Capítulo 28: Que agradable el comandante.

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Capítulo dedicado a: DivaDianita

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Capítulo 28: Que agradable el comandante.

ZAID MALEK

-¿Otros americanos? -dije con malestar mientras Bassam me daba la noticia de que no sólo habían llegado americanos a librarse de uno de nuestros ataques, sino que llegaron más personas.

Estaban volviéndose fuertes; el ejército iraquí estaba lentamente tomando fuerzas para venir en nuestra contra, lo veía claramente.

-Han entrado en la sede principal de las fuerzas iraquíes de operaciones especiales esta mañana. -me informó.

No comprendía qué era esta convención, ni porque de repente Irak era de interés para ellos pero, que se estuvieran reuniendo me intranquilizaba. Nosotros habíamos luchado mucho para tener el control absoluto del país, estos recién llegados de seguro que no tramaban algo bueno para nuestro beneficio.

-¿Qué otra información de los americanos tienen? -cuestioné mientras tomaba unas avellanas y las metía a mi boca masticando lentamente.

-Se rumorea que puedan ir por El Cuarzo.

Apreté la quijada y las almendras que quedaban en mi mano las hice añicos con mi fuerza, la quijada me temblaba.

Si llegaban allí, tendrían nuevamente el dominio por el que tantos años me tomó luchar y era algo que no podía permitir. La minería donde se encontraba El Cuarzo no estaba resguardada, no sabíamos ni donde encontrarla.

Me eché hacia adelante pensativo cuando una brillante idea pasó por mi cabeza. Si lograbamos seguirlos y nos adueñabamos de la minería, entonces tendríamos el control total del país y definitivamente, de gran parte del mundo.

-Bassam, manda a los soldados en 10 -ordené-, no nos tendrán ventaja.

Él salió y yo tomé otras almendras.


JANA CLARK

Donovan.

Él no estaba mirándome, pero yo sí y por mi cabeza pasaban miles de emociones al mismo tiempo: emoción, miedo, angustia y culpa, sí, definitivamente culpa. Realmente pensé que pasaría mucho tiempo antes de volver a verlo y por eso hice lo que hice con el comandante Hofmann, porque por un instante me sentí justificada...

Sí, suena tonto pero, sentí que este tiempo donde no lo vería, sería suficiente para olvidar la noche anterior con el comandante Hofmann, y tendría suficiente tiempo para eliminar de mi cabeza las imágenes, su voz, las marcas en mi cuerpo y mi remordimiento por una increíble noche Premium que nunca debió ocurrir. Pero ni tiempo tuve de procesar nada porque mi novio; el hombre que se suponía amaba, estaba aquí.

-¿Estás bien? -dijo Lindsay probablemente al ver que me quedé pasmada en mi lugar.

-Sí, es... -aclaré mi garganta- es que creo que es mi novio el que está allá, ¿o estoy alucinando?

«Necesito que esto sea una alucinación, por favor, que esto no esté pasando»

-¿Qué? -dijo Sebastián volteando sin nada de disimulo siguiendo el hilo de mi mirada-¿Cual es? ¿El musculoso que tiene cara de asesino?

Fruncí el ceño al ver al hombre que él se refería, definitivamente no.

-El de lentes, es arqueólogo. -dije.

Su expresión sorprendida pasó a la decepción y luego a la confusión.

-Ah, parece, tranquilo, se nota que es estudioso -se limitó a decir Sebastián.

Perdición (+21) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora