Capítulo 34.

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- ¿Has dicho Peggy Carter? -pregunté sorprendida.

- Así es... ¿Sucede algo? -preguntó viéndome.

Entreabrí mis labios para hablar cuándo la melodía de mi teléfono me cayó. Saqué el teléfono y lo dejé encima de la mesa. En la pantalla salía bien grande y parpadeando el nombre de Steve. Me lo quedé viendo fijamente hasta que la llamada finalizó.

- Ese... ¿Ese es ahora el chico especial en tu vida? -dijo viéndome fijamente.

- Así es, des de hace tiempo ya -suspiré.

- Supongo que debe estar esperándote... No hace falta que me cuentes tu historia, algo te sucedió que te hizo sobrevivir y aquí estas, igual de joven y igual de bella que antes.

- Gracias... Puedo decirte una cosa sobre lo que me sucedió...

- Dí, soy todo oídos -sonrió.

- ¿Te suena el nombre de Capitán América? -este asintió- Ahora es mi novio y resucité de entre los muertos porque los malos experimentaron conmigo para que terminara con él.

- Vaya... -dijo desviando la mirada- Has renovado tu vida... Si no te hubieras "muerto", ¿te hubieras casado conmigo? -la pregunta me tomó con la guardia baja y me quedé quieta viéndole- ¿Te hubieras casado conmigo Allie?

- Supongo que antes te hubiera dicho que si... Pero en Nueva York me enamoré y allí todo me cambió...

Permanecimos en silencio. Danny terminó de beberse su café y yo terminé de comer mi croaissant. Nos levantamos y Danny pagó por los dos a lo que yo solo pude agradecerle con una sonrisa. Me acompañó hasta la moto y se quedó allí de pie, titubeando.

- ¿Sucede algo? -pregunté poniendo mi mano en su mejilla con dulzura.

- Antes de que te vayas, ¿puede venir a mi casa? Tengo algo que te pertenece.

Asentí con una sonrisa y volví a seguirle por la ciudad. Llegamos a una pequeña casa y nos adentramos en esta. Aguardé en el comedor mientras veía distintas fotografías. Había todo tipo de fotografías, con la familia, en la Iglesia, de pequeño, en la guerra... Pero había una en particular que me emocionó, una foto muy familiar, eramos él y yo delante de su avioneta, bueno más bien dicho delante de la avioneta de su padre. Oí pasos en las escaleras y este se acercó con una pequeña caja de madera. Me miró fijamente y me tendió la caja. La abrí lentamente y la dejé en una mesa para sacar el contenido de su interior. Allí estaba mi uniforme de enfermera, el último uniforme de enfermera del ejército que me puse antes de partir a Pearl Harbor, me lo dejé en la cabaña con la rapidez de mi ida. Acaricié las dos medallas que colgaban. Volví a guardar el uniforme y abracé a Danny. Me acompañó a la puerta y nos despedimos con un largo abrazo y a pesar de todo, a pesar de que él era un anciano en un cuerpo de hombre mayor y yo ahora era una anciana atrapada en un cuerpo de una joven mujer, nos besamos por última vez, un casto beso en los labios que permitió que los ojos de Danny volvieran a brillar de emoción. Me monté en mi moto y me perdí por las calles de su vecindario.

Steve.
Me levanté y el lado dónde había dormido Allie la noche anterior, ahora estaba frío ya. Me cambié de ropas y bajé a almorzar algo rápido. Una vez listo salí al porche y me quedé allí viendo a mi alrededor. ¿Aquí fue dónde se crió ella? Asombroso. Me acerqué a una gran pila de troncos y empecé a partirlos con una pequeña hacha, tiempo después vino Tony a ayudarme. Un tronco. Dos troncos. Siete troncos....

- ¿Sabes que Thor se a ido en busca de respuestas? -preguntó Tony cortando madera.

- No -dije agarrando uno- ¿Thor dijo dónde buscaría respuestas? Tengo la sensación de que a veces mis compañeros me ocultan cosas -dije viendo a Clint jugando con su hija- Esperaba que Thor fuera la excepción...

Never Let Me Go (Steve Rogers/Capitán América)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora