Let There Be Carnage

128 18 112
                                    

Cletus Kasady era un asesino serial muy famoso en la ciudad de Nueva York, durante muchos años había cometido una larga lista de asesinatos, siendo un criminal bastante peligroso en la gran manzana y el asesino en serie mas reconocido de todo el país.

El primer asesinato cometido por Cletus en su vida, ocurrió cuando él era joven, tirando a su abuela por las escaleras de las sillas de ruedas en la que la anciana se encontraba. El segundo asesinato cometido por Cletus fue el de su propia madre, electrocutandola mientras que ella se encontraba bañándose en la bañera.

Sumado a los golpes de abusivo que le daba su padre y el haber matado a su mascota, forjaron la personalidad sádica de Cletus, volviendolo poco a poco en el asesino que era ahora.

Estando encerrado en un instituto para jóvenes criminales, conoció a alguien que marcaría un antes y un después en su vida: Una joven de piel morena llamada Francis Borrison.

Francis no era una mujer normal, puesto que había nacido con el Gen X en su interior, siendo una mutante que poseía la habilidad de grandes vibraciones de sonido al gritar, volviendola en alguien de mucho peligro y con la que pocos querrían cruzarse. 

Cletus y Francis conectaron entre si por la personalidad sádica que ambos poseían, siendo ese el mayor factor común de ambos, siendo el lazo definitivo que haría que ambos se involucraran en una relación romántica. Siendo Francis la segunda cosa que más amaba Cletus en su vida, la primera obviamente era el matar.

Pero para su desgracia, su amor no iba a durar mucho, ya que Cletus y Francis fueron separados, siendo está última la que sería llevada lejos de Cletus hacia otra institución, liderando su traslado el detective Patrick Mulligan. Un incidente en el que Francis termino perdiendo la visión en uno ojo y en el que Patrick casi queda sordo por el poder de la joven y peligrosa mutante.

Durante todos estos años, Cletus se dedicó a realizar asesinatos de formas crueles y brutales, divirtiéndose un poco al hacerlo. Además de que también era una forma de desquitarse por todo lo ocurrido con su amada Francis.

Evidentemente el destino haría que los caminos de Cletus y Spider-Man se cruzaran, puesto que el arácnido estaba comenzando su camino como el protector de Nueva York y Cletus era el asesino serial más conocido y peligroso, su encuentro era más que inevitable.

Sus caminos se cruzaron y el arácnido logro encerrar a Cletus en la prisión. Cletus escapó varias veces y volvió a cruzar caminos con él arácnido, siendo derrotado por este todas las veces en las que se habían encontrado, hasta el día de hoy.

Cletus había sido liberado de su estancia en el instituto Ravencroft, por el Doctor Octopus y varios agentes de lo poco que quedaba de Hydra, ya que le iban a ofrecer la oportunidad de vengarse de Spider-Man. Además de una oportunidad de hacer sus asesinatos crueles y despiadados de forma más fácil de lo que hacia normalmente.

Octopus encerró a Cletus en una especie de jaula de investigación, aunque el asesino serial se encontraba con calma, sabiendo que todo esto iba a valer la pena al final.

- Espero que estés calmado Cletus, es importante de que lo estés, no tienes que demostrar nervios..- Comento Octopus, comenzando a preparar todo el experimento.

-Estoy calmado, mi amigo.- Dijo Cletus, con una pequeña sonrisa en su rostro.- Estoy completamente calmado. Se que es lo que va a ocurrir y estoy completamente listo. Además, esto me ayudara a seguir matando personas y finalmente poder divertirme como se debe con mi viejo amigo Spider-Man.

-Estas seguro de que no eres un vampiro? Por todo el amor que le tienes a la sangre.- Cuestionó Octopus, con una expresión confundida, comenzando a terminar los preparativos para esto.

The Spectacular Spider-Man: Battleworld Donde viven las historias. Descúbrelo ahora