-¿Bueno? -Contesta mi madre de inmediato al segundo tono de la llamada.-Hola, ma-digo sonriendo.
-¡Anne! ¡Hola! -exclama con emoción- ¿Cómo estas? ¿Qué haces? Espera, llamaré a tu padre.
-Si-me río.
-¡HIJA! ¿Qué haces? ¿Cómo estas? -me dice mi padre.
-Cuéntanos como te va- mi madre.
-Para empezar, estoy muy bien. Ahorita estoy en una cafetería que queda cerca de la casa, ya desayuné, y acá estoy viendo a la gente de Berlín pasear. De hecho, antes de venir a la cafetería me encontré a Natalie y a Parker. Los invité, pero ya tenían planes.
-¡Qué bueno! Nos alegra mucho. Salúdanoslo por favor. ¿Qué haz hecho con ellos? -me dice mi papá. Ya no escucho a mi mamá.
-No mucho. Casi no los he visto. Pero me gustaría mañana.
-Estaría muy bien.
-Sí... Me gusta mucho Berlín-digo seguido.
-¿A quién no? Cariño- contesta con voz burlona.
-Bueno, ¿les parece si les marco en un rato? -quiero colgar.
-Por supuesto, cuídate- colgaron.
Derek dijo que su pelea es en la noche. Entonces ahorita podría rentar una bicicleta y recorrer la ciudad. Pienso rápido en Derek, a él le gustaría. No lo vi en la casa cuando salí. Talvez se fue a entrenar. Pasaré a su gimnasio ya que queda cerca, a ver si está entrenando.
Llego al gimnasio y en la entrada hay chicos tomando agua, empapados de sudor, todos con el pecho y bíceps marcados. Me pregunto si alguno de estos peleará con Derek en la noche, de todas maneras él es más fuerte.
Me intimida un poco el lugar con todas las miradas de los chicos peleadores. Todos tienen algo en común, los tatuajes. No he visto a ni uno limpio de tatuajes, excepto Derek. Es raro eso, nunca lo había pensado antes.
Decido dar unos pasos para ver mejor el lugar, y encontrar a Derek. Si es que está acá, me recuerdo.
Igual que ayer, dos chicos en la jaula matándose, aunque Derek diga que no se matan a golpes, para mí eso parece.
Quedo parada observando todos los ejercicios que hacen. Sin poder evitarlo sonrío cuando encuentro a Derek hasta el fondo en la barra haciendo dominadas. Camino hacia él mirándolo, cada vez que se impulsa infla los cachetes en gesto de esfuerzo. Ya veo porque tiene los brazos tan fuertes.
A unos pasos de llegar a él me ve y me sonríe. Mis piernas antes de poder controlarlas corren hacia él y mis labios en ruega de un beso quieren llegar.
Le doy un beso cuando estira sus brazos del tubo al que se agarra, vuelve a flexionar y se suelta cayendo parado enfrente de mi sonriendo.
-¿Qué haces acá? -me pregunta emocionado sonriendo.
-Quería verte-contesto seguido de un beso en la mejilla sudada.
-Yo también, pero tuve que venir a entrenar- hace una mueca de dolor- Acompáñame por agua.
Asiento. Caminamos al garrafón que hay en la entrada donde todos van a tomar agua.
Cuando levanta su mano sosteniendo su botella, veo sus nudillos ensangrentados. Me lastima verlo lastimado a él, aunque parece no darle importancia.
-Quería saber si estás libre... me gustaría rentar una bicicleta y salir.
-No puedo acompañarte, necesito entrenar-me dice con un tono frío por primera vez. Lo noto un poco malhumorado ¿Será mi visita?
-Está bien- digo un poco dolida.
-Pero si me acompañarás a la pelea ¿verdad?
-Sí.
-¡LARSEN! ¡TU TURNO! - Le grita un señor que se encuentra a lado de la jaula de pelea.
-Debo irme- dice acelerado- Lo siento- me dice con una voz más tierna y coqueta a la vez.
-¿Vas a pelear? -preguntó preocupada.
-Ahorita, sí. Es entrenamiento. No te preocupes, te quiero- me contesta y se va corriendo a la jaula.
Me quedo parada viéndolo ponerse los guantes. Me dijo que me quiere. Me quiere.
Cuando entra a la jaula, es momento para mí de irme.
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Aún así, no me arrepiento
Romance"El mejor viaje de mi vida, con lo peor que me pudo haber pasado." En el viaje de Anne, antes de entrar a la universidad, se queda con la familia Larsen un tiempo corto, y conoce a Derek. Un chico atractivo que practica Artes marciales mixtas. Tien...