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Fanfic: "Yamato y el ASL"
La isla de Foosha estaba tranquila como siempre, pero algo diferente flotaba en el aire aquel día. El viento traía consigo un nuevo visitante, uno que no encajaba con lo que el pueblo conocía. Un chico joven, alto, con cabello blanco y cuernos, emergió de las olas con una mirada desafiante. Su nombre era Yamato, y su historia comenzaba mucho antes de su llegada a esta isla.
Yamato había nacido como hijo de Kaido, el Emperador de los Mares, y aunque había sido criado bajo las estrictas órdenes de su padre, siempre había sentido un impulso por ser libre. Su admiración por Kozuki Oden y su deseo de emularlo como un hombre libre la habían hecho huir de Onigashima, buscando su propio destino, lejos de la sombra de su progenitor.
Cuando llegó a Foosha Village, fue recibido con una mezcla de sorpresa y cautela por los tres chicos del ASL. Luffy, Ace y Sabo, aunque sorprendidos por la aparición de un extraño con la marca de Kaido en su rostro, lo trataron como a uno más de ellos. El vínculo que compartirían sería inmediato y profundo.
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Capítulo 1: Yamato, un nuevo hermano
Yamato observó desde la orilla cómo los tres chicos jugaban a pelear, riendo mientras se daban puñetazos y patadas sin preocuparse demasiado por el daño. Era como si no tuvieran miedo de nada, y en ese instante, Yamato sintió algo que no había sentido en mucho tiempo: una sensación de libertad.
"¡Ey, tú!" gritó Luffy, señalando a Yamato desde lejos. "¡Ven a jugar con nosotros!"
Al principio, Yamato dudó. Estaba acostumbrado a vivir con una disciplina férrea, entrenando solo o bajo la estricta mirada de su padre. Pero el ambiente que emanaba de esos chicos era completamente diferente. No había reglas estrictas, solo risas, desafíos y una confianza inquebrantable entre ellos.
Pronto, Yamato se unió al grupo. No solo era fuerte, sino que también compartía el deseo de libertad y aventura que todos ellos anhelaban. Durante los días siguientes, se entrenaba con Luffy, Ace y Sabo. A pesar de su físico imponente y su aspecto feroz, Yamato se mostró como un chico alegre, lleno de energía, que compartía los mismos ideales que sus nuevos hermanos.
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Capítulo 2: El entrenamiento juntos
En las montañas cercanas, el entrenamiento de los chicos del ASL era feroz. Luffy, siempre el más entusiasta, tenía la habilidad de hacer que todo fuera una competencia divertida. Ace, por su parte, siempre trataba de empujar a todos al máximo, mientras Sabo ofrecía estrategias y consejos prácticos para mejorar su lucha.
Yamato, que ya tenía un gran dominio de la espada y una fuerza descomunal, pronto se convirtió en una parte integral de su grupo. Aunque su entrenamiento había sido algo solitario en el pasado, con Luffy y los demás encontró la camaradería que tanto había deseado.
"¡Vas a ver, Yamato! ¡Te vamos a enseñar cómo pelear con más estilo!" gritaba Luffy, siempre lleno de entusiasmo.
"¡Voy a superarte, Luffy!" respondía Yamato con una sonrisa retadora, sin dejarse intimidar por la inquebrantable energía de su amigo.
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Capítulo 3: El sueño de Yamato
A medida que pasaba el tiempo, Yamato comenzó a sentir que finalmente estaba siguiendo su propio camino, uno alejado de la sombra de Kaido. A pesar de haber crecido como su heredero, su verdadero sueño era ser libre, vivir la vida como lo había hecho Oden y no bajo la opresión de su padre.
Durante una noche tranquila, cuando todos se sentaron alrededor de una fogata, Yamato compartió su sueño con los demás.
"Yo... quiero ser libre," dijo, mirando el fuego con determinación. "Quiero hacer algo más que ser la herramienta de Kaido. Mi sueño... es liberar Wano. Quiero derrotar a mi padre."
Luffy, sin perder la sonrisa, se levantó y puso su mano sobre el hombro de Yamato. "¡Eso suena genial! ¡Nosotros te ayudaremos! ¡Seremos los más grandes piratas del mundo!"
Ace y Sabo lo miraron con admiración. Sabían que Yamato, aunque venía de una familia tan peligrosa, compartía el mismo espíritu indomable que ellos. Juntos, irían a donde los llevara el viento.
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Capítulo 4: El viaje comienza
Finalmente, cuando Luffy y su tripulación comenzaron a hacerse cargo de su destino, Yamato no dudó en unirse a ellos. Después de todo, el mar era el lugar donde podía ser libre, lejos de la influencia de su padre.
Con su espada en mano y el corazón lleno de propósito, Yamato se embarcó en un viaje lleno de retos, pero también de promesas de un futuro sin cadenas. La tripulación de Luffy, Ace y Sabo ya no era solo una familia, sino una fuerza unificada dispuesta a cambiar el mundo.
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Epílogo: La libertad de Yamato
A medida que viajaban por los mares, Yamato luchaba con el mismo ímpetu que sus hermanos del ASL. Sin embargo, cada batalla que libraba, cada isla que visitaba, le recordaba que su verdadera batalla no era solo contra su padre, sino también contra su propio destino.
Con el apoyo de Luffy, Ace y Sabo, Yamato nunca más sintió la presión de ser una simple extensión de Kaido. Se dio cuenta de que su verdadero legado no estaba atado a su apellido, sino a las decisiones que tomaba por sí mismo. Y en ese viaje, encontró una nueva familia: la tripulación que compartiría sus sueños y su libertad.
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