HISTORIA – 4 de enero de 2992
Llegado el amanecer, en los tablones de anuncio de cada barracón, una nueva captaba la atención de todos los presentes.
Adlar y sus amigos esperaron a que se apartara un grupo de personas para que uno de ellos lograra alcanzar a ver qué era lo que ponía en ese papel escrito a imprenta. Cuando fue posible, vieron que contenía dos párrafos, entre los cuales había una serie de requisitos. El anuncio hablaba de un programa de reclutamiento, por una decisión que se tomó el día de ayer en el Consejo de Irchar.
―"El Consejo de Irchar aprueba la siguiente decisión sobre el programa de reclutamiento de voluntarios para la Campaña de Argonia:"― comenzó a leer Adlar ― "Se admite la libre admisión de cadetes en formación, para sumarse a las filas del recién creado regimiento, conocido como 'La División de Voluntarios de Irchar', también llamada como 'La Undécima División'. Para ello, todo interesado deberá ir al Cuartel del Coronel del Campamento de Cadetes, donde se podrá alistar si cumple con alguno de los siguientes requisitos: Los padres deben de estar de acuerdo con enviarlo, rellenando un formulario que se le dará en el mismo Cuartel; debe ser un cadete que se encuentre, como mínimo, en tercer año de formación; no debe ser hijo ircheno único, y solo irá un miembro de cada familia irchena. Y como requisito para voluntarios mayores de edad que sean varones, deben asegurar su descendencia."
―Vamos, que, dentro de este grupo, solo Adlar y yo podríamos entrar en ese ejército― concluyó Llegrar.
―Yo también podría― comentó Ayar.
―¿Tus padres estarían de acuerdo? Y lo más importante, ¿tienes algún hermano para no ser hijo único?― preguntó Llegrar a modo de burla.
―Mi madre lleva embarazada desde hace unas semanas― contestó Ayar.
Todos se quedaron sorprendidos al escuchar aquello.
―¿Hace unas semanas?― repitió Llegrar sorprendido ―¿Por qué no nos lo has dicho antes?
―¿Os habría importado alguno?― inquirió Ayar con los brazos cruzados.
―Bueno, a ver, no habría sido una noticia muy relevante para la historia de nuestro grupo, pero...― titubeaba Llegrar ―¡Ey, enhorabuena tío, vas a ser hermano mayor!― felicitó Llegrar dándole a su amigo una serie de palmadas en la espalda.
―Sí, y eso sería algo que no me agradaría para nada― comentó Ayar ―. Me lo encasquetarían a mí los fines de semana, y no sé si con ello me quitaría trabajo en la panadería, o bien ponerme más responsabilidades.
―Entonces... ¿tú te unirías?― se interesó Adlar con el otro tema.
―Ehm... no sabría qué decir.
―¿No sabrías qué decir?― exigió saber Adlar incrédulo.
―Es que... no sé, sería un cambio demasiado grande en mi vida, mirad lo que sigue― terminó Ayar señalando las siguientes líneas ―. "La cantidad necesaria de cadetes voluntarios tiene que llegar a los dos mil. El programa de reclutamiento concluirá el día quince de este mes, al día siguiente, los voluntarios serán entrenados por seis meses para disponer de la preparación mínima. Si no cumplen con las expectativas, se irá descartando voluntarios que sobren. Finalizado el entrenamiento, esas tropas pasarán a ser graduadas como soldados, y servirán a la nación cobrando lo mismo que un soldado común. Finalizado el tiempo de campaña, la cual durará unos seis meses, todo voluntario que regrese será recomendado en cualquier parte de Irchar, honrando a su familia y a su nación." Firmado por el General de Irchar, la Gobernadora de Irchar, y el Maestre de la Orden de los Consejeros.
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Las Guerras de Oriennón (Volumen 1)
FantasyEn un mundo devastado por incesantes guerras, un joven guerrero emprende un arduo camino repleto de desafíos y batallas. Sin saberlo, está a punto de iniciar una historia de la que no podrá escapar. No está permitido hacer una publicación de mi hist...