Capítulo 55

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Narra Anne

Por suerte solo tuve que esperar tres horas para el siguiente vuelo a Saarbrücken. Pude llegar sin ninguna complicación a mi ciudad natal. No les avisé a mis padres que vendría, ahorita voy en camino en un taxi a la casa. Espero que reaccionen bien.

Cuando llego, la casa se ve igual por fuera que desde que me fui, pareciera que todo ha cambiado dentro de mí, no estoy regresando a mi casa de la infancia siendo la misma cuando salí con mis maletas para ir a conocer Berlín, ahora regreso con las mismas maletas pero me siento otra persona, me siento muy diferente.

Le pago al chofer y suspiro parada ante mi casa antes de comenzar a caminar hacia la entrada. Me siento nerviosa.

Frente a la puerta, toco la puerta y un poco después abre la puerta mi mamá.

Su expresión al verme es como si fuera un fantasma, y yo no sé qué decir hasta que decido:

—¡Hola, mamá! —exclamo y pongo mi mejor sonrisa.

En respuesta me abraza fuertemente.

—Pásale, ¡ay, te extrañamos tanto! —Se aparta para que pueda entrar— ¡Cariño, acaba de llegar nuestra hija! —le grita a mi papá desde las escaleras.

En eso baja corriendo y me da un abrazo. Me ayuda a meter mis maletas mientras los dos me comienzan a hacer mil preguntas: "¿Por qué no nos avisaste? ¿Cuándo llegaste? ¿Por qué?

Lo único que quiero ahorita es subir a mi cuarto de toda mi vida, bañarme y quedarme ahí para siempre.

Aún así, no me arrepientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora