Never Let Me Go (Steve Rogers/Capitán América)

Capítulo 12.

Gracias a todos los que seguís la novela, por todos los votos y comentarios que me animáis y aconsejáis para seguir.
Nuevo capítulo.

Desperté aturdida. Todo a mi alrededor daba vueltas. Estaba en una pequeña habitación amarrada a una cama bastante incómoda, sentía los muelles incrustarse en cada parte de mi cuerpo. Miré a todos sitios y me fijé en que no llevaba camiseta, estaba desnuda pero una sábana me cubría. Después me detuve en mi brazo, no estaba, sólo había un brazo de metal con una gran estrella roja como la sangre. Las puertas se abrieron y aparecieron dos tipos. El primero vestía un traje bastante caro y el otro hombre tenía un brazo de metal igual que el mío.

- Buenas tardes Soldado -dijo el del traje acercándose a mi- Me llamo Alexander Pierce y estás en la base de H.Y.D.R.A.

- ¿Estoy en H.Y.D.R.A.? -pregunté mirándolo detenidamente y este sonrió.

- Así es, te veo un poco desorientada, supongo que las inyecciones están teniendo su efecto en ti, me gusta.

- ¿Cuál es mi nombre? -pregunté cerrando las manos en puño, sus palabras eran veneno para mis oídos.

- Algunos te conocen como Satine, pero tu verdadero nombre es Allie Hamilton.

Pequeños recuerdos vinieron a mi mente. El Soldado de Invierno nos había atacado a Steve, a Sam y a mi... Lo último que recordaba era a un hombre de gran tamaño que me cargó hacia una furgoneta. Steve, Stark, Natasha, Banner, Furia... ¿Que quería este hombre de mi?

- Cómo veo que no te acuerdas de nada, voy a contarte que pasará contigo a partir de ahora... Ahora eres una de las armas más poderosas de H.Y.D.R.A. contigo y junto al Soldado de Invierno, el mundo será nuestro -dijo sonriendo enormemente, aterraba.

- ¿Y yo que tengo de especial para que esté aquí? -pregunté haciéndome la desentendida.

- Tu poder de mover cosas con la mente y leerla, eso realmente es un increíble poder y yo lo necesito para mi conquista.

- Interesante... ¿Así que tengo poderes?

- Así es y gracias a nuestros últimos experimentos ahora tienes más poder...

- Así que aún puedo hacer esto...

En un momento desaté las cadenas que me tenían cautiva y lancé por los aires a Alexander, quién quedó contra la pared levitando. Bajé de la cama, mientras la sábana caía lentamente. El Soldado de Invierno se quedó viéndome con un poco de curiosidad.

- ¿Crees que me has borrado la memoria no es así? -pregunté acercándome a Alexander mientras negaba- Pues no es así, me acuerdo de todo.

- No es posible...

- Si es posible, experimenta conmigo, dame más poder, pero mi memoria seguirá intacta. Además ahora me acuerdo de todo, incluso de mi pasado.

Le solté y se estreyó contra el frío suelo de la habitación. El Soldado se acercó rápidamente a él y le ayudó a levantarse. Miré a Alexander una última vez y me tumbé de espaldas en la cama mientras me acomodaba bajo la fría sábana.

- Vuelve a hacer algo así y tus queridos amiguitos morirán. ¿Te a quedado claro? -preguntó dando un portazo al salir de la habitación, quedando yo a solas.

Liberé todo el aire contenido y empecé a llorar, ¿Dónde demonios me había metido? ¿Dónde estaba Steve? ¿Porque aún no había venido a por mi? Si no aparecía pronto, me veré encerrada en esta habitación mientras los científicos experimentan conmigo, como si fuera una rata de laboratorio.

Steve.
Seguro que a los tipos esos se les quedó una cara de asombro al descubrir que nosotros no estábamos allí en el auto, que pena que no pude verlo. La agente Hill nos consiguió otro coche y nos fuimos hacia una presa. Abrió la verja y entramos en el interior. Después de andar durante unos minutos por un túnel a oscuras, las luces de los fluorescentes nos alumbraron.