Capítulo 15: El retorno de Lord Voldemort.

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Aquellas palabras, ella no las podía entender. << ¿A qué se refería con su igual?, y ¿quien era?>>, se preguntaba sin poder moverse. Poco después colagusano ató también a Harry, pero a la lápida que decía "Tom Riddle".

Alessia miraba todo sin entender nada. Una serpiente se había dejado ver, la cual por alguna razón que ella no entendía la miraba, para luego jurar escuchar que dijo "mi señora", aunque eso era imposible las serpientes no hablan, o eso creía ella. Colagusano con el ser aun en sus manos, lo dejó en el suelo, para después llevar hasta delante de los niños un extraño caldero aparentemente lleno de agua. Ellos oyeron que salpicaba al suelo, y era más grande que ningún caldero que hubieran utilizado nunca: era una especie de pila de piedra capaz de contener a un hombre adulto sentado.

Colagusano hacía algo en el fondo del caldero con la varita. De repente brotaron bajo él unas llamas crepitantes.

La serpiente se alejó reptando hasta adentrarse en la oscuridad.

El líquido que contenía el caldero parecía calentarse muy rápidamente. La superficie comenzó no sólo a borbotear, sino que también lanzaba chispas abrasadoras, como si estuviera ardiendo. El vapor se espesaba emborronando la silueta de Colagusano, que atendía el fuego.

— ¡Date prisa! —gritó la cosa.

La entera superficie del agua relucía por las chispas. Parecía incrustada de brillantes.

—Ya está listo, amo.

—Ahora... —dijo la voz fría de aquella cosa que no era humana...

Al parecer era incapaz de valerse por sí mismo: levantó los brazos delgados, se los echó al cuello a Colagusano, y éste lo levantó. Para llevarlo hasta el caldero y dejarlo caer dentro....

Colagusano habló. La voz le salió temblorosa, y parecía aterrorizado. Levantó la varita, cerró los ojos y habló a la noche:

— ¡Hueso del padre, otorgado sin saberlo, renovarás a tu hijo!

La superficie de la sepultura se resquebrajó. Horrorizado, vio que salía de debajo un fino chorro de polvo y caía suavemente en el caldero. La superficie diamantina del agua se agitó y lanzó un chisporroteo; arrojó chispas en todas direcciones, y se volvió de un azul vivido de aspecto ponzoñoso.

En aquel momento, Colagusano estaba lloriqueando. Sacó del interior de su túnica una daga plateada, brillante, larga y de hoja delgada. La voz se le quebraba en sollozos de espanto.

— ¡Carne... del vasallo... voluntariamente ofrecida... revivirás a tu señor!

Extendió su mano derecha, la mano a la que le faltaba un dedo. Agarró la daga muy fuerte con la mano izquierda, y la levantó. Sin la chica apartar la vista, vio como él se cortaba su propia mano antes de soltar un grito de dolor. Aquello era demasiado para ella. << ¿Qué rayos estaba pasando?>>, se preguntaba. Como era de esperarse, tomó la mano apuntada y la dejó caer en el caldero. Para luego ir hacía donde Harry.

— Sa... sangre del enemigo... tomada por la fuerza... resucitarás al que odias.

Harry no pudo hacer nada para evitarlo, estaba firmemente atado. Mirando hacia abajo de soslayo, forcejeando inútilmente con las cuerdas que lo sujetaban a la lápida, vio la brillante daga plateada, temblando en la mano que le quedaba a Colagusano. Sintió la punta penetrar en el pliegue del codo del brazo derecho, y la sangre escurriendo por la manga de la rasgada túnica. Colagusano, sin dejar de jadear de dolor, se hurgó en el bolsillo en busca de una redoma de cristal y la colocó bajo el corte que le había hecho a Harry de forma que entrara dentro un hilillo de sangre.

Mi igual (Draco Malfoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora