Mi igual (Draco Malfoy)

Capítulo 4: Regaños y nuevos amigos.

Como era de esperarse, su "hazaña" llegó hasta oídos del director, por el cual obviamente fue llamada luego de su primera clase...

— ¿Sabes porque te llame? —le preguntó Albus algo molesto con ella, no habían pasado dos días, y ya había sido acusada de usar tres hechizos en contra de sus compañeros. No resultaba ser igual que Tom, era peor.

— No, ¿para saludar al fin a tu linda sobrina? —respondió sonriendo pero él no se inmutó.

— El joven Malfoy está en enfermería gracias a usted— soltó él acomodando sus lentes en espera de su reacción—. Sin contar que fuiste acusada de dejar inconscientes ayer a dos compañeros, y calva a una compañera...

—Ellos me molestaron y me defendí— respondió si más cruzándose de brazos.

—Alex, sé que no eres así. Te di la oportunidad de venir aquí, porque te creí lista para convivir con otros magos...—comenzó diciendo algo decepcionado.

— No vine a hacer amigos, sino a aprender Albus— le recalcó sin darle importancia a lo que dijo antes—. Ellos molestan, yo me defiendo, es así de simple.

— Alessia, hay otras formas de defenderse sin incluir magia— le regañó el barbón—. La próxima vez no te llevaras un regaño, sino un castigo...

—Pero ellos son lo que me molestan—se defendió indignada.

— No me hagas arrepentirme Alessia Lilian, porque si no este será su último año en Hogwarts—le amenazó haciéndola callar, sabiendo que solo así podía calmarla un poco, para luego asentir.

— De acuerdo, no más hechizos— dijo siendo en parte sincera, ya que si se daba la ocasión se volvería a defender con su varita, solo que esta vez no la descubrirían—. ¿Feliz? —Soltó molesta haciendo sonreír a Albus—. Por cierto, sobre el torneo...—comenzó a sacar el tema ya que aprovecharía que este estaba al frente de ella al fin.

—No puedes competir— le interrumpió antes de que pudiera decir algo. Ya que la conocía demasiado bien—. Mis reglas fueron explicitas...

—Pero tengo conocimiento de los últimos cursos, no hay necesidad de aquel límite de edad...—soltó haciendo pucheros, algo muy extraño en ella.

—Dije que no, Alessia, y vuelve a tu clase de pociones— le ordenó rotundamente, por más que no le gustara ser rudo con ella, pero no podía hacer una excepción con ella, y mucho menos arriesgarse a que se hiciera daño en el torneo—. Snape te está esperando.

— Esto no se queda así— le dijo sonriendo tramando algo, como le había dicho no se daría por vencida tan rápido.

Como era de esperarse al llegar al aula que estaba en las mazmorras, se encontró con los estudiantes de Gryffindor, y sus compañeros de Slytherin, que se quedaron viéndola al llegar. Había llagado veinte minutos tardes, lo cual para ellos significaría que Snape no la dejara entrar, pero lo hizo. Alex, para que no crean que tenía preferencias con ella por ser su hija, le entregó una nota de Albus para excusarla para luego sentarse en el único asiento vacío, con el rubio peliteñido que al parecer ya había curado.

—Como les estaba diciendo, este año y el próximo, estudiaremos las pociones que saldrán en el TIMO de pociones...—comenzó diciendo Snape haciendo que todos prestaran atención, menos su hija, que ya se sabía al derecho y al revés aquellas pociones...

Al terminar ganó diez puntos para su casa al terminar su poción perfectamente, incluso mejor que la de Hermione, lo cual era algo que pocas veces se veía. Aunque sonara increíble, su compañero, Malfoy no dijo nada en la clase, lo cual le dio a entender a la pelinegra que al fin había obtenido lo que quería, que la dejara en paz.