La gorda mas bella del mundo. (COMPLETA)

Un final feliz

La noche ha caído en Angola, los voluntarios descansan en sus respectivas carpas después de un extenuante día de trabajo.

Peeta y Katniss se abrazan mientras apoyan la cabeza en la almohada. Están tumbados en la cama cómodamente. Después de encontrarse, él le enseño la vida que llevo estos dos años que estuvo afuera: Lleva 8 meses aquí, estuvo en Afganistán ayudando a los niños a escapar de la guerra, como tenia conocimientos en armas tuvo que defenderse en más de una ocasión, luego estuvo en Brasil conociendo los lugares más alejados de ese país.

- ¿Nunca pensaste en volver?- le pregunta ella mientras se deja acariciar.

- Si, muchas veces. Tengo cosas que aclarar todavía. Me gustaría conocer a mi madre biológica, no le di el tiempo de compartir conmigo; solo tome mis cosas y me fui sin mirar atrás.

- Yo siempre creí que volverías, pero al pasar los meses me di cuenta que no.

- Necesitaba el valor suficiente. Al volver tendría que hablar con mi padre Raimundo, ver a mi nueva familia, verte a ti... serian demasiadas emociones para un ser humano.

Katniss se sienta en la cama y él la imita. Quedando los dos de frente - ¿Volverás ahora que vine a buscarte?

- ¿Cómo podría decirte que no?. No sabes las ganas que deseaba de volver a verte, todas las noches en esta carpa solo pensaba en el día que me encontrara contigo. Imaginaba ese reencuentro mil veces, las cosas que te diría o lo que haría y nada se dio como planificaba. - Dice sonriendo - Al final fuiste tú la que viniste a mí.

- Te demoraste mucho.

- Lamento si te hice esperar demasiado.

Vuelven a unir sus labios en un beso. Peeta la tumba delicadamente en la cama quedando él sobre ella. Katniss pasa sus manos por entre medio del pelo de él desordenándolo un poco más, mientras que Peeta la toma de la cintura.

Desde la carpa de Peeta se puede ver la enorme luna menguante, el cielo esta oscuro pero iluminado por miles de estrellas. El beso se profundiza pero no llega a ser desesperado. Las caricias se incrementan por ambas partes, hasta que se separan para tomar un poco de aire y mirarse a los ojos.

- La primera y única vez que hemos estado juntos fue cuando yo era el cazador y tu Carrie. Esta vez será completamente diferente. Sin engaños, sin falsas identidades, sin mentiras, sin nada que pueda impedir entregarnos como deseamos.

- En ese momento creí que me entregaba a un hombre diferente, pero resulto que ese hombre era el mismo que he amado desde que tengo once años.

- ¿De verdad?- pregunta él sorprendido.

- Me gustabas desde que eras pequeño. Nunca te olvidé, no completamente.

- Lamento haber perdido tantos años, te prometo que los compensaré de aquí en adelante.

Katniss lo besa, demostrándole con ese gesto que es suya ahora y para siempre.

Esa noche la luna y las estrellas fueron el único testigo del amor que se tienen. El amor que ella le ha tenido casi toda su vida y el amor que él le profesa desde el momento en que se conocieron realmente.

Dicen que el amor no existe cuando eres adolescente, porque es una etapa que va y viene, donde las hormonas, las fiesta y el alcohol son lo único que caracterizan esa fase tan desordenada, donde la crisis de identidad nos afecta a todos, pero Katniss y Peeta son la demostración de que no existe edad para enamorarse.

El amor se encuentra a los 11, a los 17, a los 20, a los 30 o a los 40. El amor aparece cuando dos corazones se sincronizan como si fueran uno. Y esa noche los corazones de ellos dos se unieron de una manera única.