Mr. Caos

«15»



La brisa de la noche era agradable, las personas hablaban sobre la maravillosa decoración de luces colgantes, de la excelente atención y más que nada sobre los nuevos sucesores.

El ambiente desbordaba tensión, cada uno de los invitados era como un animal hambriento, en espera de una presa fácil.

Todos anhelaban que Han Jisung fallará, que los nuevos sucesores fueran incompetentes para aprovecharse de ello. Ocultos detrás de máscaras de diferentes formas y tamaños, algunas eran bellas y otras grotescas.

Alrededor del patio, había guardias con máscaras blancas, las conversaciones cesaron al ver a Han entrar al jardín.

Portaba un traje ceñido al cuerpo de color negro y una camisa carmesí, Hyunjin caminaba a su lado derecho, Chris del lado izquierdo y por último Changbin y Jeongin detrás de ellos, los cuatro vestían trajes completamente negros.

Todos observaban a los cinco sin máscaras dirigiéndose al centro del jardín, donde en una mesa circular de madera se realizaría la ceremonia, en ella se encontraban cuatro dagas y una copa de plata.

Los cinco se colocaron alrededor de la mesa dejando a Jisung frente a la copa.

Un anciano de la multitud se acercó a ellos. Portaba un bastón con un mango en forma de dragón, su antifaz era de un cuervo con plumas negras azuladas, todos hicieron una reverencia al ver al hombre pararse frente a los jóvenes.

—¡Unidos por las sangre!— Proclamó el anciano dirigiéndose hacia Hyunjin, Chris, Changbin y Jeongin mientras colocaba su mano derecha en el pecho.

—¡En esta vida y en la siguiente, leales al dragón! — Respondieron los cuatro.

Cada uno tomó una daga cortando la palma de su mano izquierda, para juntar las apretando el puño, al centro donde la copa se llenaba con la sangre de los cuatro. En cuanto el líquido carmesí fue suficiente, retiraron sus manos.

—¡Lealtad a nuestra familia, muerte a nuestros enemigos, unidos por la sangre!— Exclamó Han levantado la copa al frente —¡En esta vida y la siguiente!

El azabache llevo la copa a sus labios, el sabor metálico se instalo en su boca, el líquido era espesó pero no difícil de tragar. Bebió hasta la última gota.

Todos aplaudieron en cuanto la copa quedo vacía. El anciano sacó una pequeña cajita de su sacó y la abrió dejándola en la mesa.

Dentro de la cajita relucía un anillo de plata con un rubí cuadro en el centro.

—Bienvenido nuevo lider de la familia Han.

El azabache se coló el anillo en su dedo anular, mientras los presentes hacian una reverencia.



Había pasado media hora de la ceremonia y Han estaba harto de lidiar con las personas, todos haciendo malos chistes de lo joven que era y lo inexperto que se veía. El azabache quería golpearlos cada vez que mencionaban a su padre y lo iluso que fue al confiar en sus aliados.

Se alejó de la multitud tratando de encontrar un minuto de silencio.

—No dejas de esconderte como un mocoso — Una voz áspera sonó a su lado.

—¿No deberías de volver a tu cueva? — El azabache saco una cajetilla de cigarros de su bolsillo y colocó uno entre sus labios.

—Ya me iba, de hecho, quería saber si mi estúpido nieto podía con esta gente o los sacaba a patadas— El anciano ayudo a Jisung a encender el cigarro.