Para mala suerte de Alex, el director los últimos meses se iba sin decirle a nadie a donde, y aquella noche que consiguió al fin el recuerdo fue una de ellas, por lo que tenía que esperar a que llegara para poder decirle que había recuperado el recuerdo verdadero. Pasaron más de una semana, cuando supo que el director había vuelto, por lo que ese mismo día subió corriendo a su despacho.
- Alex- soltó el sorprendido de verla, pero ella se limitó a asentir, ya que había corrido desde el comedor, en donde supo que él había vuelto, hasta su despacho.
- Lo tengo- dijo un poco agotada antes de sacar una botellita de su túnica y ponerla en el escritorio-. Slughorn me dio el recuerdo, pudo convencerlo...
-Sabía que lo harías- le dijo con orgullo antes de apresurarse a ir tras su escritorio, tomó la botella con la memoria de Slughorn en su mano sana y se dirigió hacia el armario donde guardaba el Pensadero-. Y ahora - soltó Dumbledore colocando el cuenco de piedra sobre el escritorio y vaciando el contenido de la botella dentro -, ahora por fin veremos. Alessia, rápido...
Alex se inclinó sin dudar sobre el Pensadero y sintió sus pies abandonar el suelo del despacho... una vez más cayó a través de la oscuridad y aterrizó en el despacho de Horace Slughorn muchos años atrás.
Ahí estaba Horace Slughorn mucho más joven, con su pelo espeso, brillante y de color paja y su bigote rubicundo, sentado de nuevo en el cómodo sillón de su despacho, sus pies descansando sobre un reposapiés de terciopelo, un pequeño vaso de vino en una mano, la otra registrando una caja de piña cristalizada. Y había media docena de adolescentes sentados alrededor de Slughorn con Tom Riddle en medio de ellos, el anillo de Marvolo, dorado y negro brillando en su dedo.
Dumbledore aterrizó junto a la chica justo mientras Riddle preguntaba:
- ¿señor, es cierto que el Profesor Merrythought se retira?
- Tom, Tom, si no fuera porque no puedo decírtelo- dijo Slughorn, moviendo su dedo con gesto reprobatorio hacia Riddle, aunque guiñando el ojo a la vez-. Debo decir, que me gustaría saber de dónde sacas tu información chico, estás más enterado que la mitad del personal.
Riddle sonrió, los otros chicos rieron y le dirigieron miradas de admiración.
- Así que con tu extraordinaria capacidad para saber cosas que no deberías y tu cuidadosa adulación para con la gente que realmente importa... gracias por la piña, dicho sea de paso estás en lo cierto, es mi favorita...
Varios de los chicos volvieron a reírse nerviosamente.
- Estoy seguro de que te convertirás en Ministro de Magia en unos veinte años. Quince si sigues mandándome piña. Tengo excelentes contactos en el Ministerio.
Tom Riddle se limitó a sonreír mientras los demás rieron otra vez.
- No creo que la política vaya conmigo, señor- dijo cuándo las risas se apagaron -. No tengo los orígenes correctos, por ejemplo.
Un par de chicos a su alrededor sonreían con satisfacción.
-Tonterías - dijo airadamente Slughorn -, no podría ser más claro que provienes de una buena familia mágica con habilidades como las tuyas. No, llegarás lejos Tom, jamás me he equivocado aun con un estudiante.
El pequeño reloj dorado que reposaba sobre el escritorio de Slughorn tocó las once en punto detrás de él y miró a su alrededor.
-Dios mío, ¿ya es esa hora? Deberían marcharse chicos o estaremos todos en un lío. Lestrange, quiero tu ensayo mañana o tendrás castigo. Lo mismo para ti, Avery.
Uno a uno los chicos salieron de la habitación. Slughorn se levantó de su sillón y llevó su vaso vacío hacia su escritorio. Un movimiento tras él le hizo volverse. Riddle aún estaba ahí.
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Mi igual (Draco Malfoy)
FanfictionTodos sabían que Tom Riddle, o como muchos los conocen, Lord Voldemort despreciaba a los Muggle y a los magos hijos de Muggle, llamados también por algunos como sangre sucia, pero eso no impidió que se interesara en su ciencia. En específico una peq...