Capítulo 7

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Estoy acostada leyendo, cuando oigo que alguien toca la puerta. Me paro para ir a ver. La abro, se me acelera el corazón al ver que el que llama es Derek. ¿Qué hace aquí? Ni siquiera estoy arreglada. Tengo puesto unos pants y una playera manga larga negra, aparte, el pelo lacio suelto, sin peinarme.

-Hola... Eh... mis padres y yo te invitamos a comer-me dice nervioso- ¿quieres?

- ¡Claro! ¿Hoy? ¿Ahorita? -pregunto.

-Hoy, ahorita. Ya estás bonita, no te arregles.

Me pongo más nerviosa cuando me dice bonita. Me recojo el pelo y lo paso atrás de mi oreja. Le sonrío.

-Me cambio y salgo-digo.

-Está bien, entonces te veo en la casa.

Sonrío y cierro la puerta cuando da media vuelta y se marcha.

Y ¿ahora? ¿Qué me pongo? Un vestido, un vestido está bien. Voy a mis maletas y busco uno. Encuentro uno color vino sin mangas. Me lo pongo, me llega un poco más arriba de las rodillas. Este me da seguridad, se me ve bien. Me peino y decido dejármelo suelto. Me pongo mascara en las pestañas de mis ojos cafés claros. Agarro mis zapatos negros de prisa, no quiero hacerlos esperar.

Cruzo el jardín y llego a la casa. Todos están en la sala, listos. Natalie se puso un vestido blanco, se ve linda. Parker con una camisa. Caleb camisa, igual. Derek camisa, pero a él se le ve increíble, se ve guapísimo. Mientras saludo a sus papás, noto que me observa fijamente.

Salimos al coche, él va detrás de mí. Cuando llegamos a él, se apresura y me pasa, antes de que pueda abrir la puerta, llega y me la abre. Nuestras manos se rozan, y un sentimiento pasa por todo mi cuerpo. Que caballeroso. Con una sonrisa de agradecimiento me subo, y después el. Quedo en medio de Caleb y Derek.

Apenas conozco a Derek, solo unas horas, pero estar al lado de él me hace sentir de una manera indescifrable.

En el camino no digo nada, ni el a mí, pero siento su mirada clavada en cada movimiento de mis manos. Lo bueno es que antes de viajar fui a hacerme el manicure. Observo mis manos y las mantengo quietas. Subo la mirada y lo veo a los ojos, vuelvo a sentir lo mismo por todo mi cuerpo cuando me ve a los ojos. Aparto la mirada rápido y veo sus manos, frunzo el ceño al ver sus nudillos, tienen costras, no había notado eso ¿por qué las tendrá? Qué curioso resulta ser cada vez más. ¿Serán estas las cosas dañinas? ¿Se pelea? Me da más curiosidad de lo que debería. La voz de Parker me interrumpe de mis pensamientos al decirnos que ya llegamos. No me di cuenta del tiempo que hicimos, hasta que veo la hora, son las 15:20, tampoco vi a qué hora salimos, así que desconozco. No disfrute del camino viendo las calles, y conociendo Berlín, solo por estar pensando en las cosas curiosas de este chico Derek.

Entramos al restaurante, todo es muy elegante. El piso es de madera, al fondo a la derecha hay una barra, de ahí el resto son mesas con mantel blanco, las sillas son rojas. Nos sentamos en una de las mesas más cercas a la puerta. Me siento viendo hacia la calle, me sorprendo cuando Derek llega y se sienta a lado de mí. Desde mi lugar puedo ver toda la calle por la ventana de cristal, tengo bonita vista de frente, y... también de lado.

Nos traen la carta, y pido una ensalada y un pescado. Los demás piden también. Parker se toma su tiempo en escoger el vino hasta que se decide.

Lo pruebo y tiene un sabor exquisito.

Para hacer platica, Caleb me pregunta de mi vida en Saarbrücken. Mientras les platico, Derek me observa, lo siento, y es incómodo. Comenta en algunas cosas, y me gusta su voz.

Al terminar la comida, que estuvo deliciosa, nos vamos directo a la casa. Ya no hay tanta tensión entre nosotros, ya me relajé más con él, él hace que me sienta así cuando me mira.

Aún así, no me arrepientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora