—Lucci, ¿vas a quedarte ahí parado sin hacer nada? ¿Sobre esa roca? ¿Solo mirando?
Lucci observa con gran enfado a un chico envuelto en un traje turquesa que sonríe demasiado.
"No, no, no, no te irás de aquí sin decir nada. ¡Es un festival pirata! ¡Divirtámonos!"
En la cabeza de Lucci aparece una marca de verificación: "¿No ves que la ciudad ya está en ruinas?"
El chico sonríe. "Cuanto más romántico se vuelve, ¿no crees? Hacer el amor".
Lucci lo fulmina con la mirada, aunque pronto desaparece en el aire y en un instante reaparece frente al muchacho imperturbable. Lucci sostiene la barbilla del muchacho para que lo mire y esboza una sonrisa burlona y una mirada divertida.
"No seas tan descarado", susurró Lucci en el oído del niño, ganándose una risita de él.
Cuando Lucci lo suelta, Sabo se encoge de hombros. "Es una verdadera decepción. Pero pensé que me ibas a besar".
"No juego con un mocoso".
"No soy una mocosa. No te delataré ante Dragon-san".
"Razón de más por la que eres un mocoso".
Lucci desaparece de nuevo. Y esta vez reaparece bastante lejos de Sabo. Sabo chasquea la lengua decepcionado.
"Y yo que pensaba que por una vez me iba a llevar al gato."
Un encogimiento de hombros.
"¡Nos vemos de nuevo, Rob Lucci-san!"
Lucci está visiblemente decidido a ignorarlo.
