Capítulo 16: Fin del curso.

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Dumbledore fue el primero en acercarse, y Harry decirle algo, que Alex ignoró, necesitaba salir de allí lo más rápido posible. No podía confiar en nadie, todos los que quería le habían mentido. Por lo que ignoró a Albus, a Fudge que se había acercado a ellos, y caminó sin rumbo alguno.

No tenía a donde ir, ya no. Severus no era su padre, y Albus no era nada de ella, ambos le había ocultado toda la verdad. No tenía a donde ir. Su mejor amigo era hijo de mortífago por lo que no podía contarle lo que le había sucedido. Por lo que por primera vez en su vida, estaba sola, completamente sola.

- ¡Alex! -le llamó Dumbledore pero ella le ignoró, mientras sentía las lágrimas bajar por su mejilla. No podía enfrentarlo, no después de ocultarle la verdad-. Alessia- soltó al llegar a donde ella y detenerla sosteniéndola por hombro para luego girarla-. Lo viste ¿cierto? -Le preguntó sabiendo que ella entendía a que se refería, para luego ella asentir-. Vamos- le dijo llevándosela a su oficina para poder hablar con ella.

- Voldemort, volvió- sollozó al ambos entrar-. Quiso matar a Harry, casi lo mata delante de mí y yo...

-Lo salvaste- le dijo con orgullo, sin él creer aun que de verdad ella pudo enfrentarse al mago más temido de todos los tiempo.

- Dijo que yo era su clon, no sé qué es, pero si entendí que me creó- soltó antes de sollozar de nuevo-. Que soy sangre de sangre...-intentó seguir pero no pudo, las lágrimas la atacaron de nuevo, mientras Albus la veía impotente por no poder haberla protegido de la verdad.

- Escúchame Alex, es cierto, lo que dijo es cierto, pero eso no importa- le dijo haciéndola verlo a los ojos-. Creciste con Severus, por lo que a pesar de todo él es tu padre, y yo siempre seré tu tío Albus...

- Pero, la sangre de mago más malvado corre por mis venas, soy igual...- dijo con sumo temor de sí misma.

-No, no eres como él- se apresuró Albus a decirle-. Tú no tienes odio ni maldad en ti, no serás como él, y hoy lo demostraste al salvar a Potter.

- Te lo prometí- le dijo secándose las lágrimas-. Te prometí que lo cuidaría.

- Lo sé, e hiciste bien- le dijo sonriéndole antes de abrazarla-. Ahora tengo que ir con Harry, ¿de acuerdo? -Le preguntó sonriéndole a separarse de ella--. Ve a tu sala común, no comentes lo que viste en el cementerio, luego hablaremos con más calma- le pidió antes de ella asentir y ambos salir de la oficina.

Estaba un poco más calmada cuando corrió hacía las mazmorras, las cuales sabía que estarían vacías, por lo que nadie la molestaría...

Minutos después llegó, y se lanzó a sofá antes de soltar todo el llanto que llevaba dentro. Necesitaba desahogarse, ser débil por última vez en su vida, ya que no se lo permitía nunca más. Flaquear de nuevo como lo hizo en el cementerio, significaría morir o que alguien muera por su culpa.

Inconscientemente se puso en posición fetal mientras lloraba a todo pulmón, con la seguridad que nadie iría en buen rato ahí. O eso creyó, hasta que escuchó la puerta abrirse.

- ¿Alex? -preguntó una voz familiar, por lo que alzó la cabeza por encima del mueble encontrándose con Draco, el cual quedó sorprendido al verla tan devastada-. ¿Qué te pasó? -le preguntó al correr hacía ella. Jamás la había visto tan vulnerable en su vida.

- Yo...-intentó decir pero solo salió otro sollozo, por lo que el rubio se sentó a su lado antes de abrazarla sin dudarlo.

-Tranquila, no digas nada- le dijo acariciando su espalda para reconfortarla-. Desahógate- ella volvió a llorar a todo pulmón sin importarle nada. Necesitaba sentirse protegida, y él lo estaba haciendo. La estaba cuidando...

Mi igual (Draco Malfoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora