Mi igual (Draco Malfoy)

Capítulo 35: De regreso en el expreso Hogwarts.

Los días faltantes para ir a Hogwarts, Alessia se los pasó buscando los libros adecuados que debería llevarse para no sobrellenar su baúl, aunque al final casi se los llevó todo junto con sus apuntes. Solo había dejado fuera un pergamino con algunos hechizos que practicaría cuando subiera al tren, porque eran los más sencillos, y no llamarían la atención.

El 1 de septiembre los chicos fueron recogidos por dos autos enviados por el ministerio para la seguridad de Harry, ya que ellos no sabían aun de Alex, por lo que no fue sorpresa, que dos aurores enviados del ministerio, fueran a escoltarlos, junto con los Weasley y Fleur. Al llegar al estación de King's Cross, Alessia solo les dijo adiós estos, antes subir al tren a buscar un vagón vacío.

Gracias a que esta vez sí llegaron con tiempo de sobra, encontró uno a mitad del tren, al cual entró sin dudar con su baúl el cual puso en el portaequipajes, exceptuando su uniforme, el cual se puso para no tener que luego buscarlo. Sabiendo que quien la vería en este no entraría, sacó el pergamino de sus bolsillos al igual que su varita antes de empezar a practicar unos pocos de los cientos de hechizos que tenía que dominar en menos de un año.

La mayoría eran maleficios y hechizos de protección, por lo que no le sorprendió que al apenas arrancar el tren lograra hacer el primero, aunque no estaba segura del todo, ya que primero tendría que lanzárselo a alguien para cerciorarse. Media hora después del tren arrancar, no había hecho mucho progreso con el tercer hechizo, el cual creía que en realidad no se mostraba porque no se lo estaba lanzando a alguien, por lo que decidió salir del compartimiento para buscar al carrito de comida, ya que empezaba a tener hambre.

Como era de esperarse el pasillo estaba lleno de estudiantes de hablaban entre sí, y algunos hacían magia con sus varitas, pero de igual forma Alex los ignoró, no tenía tiempo que perder.... Al contrario de la primera vez que subió al tren, los estudiantes cuando la veían no se asustaban tanto, solo se apartaban de su camino, ya que aún sabían lo peligroso que podía ser enojarla.

Había caminado lo suficiente para no ver su compartimiento, y aun no encontraba el carrito de la comida, cuando de golpe una puerta a su derecha se abrió, dejando ver a un hombre de cabello gris, un poco mayor, que obviamente debía ser un nuevo profesor de defensa en contra de las artes oscuras. Para su extrañadez, el hombre se le quedó mirando como si hubiera visto un fantasma por alguna razón.

- No es posible, eres clavada a Tom- soltó el señor sin ella entender de inmediato a que se refería.

- ¿Disculpe? -Le preguntó ella con suma desconfianza-. ¿Le conozco? -soltó sin él hombre dejar de verla algo asustado.

- ¿Eres la chica cierto? -preguntó él haciendo que la pelinegra al fin entendiera a que se refería, a Voldemort.

- Supongo que Dumbledore le habló de mí, aunque no tengo ni idea de quién es usted- le dijo sonriéndole y por alguna razón asustarle más, por lo que retrocedió hacía su compartimiento-. Pero supongo que lo paso por alto. Alessia Snape- se presentó sin el señor creérselo.

-Es mejor que pases-le dijo cortantemente antes de ella asentir y entrar al compartimiento antes de cerrarlo-. Soy Horace Slughorn, un viejo amigo de Albus, y disculpa lo de antes, es solo que eres idéntica a él.

- Creí que solo nos parecíamos, ya sabes por lo obvio- dijo ella sentándose-. Imagino que usted lo conoció cuando era un estudiante, sino no hubiera reaccionado así.