Capítulo 47.

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Narrador omnisciente.

La puerta de la habitación se abrió lentamente y se volvió a cerrar con cuidado. Una muchacha de largo cabello oscuro, ojos verdes, vestido asgardiano de color dorado y sandalias de cuero negro, llevaba un pequeño cuenco de cristal con agua plateada. Caminó hacia los pies de la gran cama que ocupaba gran parte de la habitación y dejo lo que llevaba entre sus manos en el suelo. Caminó hacia la ventana y corrió las cortinas para que la luz del sol bañara cada rincón de la alcoba. Se permitió observar el gran cerezo que descansaba en el patio y mirar al Capitán Steve Rogers hablando con Thor. Se dio la vuelta y sonrió mientras miraba a Allie, quién descansaba en la cama. Era la primera vez que la podía ver a la perfección. Su larga melena castaña estaba esparcida por la cama, sus ojos estaban cerrados, su tez estaba un poco pálida, sus labios estaban rosados, su pecho subía y bajaba tranquilamente. Se acercó y se sentó a su lado mientras acariciaba una de sus manos. Estaba helada. Intentó sonreír pero más bien le salió una mueca al verla tan débil. Agarró un trapo que le habían dado los curanderos y lo hundió en el cuenco. Esperó a que cayera el agua del drapo y lo escurrió. Con delicadeza, empezó a acariciar su rostro. Allie se removió y frunció su nariz. La mujer volvió a hundir el trapo en la agua cristalina de Asgard y reanudó su labor de refrescar a su amiga. Entonces, mientras acariciaba la frente con ese trapo, una mano le agarró el brazo. Era Allie. Desvío la mirada de su aprisionado brazo y miró el rostro de su amiga. Sus ojos azules la miraban detenidamente.

- ¿Quién eres? -preguntó confundida y con voz temblorosa.

- ¿Pasan unos días en los que ya no estoy en tu mente y te olvidas de mi? -preguntó sonriente mientras reanudaba su labor.

- No... -susurró mientras se llevaba las manos a la cabeza y se incorporaba rápidamente.

- Si... -susurró.

- ¿Que haces fuera? ¿Porqué no estás dentro? ¿Estás bien? ¿Porqué no estas dentro? -preguntó en unos escasos segundos mientras la señalaba a ella y a su cabeza.

- Poco a poco mi niña.

Allie la seguía mirando con los ojos bien abiertos. Se acercó a ella veloz y la abrazó con fuerza. La Soldado le correspondió el abrazo. ¿Quien les iba a decir que se acabarían queriendo tanto?
Permanecieron así un tiempo, como si no se hubieran visto en años, aunque mas bien la verdad es que nunca se habían visto cara a cara y mucho menos habían podido abrazarse como compañeras que eran. Después de un tiempo, se separaron y empezaron a hablar de lo que les había sucedido. La Soldado empezó a contarle todo lo ocurrido desde Sokovia.

Soldado.

- Recuerdo la sensación... La sensación de morir. La ciudad se estaba desmoronando a medida que tu cuerpo iba cediendo mas y mas. Antes de cerrar los ojos, recuerdo una descarga eléctrica y el cielo nublarse para convertirse en una tormenta de truenos. Oí a alguien gritar tu nombre. Algo nos sacudió. Después caímos al vacío y el mundo dejo de existir...

- No me acordaba de lo sucedido...

- Tranquila -sonreí débilmente para seguir hablando- Según lo que me han contado, nos encontraron a la orilla del lago. Thor, nos salvó y cuido en todo momento de nosotras. Tony Stark, después de realizar un estudio rápido de nuestras constancias, se dio cuenta que eramos un reloj con cuenta atrás. A penas había señales de vida en nosotras. Viajamos junto a Steve, Thor y Stark por el túnel de arco iris hasta llegar aquí a Asgard. El rey quería echarnos y llegó Loki, el hermanastro de Thor, y nos llevó con él. Estuvo con nosotras en todo momento. Cuidó y sano tus heridas... Después nos sumergió en aguas medicinales durante unos días. Al despertar, estábamos en Asgard, caminando sin rumbo alguno. Los guardias dieron con nosotras, a mi me llevaron a los calabozos y a ti te llevaron aquí...

Never Let Me Go (Steve Rogers/Capitán América)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora