Capítulo 21: Castigo con Umbridge.

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Estaba más que segura que se llevaría un buen regaño por parte de su padre, y más al decir cosas que no debía. Por lo que cuando llegó a su despacho, en cual sabía que estaría y no en clases, respiró dos veces antes de tocar.

— ¿Qué haces fuera de clases? —Preguntó el algo sorprendido, por lo que sin decir nada, le dio el rollo de pergamino que le envió Umbridge—. Entra— le dijo notablemente molesto, antes de ella hacer lo dijo, y él cerrar la puerta—. ¿Es cierto lo dice aquí?

— ¿Qué dice? —preguntó como si nada sentándose en sofá.

— Que defendiste a Potter confirmando que Voldemort regresó...—respondió molesto.

—Ah eso, sí— soltó con suma indiferencia.

— Creí que eras más lista Alex— le regañó molesto—. Perdiste los estribos con Umbridge, y dijiste más de lo que debía...

—Sí, lo sé— solo dijo sin protestar.

— creí que te había criado mejor...

— Lo hiciste, por eso no pude evitar decirle la verdad a esa espía del ministerio— soltó con suma tranquilidad—. Piensan hacernos aprender estúpida teoría, dejándonos completamente indefensos si Voldemort viene...

— No vendrá— afirmó con demasiada seguridad sin ella saber porque—. No vendrá por ti, Alex, no mientras Dumbledore esté aquí...—soltó sabiendo que eso era lo que más ella temía—. Mientras tanto, sería conveniente que no vuelvas a responderle, solo ignórala, ¿bien? —le preguntó antes de ella asentir.

— Lo intentaré— respondió levantándose del sofá.

—Y Alex, ni yo ni Dumbledore dejaremos que Voldemort se vuelva a acercar a ti— le aseguró sonriendo, aunque no había ni una pizca de verdad en aquella frase, pero aun así ella se la creyó...

Al salir esperó en la sala común de Slytherin, exactamente a su habitación, ya que aún tenía dos horas completas, sola, antes de que sus compañeros salgan de clases. Aprovechando esto, y sabiendo que no aprenderá ningún hechizo en defensa en contra de las artes oscuras, tomó esas dos horas para practicar los hechizos que ya se sabía...

Había incluso practicado sola, unos cuantos de sexto y séptimo curso, antes de que comenzara a escuchar el ruido de la sala común que indicaba que ya la clases había acabado por hoy. Sin tener muchos ánimos de dar explicaciones, cerró sus libros, los guardó con un sencillo hechizo, y salió de su habitación. Ni siquiera buscó a sus amigos cuando bajó, y fue directamente a la puerta para ir a cenar al comedor antes de pensar ir a la biblioteca a hacer sus deberes...

— Alessia— le llamó uno de sus amigos al salir de la sala común, por lo que continúo caminando—. Espera...

—Si vienes a reclamar, regañar, o pedir explicaciones, puedes irte por donde viniste Malfoy— le dijo bruscamente pero sin alterarse.

— ¿Entonces es cierto lo que dijiste? —preguntó él poniéndose serio, sin ella creer que de verdad estaba por creerle, aun cuando él estaba de parte del ministerio...

—No quiero hablar de ello— solo respondió llegando al comedor.

— De acuerdo— soltó sin ella creérselo, por lo que vio incrédulamente—. Cuando quieras hablar, sabes dónde buscarme— le dijo sonriendo, antes de ella negar con una sonrisa asomándose por su rostro.

— Gracias Draco— le dijo sentándose en la mesa, con él al lado—. Es bueno saber que aún tengo amigos...—soltó sonriendo antes de notar que le faltaba a uno en el par—. ¿Dónde está Nott?

Mi igual (Draco Malfoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora