Alessia se había despertado rogando para que al abrir sus ojos aun estuviera en Hogwarts, con su padre cerca, y con Albus vivo. Sin embargo ella sabía que aquello era imposible, por lo que sin ánimos abrió los ojos encontrándose en la misma habitación de la mansión Malfoy en donde se había quedado dormida. O más bien su nuevo infierno personal, donde quien sabe lo que le podrían a hacer para demostrar su lealtad.
- ¿Qué haces aquí? -preguntó cierta personita a su lado, que no había notado antes.
- Hola Draco- le dijo bostezando e ignorando su pregunta.
- Mi madre me dijo que anoche te entregaste a Voldemort, ¿en que estabas pensado? -le preguntó furioso y preocupado.
- En que no tengo a nadie, y que es mejor entregarme a que algún mortífago lo haga- respondió sentándose en la cama-. Esto era algo inevitable. Aunque lo haya estado evitando por dos años, ya he retrasado esto demasiado...-explicó levantándose de la cama, y buscar su mochila, la cual había dejado en la sala, pero para su sorpresa estaba encima de la cama.
- Te hará daño, si le fallas...-dijo él preocupado antes de ella interrumpirlo.
-Lo sé, y no pienso hacerlo- soltó intentando sonar convencida-. Ahora, porque no dejas de preocuparte tanto y te alegras de que esté aquí...
- Creí que me odiabas...-declaró sin ella entenderlo-. Mi misión que no te dije era matar a Dumbledore...
- ¿Y? -Preguntó con la indiferencia, ya que si todo había sido plan del barbón, ella no tenía por qué odiar al chico que solo quería no ser asesinado-. No tenías opción Draco, no te culpo por ello...-soltó encogiéndose de hombros antes de buscar algo de ropa.
- ¿Hablas en serio? -preguntó incrédulamente antes de caminar hacia ella.
- Claro, me he quedado sola, no quisiera también perderte a ti- respondió antes de voltear la mirada para verlo, y encontrarse parado delante de ella-. Por cierto, no deberías estar aquí...-soltó recordando lo que le dijo la señora Malfoy-. Si alguien sabe que...
- ¿Lo nuestro? -preguntó él sonriéndole-. Sí, lo sé, el señor tenebroso me mataría- dijo extrañamente sin miedo-. Pero él no está aquí...-soltó antes de colocar una mano en la cintura de la chica, y con la otra la apartó el pelo de su rostro...
-Draco no creo que...-intentó decir antes de él acercar sus labios a los suyos y silenciarla con un beso, el cual de inmediato ella le correspondió.
Nunca creyó que llegaría a extrañar algo tan simple como un beso, era como si no hubieran pasado meses desde el último sino años. Aquel chico era definitivamente lo único que le quedaba, su nueva pequeña salvación de aquel infierno. Mientras él estuviera allí, sabía que soportaría lo que fuera...
Sin detenerlo en ninguno momento, el beso fue subiendo de tono, la mano que estaba en su rostro había pasado a su nuca, para profundizarlo, y poco después servir de agarre mientras la recostaba en la cama, posicionándose encima de ella. Aquello solo le recordaba a Alessia lo que había evitado hace unos meses, pero aun así no lo detuvo, cuando sus manos recorrieron la piel desnuda de su abdomen y sus besos comenzar a recorrer su cuello, llenándola de miles de sensaciones nuevas y desconocidas para ella...
- ¿Por qué está cerrada esta puerta? -se escuchó que alguien preguntaba haciendo que los chicos se detuviera antes de sonreírse mutuamente.
-No quería que me molestaran- respondió Alex intentando sonar lo más fría posible, aunque con el rubio encima de ella se le estaba haciendo algo difícil.
- Bellatrix te está esperando en la sala, no la hagas esperar- soltó ella sin preguntar antes de escucharse como se alejaba de la puerta, y ambos chicos reírse por lo bajo.
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Mi igual (Draco Malfoy)
FanfictionTodos sabían que Tom Riddle, o como muchos los conocen, Lord Voldemort despreciaba a los Muggle y a los magos hijos de Muggle, llamados también por algunos como sangre sucia, pero eso no impidió que se interesara en su ciencia. En específico una peq...