Capítulo 13

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Paso por Barns y cuando huelo el olor dulce de cafetería trato de contenerme y no comprar nada. Fallo. Cuando me doy cuenta ya estoy adentro viendo los panes frescos para comprar, es que este lugar es una maravilla, es delicioso todo. Hay mucha variedad, termino escogiendo un pan de chocolate, dulce... claro. En la caja venden galletas también, entonces antes de pagar agarro una y me cobran las dos cosas.

El clima hoy está a 24 grados, perfecto para una fiesta de alberca, talvez sí me animo a meterme a la alberca, solo si Derek igual lo hace. Ya he estado más tiempo con él, por alguna razón, su compañía me hace sentir en confianza.

Cuando veo el gimnasio del lado opuesto que estoy, cruzo la calle. Ya me acabé el pan, guardé la galleta por si me da hambre al rato, o antojo.

Me imagine que el gimnasio tendría mejores instalaciones, más bonito el lugar, ni siquiera sé si es un gimnasio, solo veo una jaula de pelea en medio, y al rededor barras, costales, y algunas otras cosas.

Cuando entro veo a muchos chicos fuertes haciendo ejercicio, no hay ninguna chica. Todos me voltean a ver por un segundo cuándo me quedo parada en la entrada, me siento algo incomoda. Entre todos los chicos no encuentro a Derek. Veo una silla a unos pasos, camino hacia ella para sentarme y esperarlo. Me quedo viendo la jaula, adentro hay dos chicos peleando, pareciera que no tienen reglas, asi como me dijo Derek, se lastiman mucho. De pronto cuando regreso de mi distracción, el chico de la jaula ya está en el piso, siendo lastimado por el que lo monta encima pegándole en la cara. Dios mío, pienso que alguien debería de detenerlos. ¿Derek hace eso? No puede ser que haga semejante cosa. De pensar que lo lastiman asi me da escalofríos, y peor cuando lo imagino viceversa. Nunca había visto estas cosas, es un horror.

Cuando mi atención regresa a la jaula, una persona la tapa de mi vista, Derek, enfrente de mí.

-Hola, linda-me dice con una gran sonrisa- ¿en qué pensabas?

-Hola, Derek- le devuelvo la sonrisa.

-¿Lista? - Asiento- Vamos- me dice y me paro.

Está sudado y agitado, con el pelo mojado en la frente, sin camisa. Su abdomen se ve más marcado que nunca, se ve tan guapo ahorita.

-Oye, ya vi cómo se pegan acá, es horrible- no puedo evitar no decírselo.

-¿Tú crees? -se ríe.

-¡Si! Dime que tú no haces eso. Casi se matan-digo en tono serio pero con una sonrisa. Cuando estoy con el no paramos de sonreír.

-No nos matamos. A mí me gusta, soy de los mejores- dice con tono de superioridad.

-Mmm... Se lastiman-ya no le quiero decir más.

Nos subimos a la moto cuando llegamos a ella. Lo abrazo, y arranca. Recuesto mi mejilla en su hombro y veo las tiendas por las que pasamos.

Una calle antes de llegar a la casa de la fiesta, ya se escucha la música muy alta. Cuando llegamos, es una casa grande, más que la de él. El garaje está abierto para que entren los invitados. Hay chicas en la calle con bikini, chicos gritando.

Me bajo de la moto cuando la estaciona, me quedo viendo hacia enfrente y Derek camina enfrente de mi cuando un grupo de chicos lo llaman por su nombre, acto seguido empiezo a caminar para alcanzarlo.

-Miren, ella es Anne- me toma de la mano y me jala hacia el viéndome a los ojos.

Alrededor de mi hay unos diez chicos viéndome, a los que Derek me presento. Me siento incomoda.

-Hola, Anne- escucho que me dicen varios. Volteo a ver a todos y les sonrío. La mayoría les veo tatuajes en los brazos, no tienen camisa puesta, todos ya están en traje de baño. Son bastante guapos, pero Derek les gana.

-Hola- contesto apenada entre los brazos de Derek. Mi incomodidad se amortigua con su abrazo.

-Vamos adentro, muñeca-me jala de la mano y entramos a la casa por el garaje, caminamos hasta llegar al jardín, donde están muchos chicos y chicas en traje de baño bailando por todas partes. Hay demasiados.

Me sorprende que Derek me agarre de la mano enfrente de toda esta gente, que son sus amigos. Me gusta lo que somos, y el también.

-Allá están mis amigos, vamos. Te los quiero presentar- me dice señalando con la mano que no me sujeta, un grupo de chico sentados en una mesa que hay en la terraza. Asiento, y caminamos hacia ellos que nos ven.

No he dicho nada, porque no creo que me escuche con la música tan fuerte.

-Esta preciosura, es Anne- les dice a todos cuando llegamos. Al escucharlo pronunciar esas palabras me ruborizo al instante.

Los veo a todos que me sonríen y me saludan, les devuelvo la sonrisa.

Volteo a ver a Derek que me da seguridad, ya que es el único que conozco. Cuando me doy cuenta, sus manos me tocan las caderas y me levantan y me sienta encima de la mesa. Sofoco un grito, y de inmediato cierro las piernas, porque tengo falda. Derek se planta enfrente de mi parado y queda a mi altura, los dos parados él es tres cabezas más alto que yo. Me ve a los ojos, se acerca y me da un beso en la mejilla mientras me agarra las dos manos.

-¿Nos vamos a meter a la alberca? ¿Quieres? - me pregunta.

-Estaría bien, ¿no?

-Al rato.

Asiento.

Aún así, no me arrepientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora