Capítulo 27.

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Allie.
- Veo veo -dije dando vueltas en la silla.

- ¿Que ves? -preguntó Clint manejando.

- Una cosita.

- ¿De que color es? -preguntó sonriendo.

- Mh... Blanco -sonreí.

- ¿Las nubes? -preguntó riendo a carcajadas.

- ¿Cómo sabes? -exclamé indignada.

- Llevas diez minutos diciendo lo mismo.

- Es que no se me ocurre nada.

- Es mi turno -dijo agarrando con firmeza los mandos del quinjet- Veo veo...

- ¿Que ves?

- Una cosita.

- ¿De que color es?

- Azul -dijo feliz.

- El cielo -contesté rápido.

- No es justo, seguro que me has leído la mente -exclamó indignado y empecé a reír a carcajadas.

- Te lo prometo, yo no he echo nada... O puede que si.
- Venga, es tu turno...

- Veo veo -dije viendo por el espejo.

- ¿Que ves?

- Una cosita -cada vez sonreía más.

- ¿De que color es?

- Pelirrojo -contesté sin más- y es muy feo y tiene cosas de color oscuro y se acerca veloz a nosotros.

- Natasha -dijo sonriendo y de pronto su sonrisa desapareció- ¿Cómo que se acerca veloz? -exclamó.

- ¿Que yo soy que? -dijo gritando detrás de nosotros.

Clint y yo gritamos asustados y en ese mismo instante el quinjet se desequilibró y caímos por unos segundos. Clint consiguió recuperar el control de los mandos y se giró enfadado hacia Natasha pero todo rastro de enfado desapareció cuándo vió la cara de la pelirroja. Nuestra querida Natasha estaba que le salía humo por las orejas.

- Allie, vete con Banner, quiere hablar contigo -dijo refunfuñando.

- De acuerdo -dije saliendo corriendo, abandonando a mi querido amigo.

Corrí dirección a Banner, se encontraba en un rincón de la nave con los auriculares puestos, seguramente estaba escuchando música clásica. Miré a Clint y ví como Natasha le golpeaba la cabeza. Pobre. Pusé la mano encima del hombro de Banner y me senté a su lado.

- Bruce estoy aquí.

- Hola Allie -dijo guardando sus auriculares- Ya tengo el uniforme completo para ti y los guantes.

Acompañé a Banner hacia la parte trasera de la nave, pasando por el lado de Steve, al cuál ignoré. No nos hemos enfadado pero estoy un poco molesta, él no es nadie para decir si voy o no a esta misión. Pero eso si cuándo pasé junto a él, él aprovechó para rozar nuestras manos y un escalofrío recorrió mi espalda. Maldito Steve que me tiene a sus pies...

- Toma -dijo entregándome un mono- Tony lo a confeccionado para ti. Es un mono blanco parecido al de Natasha pero este te será muchísimo más cómodo que el suyo -asentí con la cabeza- aquí podrás guardar el cartucho de tus pistolas, balas, granadas... No sé que más. Finalmente aquí tienes los guantes.

Me tendió unos guantes de cuero negro que no tenían dedos. Me los puse y eran perfectos. Las heridas no me dolían ni escocían, podía abrir y cerrar perfectamente mis manos... Todo perfecto.

Never Let Me Go (Steve Rogers/Capitán América)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora