Capítulo 11

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Ya es mi cuarto día acá, y esta mañana es la que ha tenido el peor clima, peor que el primero. No puedo salir de mi cama porque todo, excepto mi cama, esta helado. Yo quería salir a conocer un lugar, con Derek... a donde sea que me iba a llevar, pero imposible con este frio. No creo verlo entonces, o a lo mejor al rato ya no esté este clima, es temprano.

Aprovecho de la comodidad de esta cama y del frio para leer, no he continuado desde hace dos días. Es un libro bastante bueno. Se me pasa el tiempo leyendo, y cuando veo la hora, ya es medio día, y mi estómago ruge del hambre. No quiero molestar a Natalie, podría ser buena idea pedir alguna comida, así no tengo que hacer mucho esfuerzo más que pararme por ella y pagar. Busco en mi computadora comida con entrega a domicilio. Encuentro un restaurante tailandés cerca, aproximadamente me traerían la comida en 30 minutos, está bien. Hay una pasta tailandesa que se ve muy bien. Ya me aprendí la dirección de la casa, así que todo perfecto.

Llega a los 30 minutos exactos, mis pies se congelan cuando tocan el piso. Camino rápido para recibirlo, pago, y regreso corriendo a mi cama, y de paso agarro calcetines para mis pies, me alegro de haber sacado todo de mi maleta ayer, hoy no podría.

Sentada en mi cama, como la pasta tailandesa, esta exquisita. Voy a ir esta semana a comer ahí, por las imágenes que vi del lugar, está muy bonito, a lo mejor puedo ir con Derek. Me gusta mucho que mi cuarto tiene mucha privacidad, no soy molestia, y eso me agrada.

Me termino toda la pasta y tiro el envoltorio en el bote de basura, guardo la dirección del Restaurante.

Empiezo a aburrirme de leer, no se me ocurre que más podría hacer en mi cama. Puedo ver la televisión, pero no quiero; leer, pero ya me aburrí; dormir, pero no tengo sueño. No hare nada, me quedo acostada de lado viendo el girasol de Derek en un florero, no puedo evitar sonreír. Quiero verlo. Unos golpes en mi puerta interrumpen mis pensamientos, me paro y corro a la puerta, antes de abrir suspiro. ¡Es Derek! Derek en mi puerta, de nuevo, pero esta vez me da más emoción que nunca. Lo veo parado a centímetros de mí, sosteniendo con una mano un bonche de películas, y con la otra una bolsa de palomitas. Sonrío al instante y me quedo viendo sus manos llenas.

-Y... ¿Qué vas a hacer hoy? -dice con voz tremenda, y menos grave de lo normal.

-¿Ver películas contigo? - me rio.

-Así es- pasa adentro de mi cuarto, parece tener frio- Hoy empezamos con el plan de hacer el mejor mes.

-Y medio- corrijo y me acuerdo de mi papá- Hace mucho frío.

-Lo sé, por eso planee esto. Perfecto para este clima.

No tenía ganas de ver la tele, no hasta que apareció Derek con películas en la mano, ahora quiero ver todas las películas existentes con él.

Decidimos empezar con una película de comedia. Derek la pone mientras me meto en la cama por el frio, y es cuando me pongo a pensar que el estará a mi lado en esta cama, pero no le tomo mucha importancia, no pienso ir al sillón, allá hace más frio, y yo me siento muy cómoda aquí.

-Golosa, toma las palomitas y el algodón de azúcar, están en la mesa de noche- me dice señalando.

Obedezco y abro las palomitas. Se ha de haber dado cuenta de que me gusta lo dulce, el algodón de azúcar siempre se me antoja. Sigo pensando que su detalle de regalármelo es lindo.

Cuando empieza la película Derek se mete a mi cama y siento su cuerpo a lado de mío. Sentir esto ya se ha vuelto incontrolable. No decimos nada, vemos la película en silencio, comiendo palomitas.

Cuando termina, ponemos la segunda. Esta está mucho mejor, de romance, la anterior me aburrió. Miro la hora, son las 17:00, si vemos todas las películas hoy, acabaremos muy tarde, no me importa estando a su lado.

-¿quieres que vaya por más palomitas? - me pregunta volteándose hacia mí, viéndome a los ojos. Asiento-Bueno, ahora vuelvo- me guiña un ojo y se levanta de la cama.

Me gusta tenerlo cerca, pero cuando se va, aprovecho para estirarme en toda la cama grande. Me encanta su tamaño pero ojalá fuera más chica para tenerlo aún más cerca.

Cuando regresa me acomodo otra vez y le sonrío viéndole los labios, que bonitos. Trae la bolsa de palomitas junto con otra de pretzels, ya extrañaba comer esa delicia, "delicia él" me recuerda mi subconsciente.

-Listo- me dice y yo extiendo los brazos para que me de los pretzels. Se acerca a mi caminando y por sorpresa, me abraza ¡me abraza! Y yo se lo devuelvo, siento sus músculos duros. Recibir los pretzels era mi intención, pero recibir su abrazo, es lo mejor. Se aparta de mí, y su mano me toca la mejilla, por un momento pienso que me va a besar, pero la quita y se sube a la cama. Estoy loca o se ve en sus ojos que quiere besarme, ¿Por qué no lo hace?

Por fin me extiende las manos con las dos bolsas, decido agarrar la de pretzels. La abro y comienzo a comer, me encantan. Ya me ha dado dos cosas de mis favoritas sin habérselo dicho, que adivino.

Le pongo reanudar a la película, y continúa. Esta bonita, aunque no he entendido muy bien porque me distraen mis pensamientos.

Dan las 18:30 cuando termina, a mí todavía me quedan pretzels, no digo nada y sigo comiendo. La pantalla se pone en negro y Derek voltea a verme, siento su mirada penetrante en mí. Volteo tímidamente terminando de masticar.

-¿Qué harás mañana? - me pregunta, pero ¿Qué no me dijo que el me llevaría a conocer?

-Pensé que me llevarías a algún lugar...

-Claro que si, por eso pregunto. Mañana temprano tengo entrenamiento, y a las 10:00 am una fiesta de alberca. Quiero invitarte a que vayas conmigo.

-Ah...- no sé qué decir- No lo sé.

-¿Por qué? Te caerán bien mis amigos, entrenan conmigo.

-Sí, pelean también -no me convence nada con eso.

-Aja- asiente.

-¿sabes? no me gusta eso de peleas. Así que no.

Aunque sé que parte de mi si quiere.

-Ya, linda, anda. Mira, pasas al gimnasio donde entreno, y luego nos vamos juntos a la fiesta, está cerca.

-Mmm... pero ¿y si me quiero regresar?

-Yo te traigo de regreso cuando quieras, ¿por favor?

Me como un pretzel, mientras mastico pienso y él me ve.

-Bueno-digo.

-¿Si? Gracias.

-Aja- ahora me toca a mí, le guiño el ojo.

-Te traeré la otra bolsa de pretzels- sonrío con picardía.

Aún así, no me arrepientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora