Perdición (+21)

Capítulo 41: Perdición, parte I

Dedicado a: powerinluna

(Actualización 1/2)

Capítulo 41: Perdición, parte I

MAXIMILIAN HOFMANN

Me había quedado sin poder moverme, se sentía como si me hubieran dado un puñetazo en la cara o en el pecho, que me había dejado noqueado y sin aire.

Un extraño pitido invadió mis oídos como si me ensimismara en un torbellino sin apartar la mirada del anillo que envolvía su dedo anular con un joya diminuta y de imitación de diamante en medio. Había conocido sus manos, había conocido que ella no era de usar accesorios, era un regalo nuevo, ese anillo tenía un significado; era compromiso.

Ese sentimiento empezaba a arder dentro de mí, consumiéndome, un sentimiento irracional que se aferraba a mi pecho, los celos empezaban a carcomerme la cabeza al saber que fue el idiota de su novio el que se lo dió.

Ella quitó la mano de encima de la mía y yo salí del ruido estridente que atacaba mis oídos trayéndome otra vez a la realidad. Alcé la vista hacia su rostro, ella evitó mi mirada, sus mejillas se sonrojaron notablemente, ella sabía lo que yo había descubierto.

Me sorprendía la cantidad de cosas que ella le aguantaba al inútil de su novio, no había ni un solo momento en que no lo viera sin coquetear con las tenientes, haciéndose el interesante cuando solo era un imbécil.

-Felicidades, comandante. -tuvo el descaro de decir Jana aún sin mirarme al terminar la partida por haber ganado, pero yo aún no salía de mi asombro al ver el maldito anillo de su dedo.

La teniente Lindsay Schwarz dijo que ya el otro grupo podía ir a bañarse así que la doctora Clark se levantó desapareciendo de mi vista tan rápido como pudo. La molestía empezaba a invadirme, y sabía que yo no debía de sentirme así, pero, joder, sentía que me iban a explotar los oídos. Apreté mis puños y me levanté intentando contenerme, no aceptaba que él estuviera con ella, había intentado poner un límite, pero esto era incluso pasar por encima de mi orden de nada de parejas.

Fui a organizar las cosas intentando enfocarme en mi maldito trabajo de cómo ibamos a dormir y esas cosas, pero la imagen del anillo no salía de mi cabeza, ni paraba de molestarme.

-Comandante Hofmann-dijo el Coronel Freddy Hill acercándose a mí-, debido a que son pocas carpas tras el ataque, vamos a tener que agruparnos, compartir carpas entre dos o más personas.

-Organiza eso -le encargué aún sin lograr dejar de lado mi enojo-. Y... deja a los doctores de último.

Él frunció el ceño pareciendo ligeramente confundido.

-¿Por qué?

-Para que estén cómodos. -respondí simplemente, pero la verdad era que necesitaba asegurarme de que la doctora Clark estuviera lo más alejada posible del doctor Gustin.

Aun no cabía en mi cabeza por qué se empeñaba en estar con ese inservible.

Terminé de organizar y hacer inventario de las armas, pero aún así no estaba tranquilo.
Necesitaba respuestas. Sin poder controlarme más, empecé a caminar hacia el lago.

JANA CLARK

Apenas llegué al lago vi a Donovan hablando muy animadamente en alemán con la coronel Indira Merchan mientras ella estaba en atrevida lencería con el pelo húmedo, pareciendo una bomba sexy y sensual. Tal vez lo hubiera dejado pasar si él se hubiera negado cuando ella le pidió ayuda para acomodar su sostén.

En cuanto Donovan me vio se separó de Indira, él ya estaba vestido y fresco, ella ni siquiera volteó a verme, simplemente se vistió y se fue, pero yo aún tenía el enojo atorado en mi garganta porque él pudo haber ayudado a cualquier otra, pero eligió precisamente a la que me cae de la mal.