Peeta se va del país.

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Annie miraba como su novio se movía de un lado para el otro. Se encontraban en la casa de Effie, después de tremenda noticia el rubio amante de los azucarillos quiso regresar cuanto antes.

- No sé porque te comportas así.

- Porque mi tía se va a casar con mi profesor.

- En unos días mas no será tu profesor- le dice ella.

- Hola a todos - Effie llega acompañada de Haytmich. 

Los dos vienen de la mano con una sonrisa en sus labios.

- Muchas felicidades. - Annie se levanta y abraza a la pareja emocionada.

- Gracias querida. ¿Tú no dirás nada Finnick?

El permanecía de pie con los brazos cruzados - ¿Qué debería decir?

- Un "felicidades" estaría bien

- No creas que no quiero tu felicidad tía. Siempre he querido que rehagas tu vida, más ahora que yo me iré a estudiar a otra ciudad, solo que, me parece todo tan rápido.

- El amor es rápido. ¿No empezaste tu rápido con Annie?

- Si, pero yo soy joven- le dice como si fuera obvio

- ¿¡Me estas llamando vieja!?

- Lo que Finnick quiso decir es que, esto le parece tan sorpresivo.

- Bueno, la verdad es que quizás me apresure un poco - dice Haytmich por primera vez

- No. Está bien.- Finnick suspira y se acerca a la pareja - Si los dos se aman, es suficientemente para mí. Les deseo lo mejor y, cuídela mucho profesor.

Finnick abra a su tía con harto cariño. Ella ha sido una madre para él todos estos años. Haytmich a pesar de su genio, humor y sarcasmo que muestra en clases, ha demostrado ser un hombre de bien. La pareja acepta las felicidades de los dos jóvenes enamorados. Después de todo, uno no se enamora muy seguido.

_____

Peeta estaciona su moto frente a su casa, cruza el patio con pasos decididos, ni siquiera se toma la molestia en saludar a los guardias como otras veces. Abre la puerta y Enobaria lo mira asustada.

- Peeta ¿qué te pasa?- pregunta al verlo así de agitado.

- ¿Dónde están mis padres?- pregunta con un tono enojado.

- Arriba en la oficina de tu padre...

Enobaria no alcanza a decir nada más porque el joven sube las escaleras de dos en dos con paso firme

- Peeta- Johanna iba a saludarlo pero su primo pasa de largo. Ella lo sigue, es muy raro verlo de ese modo.

Peeta abre las puertas de la oficina de su padre de par en par. Ellos se dan vuelta extrañados, ya que no sabían quién osaba entrar de esa manera.

- ¿Qué rayos haces aquí mocoso?- pregunta su padre.

- ¿Cómo pudieron mentirme todo este tiempo? - Johanna entra a la oficina y mira atónita todo lo que pasa - Ahora entiendo porque nunca me quisiste madre, porque siempre fui nada para una mujer como tú.

- ¿De qué rayos hablas?

- ¡Hablo de que tú no eres mi madre!. Ni siquiera te mereces ese nombre. Nunca fuiste una madre, ni para mí ni para mis hermanos. Hasta las perras tienen más instinto maternal que tú.

- ¡CUIDADO COMO LE HABLAS A TU MADRE!

- ¡ELLA NO ES MI MADRE!. ¿NUNCA IBAS A DECIRME QUE EMBARAZASTE A UNA CRIADA DE LA CASA?

La gorda mas bella del mundo. (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora