Mi igual (Draco Malfoy)

Capítulo 1: Algunas cosas no cambian.

Alessia fue el nombre que el dio Dumbledore a la pequeña, antes de dejarla a cargo de Severus Snape, aunque este nunca estuvo de acuerdo con esta decisión, pero era una misión que el barbón le había dado personalmente a él, ya que era uno de los que estuvo con el señor tenebroso, como luego fue llamado Voldemort...

La pequeña Alessia al igual que Tom Riddle, comenzó a mostrar su poder a corta edad incluyendo la habilidad de hablar pársel, por lo que su enseñanza fue a temprana edad. Por otro lado, aunque a Severus le incomodara hacerse cargo de la pequeña, al pasar los años se le fue imposible no encariñarse con ella, y a partir de los seis años comenzó a enseñarle magia, incluso habían ido juntos a buscarle un varita con la autorización del director de Hogwarts por supuesto.

Alessia Lilian Snape, fue como todos la que la conocerían, exceptuando a Albus y Severus. Ya que ambos habían inventado una buena historia de cómo este último tuvo una hija con una hechicera que murió al nacer, evitando así las preguntas sobre la madre de la pequeña...

Gracias a la enseñanzas de Severus, Alessia estaba tan o incluso más avanzada en magia que cualquiera de su edad a pesar de que al llegar a los once años en vez de ir Hogwarts siguió recibiendo clases de Snape. Ya que aunque que la carta de aceptación de la escuela de magia y hechicería, tendría que haberle llegado al cumplir esa edad, Albus no encontró preciso que entrará aun, necesitaba estar completamente seguro que la niña era diferente que a Tom antes de aceptarla en la escuela...

Y lo era, al contrario de Tom, la pequeña mostraba amor, por su tío Albus, llamado así por cariño y por supuesto a su padre Severus, que aunque no lo era biológicamente, lo amaba a más que nadie en el mundo.... Por lo que habían decidido a mitad del que hubiera sido su primer curso, que iría al siguiente, pero los hechos que sucedieron los hicieron cambiar de idea.

Era un hecho, Voldemort había vuelto por segunda vez detrás de Harry Potter. Por lo que decidieron atrasar su entrada a Hogwarts un año más. Entraría en lo que sería su segundo año, y el tercero del chico Potter.

En el transcurso de ese año, ocurrieron algunas cosas que casi hicieron al director cambiar de nuevo su decisión, comenzando con el escape de Sirius Black, y los dementores rondando la escuela, pero aun así no se retractó, la chica entraría el año siguiente, e iría al mismo curso que Potter, aunque este le llevara un año. Ya que así podría hacer que ambos fueran amigos y en un futuro aliados, como estaba pensado desde el principio...

- Si no estás preparada no es necesario que vengas...-le había dicho su padre cuando el día en que entraría a Hogwarts llegó, al fin entraría a la escuela con miles de chicos como ella.

- He estado esperando por esto muchos años papá- soltó ella terminando de empacar sus libros y ropa en su baúl-. Estaré bien, además tú eres profesor allá, así que podrás seguir cuidando de mí...-le dijo sonriendo antes de besar su mejilla.

- Lo sé, pero eso no significa que deje de preocuparme, además irás un año adelantada, tal vez no sea prudente...-comenzó a argumentar lo mismo que ha hecho desde que Dumbledore le dijo a la niña que iría al fin a la escuela.

-Albus dijo que sí, así que no tienes escusas, o es que acaso crees que no soy capaz de ir como toda niña de mi edad...-le retó aunque fuera su padre haciendo que este solo hiciera una mueca escondiendo la rabia que tenía de que probablemente estaría en peligro y no podría hacer nada.

- Vamos, se nos hace tarde para buscar ir Hogwarts...-soltó el pelinegro cambiando de tema, haciendo que Alessia sonriera al ganar esa pequeña batalla, por lo que asintió sin dudar.

- ¿Iremos en el expreso? -preguntó ella al darse cuenta de la hora que era, aún faltaba una hora completa para que el tren saliera, pero para su sorpresa negó.