Para todas aquellas personas que aman a Capitán América; para todas aquellas personas que aman a Chris Evans; para todas aquellas personas que creen que el amor tarde o pronto llegará...
Si todo lo anterior es cierto, esta es tu novela.
EDITANDO.
Satine. - ¡Satine abre la puerta! -Natasha no paraba de golpear mi puerta y la abrí lentamente.
- Han atacado a Steve y a Furia -dijo alterada- Furia esta en la UCI.
Nos subimos al deportivo negro de Nat y puso rumbo al hospital. Al llegar había un par de unidades de policía en la puerta. Llegamos dónde estaba Steve, yo me puse a su lado derecho y Nat en el izquierdo, quedando este en medio.
- ¿Crees que sobrevivirá? -preguntó Natasha.
- No lo sé -contestó Steve.
- ¿Cómo era ese tipo? -pregunté, acariciando el cristal que nos separaba.
- Era rápido, fuerte y con un brazo de metal -dijo Steve recordando, su entrecejo estaba levemente fruncido.
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El silencio reino en la sala, todos estábamos mirando a Furia, quién tenía un montón de cables y aparatos alrededor de pegados a su cuerpo. Después de un tiempo en silencio, la puerta se abrió y apareció la agente Hill, quién se situó al lado de Natasha.
- Le han alcanzado tres balas -comentó la mujer, suspiré pesadamente.
Del otro lado del cristal, los doctores empezaron a alterarse y los aparatos empezaron a emitir molestos sonidos y algunas luces no paraban de encenderse y apagarse. Lo estaban perdiendo. Trataron en vano de reanimarle, pero ya era demasiado tarde. Antes de que dijeran la hora en que había fallecido, yo ya me encontraba tumbada en el pasillo llorando. No podía creer que el famosísimo Nick Furia hubiera muerto, no me cabía en mente. Ese tipo que me despertó y salvó de las garras de H.Y.D.R.A. y que me había tratado cómo a su propia hija. Unas piernas aparecieron ante mi y se doblaron a mi altura, mostrándome su dueño, era Steve, me ayudó a levantarme y le abracé, tratando de no manchar su camisa. Tardó un tiempo en corresponder el abrazo, pero sus fornidos brazos me envolvieron. Me sentía tan bien entre ellos, ojalá pudiera notarlos siempre alrededor de mi cuerpo... Nos separamos lentamente y vi que metía su mano en el bolsillo derecho y cogía algo parecido a un USB, pero no le pregunté, no quería ser una entrometida.
Steve y Natasha fueron a ver el cuerpo de Furia, yo en cambio me quedé allí a fuera esperando junto a Hill. Después de diez minutos más o menos, Hill entró en el cuarto para retirar el cuerpo y tiempo después vi salir a una Natasha muy cabreada y cómo Steve la detenía.
- ¿Que demonios hacía Furia en tu departamento? -preguntó la pelirroja, amenazando a Steve.
- No lo sé -suspiró el rubio.
- Cap tienes una misión -le interrumpió un agente- Te quieren ahora.
- Tu no sabes mentir -dijo Natasha dejándolo allí plantado.
- ¿Todo bien? -pregunté acercándome a él y asintió.
Steve suspiró frustrado y puso sus manos en la cintura, formando jarras con sus brazos. Miró hacia un lado y vio una máquina expendedora de comida y se la quedó viendo durante un tiempo y al final se acercó.
