Dedicado a: Rositalove1
(1/2)
Capítulo 45: Buena chica.
JANA CLARK
Cerré los ojos porque no podía seguir viéndole el rostro a Donovan mientras estaba al borde de explotar de placer.
—Vente para mí. —susurró el comandante Hofmann a mi oído y sus palabras fueron como órdenes para mi cuerpo entero.
El morbo que se traía este hombre me hizo venirme sin poder aguantar más, un profundo jadeo atrapado en su mano mientras todo mi cuerpo convulsionaba dejándome en la infinidad.
—Buena chica —susurró el comandante Hofmann a mi oído con voz ronca y tensa mientras me embestía dos veces más y entonces soltó un leve gruñido varonil cuando llegó a su propio placer, su respiración caliente detrás de mi nuca, mis piernas y mi cuerpo entero temblando.
Sentía que cuando estaba con él, me quemaba en un sentimiento tan profundo y demandante que ni siquiera lo podía entender ni controlar, como si hubiéramos sido hechos el uno para el otro y por fin nos hubiéramos encontrado.
Nos acomodamos la ropa y con Donovan aún roncando frente a mí, el comandante Hofmann y yo; dormimos.
~•~
Abrí los ojos de golpe al escuchar ruido afuera, miré alrededor, no había nadie en la carpa, ¿pero qué hora era? Pasé una mano por mis ojos y estiré la espalda sintiendo como si estuviera drogada o completamente relajada a pesar de haber dormido en un colchón tan delgado como un cartón. Las imágenes de anoche invadieron mi cabeza y cubrí con una mano mi boca sin poder creer lo que hice con el comandante Hofmann. Definitivamente no conocía esta versión de mí, arriesgada, irracional y... confundida, joder, estaba con un mar de emociones que se dividían con la persona que conocí prácticamente toda mi vida y con el hombre que hizo mi mundo temblar desde el primer momento en que lo conocí y que además, era el ex de mi amiga más cercana; Juliana.
¿Cómo le podría explicaría que me enamoré de su exnovio? Obviando el hecho de que él tenía cosas relacionadas conmigo de las que necesitaba explicaciones. Todo estaba muy mal y sentía que mi cabeza iba a explotar.
Me levanté saliendo de la tienda, aun no salía el sol por lo que quería decir que era muy temprano, algunos tenientes ya habían empezado a recoger las carpas y las cosas. Fui a lavarme la cara al lago, este sería otro largo día de caminata, cuando llegué al lago vi que ahí estaba Donovan secándose el rostro con una toalla, siempre pensé que Donovan sin los lentes era bastante guapo, es decir con los lentes tenía un aire serio y estudioso pero sin los lentes su rostro lucía más atractivo... Donovan no era feo, pero, tampoco era una bomba atrapante como el comandante Hofmann... detuve mis pensamientos al ver que los estaba comparando otra vez.
Él fijó sus ojos marrones en mí y me mostró una leve sonrisa mientras murmuraba:
—Buenos días, doctora Clark.
Joder sentía que se me resolvía el estómago, una cosa era engañarlo y otra era muy diferente era ser una completa descarada y no tener el maldito remordimiento que yo estaba sintiendo ahora.
—Buenos días —dije y sentí mi labio inferior temblar. Mi pecho se presionaba al pensar en que él sí nos hubiera visto.
—¿Estás bien? —preguntó Donovan al ver probablemente que yo parecía querer vomitar.
—Quiero hablar contigo. —solté. Ya no podía seguir en esto. Yo lo arruiné con Donovan desde el momento en que me acosté con Maximilian y no podía seguir burlándome de él mientras él remordimiento me mataba.
Donovan tomó sus cosas y se volvió a colocar sus lentes mientras decía distraído:
—Claro ¿De qué?
Tomé una profunda respiración y murmuré:
—¿No has pensado en que deberíamos darnos un tiempo, Donovan?
Donovan se quedó muy quieto y volteó a mirarme comprendiendo muy bien lo que le estaba pidiendo.
—¿A qué... te refieres?
Necesitaba decírselo. Tenía que decirle todo lo de Maximilian pero al mismo tiempo mi pecho se apretaba al borde de un ataque de pánico.
—Que en esta expedición lo único que hemos hecho es discutir y... siento que no puedo más, es un punto sin retorno...
Alcé mi mano y empecé a quitarme el anillo, pero él me sujetó la mano.
—Amor —dijo— no dejes que esto te abrume, nos amamos, esto es trabajo y te aseguro que después de esto todo mejorará entre nosotros.
Sentía un nudo en la garganta que me apretaba, él dio un paso hacia mí sin soltarme; negándose a que me quitara él anillo.
—Tendremos en una nueva casa —continuó—, un nuevo negocio de nosotros como arqueólogos y todos juntos, con nuestros bebés corriendo por el patio.
No podía hacerme esto, él sabía que cuando tocaba el tema del futuro, nuestros planes de una familia y todo eso, era mi punto débil porque era lo que quería, de hecho creo que era lo que siempre quise con él.
Me sentía tan confundida y a la vez tan mal por seguir con él cuando lo engañé no una, sino varias veces.
«¿Podría casarme con él, tener una familia e hijos sabiendo lo que le hice?»
Donovan miraba fijamente mis ojos y me pregunté por un momento si él podría ver mis pensamientos y secretos más ocultos o si yo le parecía tan inocente que él juraba que yo nunca sería capaz de ocultarle nada.
Abrí la boca para decirle que sentía que ya no lo amaba de la misma forma, que necesitaba un espacio, un tiempo, donde al volver a nuestra vida cotidiana; al regresar de la expedición pudiéramos hablarlo y ver si esto sí funcionaría o no, porque, desgraciadamente sabía que soltar a Donovan; un buen hombre, por una aventura con alguien como el comandante Hofmann que no quería algo serio conmigo era quedarme al final sin ninguno de los dos.
Cuando de repente, la mirada de Donovan se desvió de mí hacia alguien detrás de mí, voltee y me sobresalté ahogando un jadeo cuando vi que era...
ESTÁS LEYENDO
Perdición (+21)
RomanceCuando Jana, una talentosa y apasionada arqueóloga, es elegida para un proyecto de exploración por el gobierno, no imagina que esta misión cambiará su vida para siempre cuando conoce al comandante Maximilian Hofmann; el prometido de la mejor amiga d...