Mr. Caos

6

Escribo tu nombre
En mi piel
Me dejaste sangrando
Pero no pude rendirme
Tragué el veneno
Para intoxicarme

Tokio Hotel- Attention

La luz dorada bailaba en su rostro, no quería enfrentarse a un nuevo día, disfrutaría hasta el último momento en su refugio nocturno, aquel que solo se le era concedido, si cumplía con las demandas de su captor. La calidez en su piel le obligo a esconderse detrás de la almohada, por mas que se negara a enfrentar su realidad, un maullido retumbo en la habitación perturbando cada fibra de él.

Se levantó de inmediato buscando la fuente de tan bello sonido, un felino de manchas naranjas apareció como un rayo cayendo a su regazo, soltando un sonido vibrante de su garganta. Se quedó inmóvil hipnotizado por sus ojos color esmeralda y el tintineo de los cascabeles que acompañaba su andar.

El vivo retrato de Soonie. La escalofriante fijación de Jisung por los detalles, seguía sorprendiéndose con cada prenda que le colocaban para las sesiones de fotos o los escenarios, obsesionado a tener todo en orden.

Tomo al travieso animalito entre sus brazos y lo acaricio, odiaba cuando Jisung le obsequiaba cosas para minimizar el daño. Con Mini las cosas cambiaban, amaba a los animales y en especial a los gatos, trago el nudo en su garganta mirando hacia el techo. Si dios existía, no le caería mal escuchar sus plegarias y las cumpliera. Su existencia traía más desgracias que bendiciones, ser persistencia lo llevo lejos, que en algún momento creyó que tenía una misión importante.

Debió de lanzarse de un puente o beber hasta tener un coma etílico, el bicho de la resiliencia se instaló en él, creando la falsa idea de ser especial, se levantaba todos los días odiándose en el espejo, motivado a darle todo a su madre y su hermano, a si le costara la vida. Lo cumplió, dejo atrás todo lo que le provocaba satisfacción a cambio del bienestar de su familia.

Ahora se arrepentía, ya no sabia si la falta de sus recuerdos era por la sustancia que le inyectaban o por la falta de momentos especiales en su vida. Sus mejillas se humedecieron, la muerte lo seducía con la tranquilidad que tanto reclamaba.

—¿Cuándo acabara? —Mini maulló como si tratara de consolarlo.

Atado a los deseos de Han, en la espera de que se cansara o le fuera inútil, el tiempo pasaba y la rutina se repetía. Por las mañanas brillaba por su ausencia y por las tardes llegaría para buscar su atención en silencio, cuando dormía acariciaba su cabello y acomodaba las sábanas, trabajaba en la habitación sin molestarlo y se iba de la misma forma en que llegaba.

Debía de preocuparse por Wolf, el tipo buscaba cualquier excusa para lastimarlo, gracias a sus mentiras recibía palizas que no merecía. Respiro profundo, el final, quería un final dramático que jamás olvidaran, cada vez que mencionaran su nombre su imagen póstuma vislumbrara en sus recuerdos, como la constante del dolor y la desesperación provocados por sus actos.