí mientras llegaba a la sala con dos tazas de café y galletas.

— Ahora ha surgido información importante. ¿Estás lista?

— Claro, dime de qué se trata.

— Gabriel Agreste participa en acciones ilegales. Para ser exactos, lavado de dinero y utiliza su empresa como fachada.

— ¿Qué...? —dije, incapaz de ocultar mi sorpresa.

— Todos los fondos que maneja la empresa Gabriel's son de procedencia ilícita. Además, hay desvíos sospechosos a cuentas bancarias fuera del país.

Era justo la pieza que necesitaba para hundir definitivamente a Gabriel. La sensación de victoria me invadió, pero también la preocupación por lo que esto significaba para Adrien.

— Es justo lo que necesitaba para acabar con él. —dije mientras revisaba los documentos, sintiendo el pulso acelerado por la adrenalina.

— Marinette, ¿puedo saber por qué haces todo esto?

Me detuve, consciente de que esta pregunta llegaría en cualquier momento, Oscar estaba investigando cosas mucho más personales de Gabriel Agreste, era claro que no era una estrategia para protegernos de la competencia.

— Hay cosas que tú no sabes.

— Bueno, pues me gustaría saberlo, para poder entender. Al principio creía que solo querías acabar con la competencia, pero ahora... todo indica que es una guerra personal. Sin querer, escuché una conversación que tuviste con Alya y dijiste que querías destruirlo... y ahora dices que vas acabar con él. ¿Por qué, Marinette? Te he visto tantas veces con Adrien en el parque, que hasta podría asegurar que entre ustedes hay una relación amorosa. Entonces, no entiendo ¿por qué quieres destruir a su familia? Marinette, sabes que te apoyo en lo que sea, pero me gustaría que tuvieras más confianza en mí.

Guardé silencio, y Oscar no insistió. Aún no sabía si era el momento de hablar con él sobre esto. Sin embargo, él  siempre había sido un amigo incondicional, apoyándome en la investigación sin cuestionar absolutamente nada. Tal vez lo más correcto era hablarle con la verdad.

Observé cómo Oscar revisaba los documentos que había traído, pero mi mente estaba muy lejos de esos papeles. Las palabras que había dicho antes, sobre Gabriel y sus tratos ilegales, resonaban en mi cabeza, trayendo de vuelta recuerdos que, por más que intentara, nunca podía enterrar del todo.