"Eres sólo mío"
Heridas del pasado, cuentas que ajustar, daños colaterales.
Todo eso es lo que pasa alrededor de Mr. Caos.
Nada es lo que parece.
*Minsung.
*Hanknow
*Mención de otros shipp.
*+18.
*Violencia.
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Pero me empujaste hasta el borde, me resbalé y luego caí.
No sé cuánto tiempo estaré aguantando
Like a villian — Bad omens
Jisung cantaba en el auto mientras se dirigía de vuelta a su casa, Soonie dormía en el asiento trasero dentro de su transportador de mascotas y la libreta desgastada de cuero se encontraba en el asiento del copiloto. El azabache solo revisó las fechas de dicha libreta y salió del departamento, quería tomarse el tiempo pertinente para revisar lo escrito por Minho en la comodidad de su oficina.
Su tranquilidad fue perturbada por una llamada entrante, extrañado al ver la pantalla del auto el nombre de Jeongin en letras grandes, frunció el ceño y se dispuso a contestar.
—¿Qué quieres Yang?
—Hyunjin está herido, ven al hospital de Ujin —Dijo sin tapujos el menor.
El azabache no necesitó más explicaciones, cortó la llamada de inmediato y maniobro retornan a toda velocidad en la autopista, asustando de paso a Soonie por el movimiento brusco. El hospital clandestino de Ujin estaba en el centro de la ciudad, la incertidumbre de lo que había pasado lo dejó alarmado, condujo esquivando autos con agilidad.
Durante media hora condujo como un total desquiciado, pasando autos y semáforos en alto, su prioridad era la seguridad de Hyunjin, olvidándose por completo de Soonie y la libreta.
En cuánto llegó al edificio aparco sin importarle que había ocupado dos lugares, el hospital Ujin era el lugar perfecto para los mafiosos de la ciudad, siendo este un sitio neutro donde no se permitían enfrentamientos, no era muy grande pero era el mejor equipado en toda la cuidad.
Al cruzar las puertas corredizas camino hacia la recepcionista para preguntar por Hyunjin, la joven de cabello rojizo le indico el número de habitación, tomó el elevador hacia el tercer piso, le parecieron eternos los segundos.
Llegando a su destino visualizo a Jeongin, solo sentado en una banca, su ropa de colores claros tenía manchas de sangre y su rostro estaba pálido, aceleró el paso hasta llegar a él.
Por primera vez en siete años tuvo pánico, le calaba los huesos, lo mareaba y le hacía temblar, Yang se puso de pie tan pronto vio a Han.
El azabache sujetó al menor por el cuello de su camiseta, el miedo se reflejaba en su rostro y en el temblor de sus manos.
—¿Qué le pasó a Hyunjin? —La voz ansiosa desencajo a Jeongin dejándolo mudó por un momento —¡Contesta! ¿Qué sucedió?