Storm Blue || Riverdale

27

Tu novio el mecánico caro.

Jen Jones

Navidad... Ese día tan amado por todas las personas en todo el mundo, una fecha llena de amor, alegría, ambiente familiar, regalos y deliciosa comida. Claro que para nosotros fue completamente diferente, el ambiente familiar se había derrumbado semanas atrás después de que Fp se enterara de nuestro trato con Penny.

Fp nos prohibió volver a meternos con ella, otra vez, y sería él repartiera la droga en vez de Jughead. Con eso las felices fiestas perdieron todo valor o felicidad, aunque yo aún no me resignaba, quería una familia unida para el día de Navidad y no quería rendirme hasta lograrlo.

Me levanté con mi mejor espíritu navideño del mundo, esa misma noche sería noche buena y no quería que la pasáramos como desconocidos.

La mañana mañana era fría y lúgubre, de esas que te hacen sentir enfermo y sin ganas de hacer nada. Admito que no era un buen comienzo, aún así me levanté de la cama de un salto y me propuse preparar algo de chocolate caliente e ir a comprar unas donas a Pops.

Pero todas esas ganas quedaron rotas cuando escuché desde la habitación la discusión matutina entre Jughead y Fp. Me pareció escuchar a Tollboy y después unos fuertes reclamos por parte de Jughead.

—¿Qué hay en las bolsas? —lo escuché preguntar.

Salí de la habitación con cada centímetro de mi ser afectado, de pronto el clima empezó a afectarme y me sentí enferma, pero no de salud. Tomé un baño rápido y me alisté para ir a Riverdale High, los chicos nos habían invitado a un intercambio así que me apresuré a vestirme y a guardar el regalo que le había envuelto a Archie.

—¿Estás lista? —me preguntó Jughead con un tono nada animado.

—Sí —me limité a responder.

Hasta los ánimos para hablar se habían perdido. Jughead tomó las llaves de su motocicleta y yo las de la puerta, como Fp ya había llegado ya no podía usar su motocicleta.

—Oye, Jen ¿podemos hablar? —me pidió Fp desde el sofá.

—Voy a calentar la moto, te espero —susurró Jughead y salió.

—La verdad es que no quiero hablar contigo hoy, Fp —susurré y seguí a Jughead antes de que pudiera contestarme.

Cuando salí no pude contener el par de lágrimas gruesas que resbalaron por mis mejillas hasta caer en la bufanda roja que Tony me había obsequiado. Jughead me miró con pesar y se apresuró a abrazarme. Su cuerpo rápidamente me dió calor mientras el sostenía mi cabeza contra su pecho.

—Todo va estar bien, Jen —susurró apretándome con suavidad—. Te lo prometo —depósito un beso en mi frente sin soltarme y acarició mi cabello.

El pecho me quemaba y una presión ajena a las manos de Jughead me abrumó la cabeza. Estuvimos así unos segundos mientras me desahogaba, él esperó a que me recuperara, cuando lo hice subimos a su motocicleta y nos dirigimos a nuestra antigua escuela.

Al llegar nos separamos de inmediato, él fue a buscar a Betty y yo a Tony, pero luego nos encontraríamos en el salón de descanso. Caminé por los pasillos buscando a mi chico de ojos cafés, de la nada unas manos gruesas me cubrieron los ojos, de inmediato supe que era Tony, su delicioso perfume había chocado con mi olfato apenas se colocó detrás de mí.