Capítulo 25

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Conozco el camino de la casa al gimnasio y sé que Derek no va para allá.

-¿A dónde vamos? - le pregunto preocupada.

-Espera- me contesta.

¿Quién se cree? ¿A dónde me lleva?

-¡Derek! - le gritó impacientemente, empezando a preocuparme.

-Deberías confiar en mí- dice quitando su mano derecha del volante colocándola en mis manos que lo abrazan.

Tiene razón. Recuesto mi cabeza de lado en su hombro izquierdo, y cierro los ojos. Mi corazón se calma.

La moto se detuvo. Abro los ojos de inmediato y noto que nos acabamos de estacionar, se escucha música cerca con un volumen alto. Despego mi cabeza de su hombro y volteo a la derecha. Veo un local enfrente y en letras grandes e iluminadas que dice "Tatuajes". De ahí viene la música. Cada vez me confunde más Derek.

Se baja de la moto y me extiende su mano para ayudarme a bajar. Parada enfrente de él, me lo quedo viendo a los ojos pidiendo con la mirada una explicación.

¿Qué razones podrían ser las posibles por las que me trae aquí? Solo una. Que él se hará un tatuaje. Al menos que me esté confundiendo y el local de tatuajes no es a donde me lleva.

Me toma las dos manos.

-Ven- me dice soltándome una mano. Agarrándome una, me jala para cruzar la calle en dirección al local. Confirmo que ahí si es a donde me lleva.

No reacciono. Solo pienso. Hasta llegar a la puerta de entrada me detengo y le digo sujetando con fuerza su mano para que se detenga:

-¿Qué es esto? Espera.

-Quiero que me tengas siempre- me toma la otra mano- déjame marcarme en ti para siempre.

-¿Qué? -No habla en serio ¿verdad?

-Por favor.

Aún así, no me arrepientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora