La gorda mas bella del mundo. (COMPLETA)

La llamada de Katniss

Era día sábado y Glimmer con Marvel veían los últimos detalles de la fiesta que se llevaría a cabo en la casa de él. A ella le hubiera encantado que sus padres se hicieran participes de este hermoso proceso que Glimmer decidió enfrentar a pesar del miedo que le da tener un bebé a los 18 años.

Pero por mucho dinero que tengas no puedes comprar algunas cosas: el amor de los padres, su respeto y su orgullo cabe dentro de esa lista.

Sae los ayuda a colocar los globos, la mesa e incluso preparo su especialidad, un rico gizado para la cena, una buena champaña y muchas cosas ricas para picar.

- ¿Seguro que Peeta podrá venir?

- Sí, dijo que pidió salir por unas horas y volverá mañana en la mañana.

- Si es mucho problema podría quedarse en la clínica, sufrió un golpe muy fuerte y es el segundo que se da en la cabeza, otro más y quedará todo bobo.- Dice ella burlándose de su chiste.

- Estará bien- Dice Marvel sonriendo- No es la primera vez que le pasa algo así. Cuando tenía once años, se fracturo tres veces la pierna en menos de cinco meses. No pudo jugar por toda una temporada.

- Es que él hace unos deporte tan extremos. Aunque ahora es raro que no les pida que lo acompañen o graben cuando hace esas acrobacias con la moto o el skate.

- Sí bueno... Cato lo acompaña más, Gale y yo no somos mucho de ese tipo de deportes. Pero sigue haciéndolos.

- Lo importante es que vendrá. Será una fiesta con amigos como siempre. - Glimmer se lleva la mano a la cabeza, Marvel la sostiene antes de que se cayera. - Estos mareos me aburren.

- ¡SAE!- Ella aparece por la puerta- A Glimmer le dieron los mareos, ¿le puedes preparar tu té especial?

- Claro señor.

- ¿Estás mejor?

- Sí, no me duran mucho. El médico dijo que los tres primeros meses sería así, con esos malestares y posiblemente sufra de antojos más adelante.

- Tienes que cuidarte, he leído que los primeros meses son fundamentales para que el bebé se estabilice, algunas perdidas ocurren antes de los cuatro meses de gestación. Lo importante es que comas bien y no pases demasiado estrés.

- Estaré bien, estaremos bien.

- Bien, quédate aquí unos momentos hasta que Sae te traiga el té, yo terminaré los preparativos.

- De acuerdo.

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Plutarch ni se molesta en abrir la puerta del cuarto de Peeta. Él rubio se da vuelta asustado, se estaba acomodando la blusa cuando su amigo entra enfurecido.

- ¡Explícame porque diablos tuve que sacar una motocicleta escondida, sin patente en una camioneta lo más discreto posible!

- Porque yo te lo pedí- Dice él atándose los zapatos

- ¿Y por qué lo pediste?

- ¿Lo hiciste?, ¿dónde está la moto?

- En mi casa- él le extiende las llaves- ¿qué rayos estás planeando?

- Nada. Cosas mías. Te agradezco que hayas ido por la motocicleta, no conocía a otra persona a la cual pudiera pedirle este enorme favor.

- ¿Y sabiendo eso no me contarás lo que ocurre?

- Es mejor que no lo sepas.

- ¿Estás listo?- Johanna entra al cuarto de Peeta- ¿Interrumpo?

- No. Johanna él es Plutarch el abogado de la familia y un gran amigo mío. Ella es mi prima, vino desde Francia a pasar una temporada con nosotros.