Capítulo 29: Que agradable el comandante. parte II
JANA CLARK
Casi tropecé contra su pecho fuerte de uniforme camuflajeado, parecía que había acabado de bañarse porque olía fresco, por suerte pude detenerme antes de chocar contra él.
Mí corazón salió disparado y lo sentí casi salirse de mi boca. Verlo después de lo de anoche me hizo quedarme en blanco. Sus preciosos ojos azules me vieron y me hicieron recordar a como me tenía anoche, a como su boca estaba sobre la mía devorándome... a elementalmente todo lo que me hizo en ese auto.
Joder, de depende tenía mucho calor.
Creí que me diría algo, cualquier cosa amable, al menos "buenos días", pero a lo contrario de lo que pensé él con la mirada gélida dijo:
—Hay reunión, ¿qué hace por fuera doctora Clark?
Uh.
—Nadie me ha dicho.
—¿Y qué espera una invitación formal? —replicó con humor de perros— Debe estar pendiente, usted forma parte de los directivos. No sea incompetente.
«¿Incompetente? »
—No tiene que ser un completo asno. —solté ofendida.
Él frunció el ceño y dio un paso hacia mí, me estremecí por completo cuando se inclinó hacia mí y susurró:
—Creí, que sabias diferenciar entre la vida personal y el trabajo.
Sin decir nada más, me esquivó y empezó a caminar.
«¡Pero que idiota!»
Estuve tentada a no ir a la reunión, pero como no, se suponía que era parte de mí trabajo. Suspiré y me fui por donde el comandante —gruñón— se fue, sintiéndome un poco fuera de lugar, este hombre se había comportado como todo un idiota, pero no era como si el comandante Hofmann me hubiera vendido una imagen de él diferente, siempre fue así, y dejó muy en claro sus intenciones desde el principio, que él quería meterse en mis pantalones y olvidarlo. Ya no había nada más qué decir, se suponía que era lo mismo que yo quería. Nada más.
«Sexo libre y secreto» aun era raro acostumbrarme a esto.
Entré al salón de la reunión y Donavan me miró con una leve sonrisa cuando fijó su mirada en mí a la distancia. Esa sonrisa que tenía tiempo sin ver, que me traía lindos recuerdos de nosotros y me hacia sentir aún más culpable por lo que le hice.
Ni tiempo tuve para procesar lo que ocurrió con el comandante Hofmann, fue el mejor polvo de mi vida. Debía de ser un pecado pensar eso teniendo a mi novio en la misma sala que el hombre con el que lo engañé.
«Joder, voy de mal en peor»
Me senté intentando ignorar mis molestias en medio de mis piernas y las intenciones del comandante Hofmann de dejarme casi en silla de ruedas.
«Ya solo olvidalo»
En el pequeño salón, éramos pocos organizados en un semicirculo, tomé una de las hojas que estaban repartiendo por la sala, era la ruta y el recorrido que tendríamos. El coronel Freddy Hill estaba organizando la reunión mostrando lo que haríamos con parte de algunos comandantes del ejército especial alemán, el estadounidense y el iraquí.
Alcé la vista cuando el comandante Hofmann tomó la palabra, él estaba hablando con firmeza, su voz escalofriante e imponente, pero ni por accidente me miraba.
«Lo que pasó, pasó, ya él lo superó, ahora supéralo tú»
Suponía que era mejor así, esto era trabajo y ahora debíamos de actuar como dos desconocidos. Miré más allá de él y mi mirada se trabó con la de Donovan que me miraba fijamente y me sonrió.
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Perdición (+21)
RomanceCuando Jana, una talentosa y apasionada arqueóloga, es elegida para un proyecto de exploración por el gobierno, no imagina que esta misión cambiará su vida para siempre cuando conoce al comandante Maximilian Hoffmann; el prometido de la mejor amiga...