Entré en la tienda de discos y comencé a revisar los de genero Rock & Metal. Me gustaría poner cara de perrito para que alguien se apiade y me compre alguno. Habían tantos que yo quería, pero con el dinero que me enviaban mis padres apenas me alcanzaban para la universidad. Por suerte tengo una beca. Tal vez debería buscarme algún empleo por aquí.
- ¿Vas a robarte esos discos, pequeña?- unas manos taparon mis ojos.
- Ojalá, me llevaría toda esta colección – dije quitandome las manos de mis ojos y volteando – te tardaste Sullivan – le pegué un suave puñetazo en el brazo.
- ¡Ay, Auch! – me fulminó con la mirada fingiendo dolor.
- Exagerado – me reí y devolví el disco que tenía en mi mano a su lugar, pero el lo volvió a tomar.
- ¿Asi que... "In Utero"?
- No tengo dinero, maldita pobreza – hice pucherito.
- Aww pobrecita la pequeña, ven –lo seguí hasta la caja, le pedí que no lo haga pero no me hizo caso, me compro el disco.
Luego salímos de la tienda.
- No tenías que hacerlo Jimmy – le dije mientras caminábamos.
- ¿Quién dijo que era para ti? – lo fulminé con la mirada y el se rió – es broma, es tuyo.
- Gracias grandulón – lo abracé- cuando tenga dinero te lo pagaré, lo prometo.
- Nada de eso – me devolvió el abrazo- ahora vamos a hacer lo que vinimos a hacer o nos matarán.
Entramos al hipermercado que estaba a unas calles de la tienda de discos y de mi departamento. Tomamos un carrito y saqué la lista que tenía en el bolsillo.
Habían pasado unos cinco meses desde el comienzo de clases, dentro de un mes tendríamos los exámenes de las materias que estábamos cursando, así que con los chicos decidimos hacer una juntada en la casa de Zacky antes de encerrarnos en nuestras casas a estudiar. En estos últimos meses, los chicos se convirtieron en mis hermanos. Prácticamente vivíamos juntos, yo los acompañaba a sus recitales y ellos venían a visitarme a casa cuando yo estaba aburrida y no tenía nada para hacer. Confiaban en mí y yo en ellos, como si nos hubiésemos criado juntos. Me sentía bien al estar con ellos, excepto esos días en la universidad donde me cruzaba con la Barbie Nicole, nunca tuve una conversación con esa, pero bastaba con un par de sus miradas asesinas para enfurecerme. O también cuando perseguía a Jimmy, demonios, si que me molestaba. ¿Qué se cree que es para ir rompiendo corazones? Y mas aún el de mi buen amigo, el que es tan buena persona, no se merece ese dolor, el merece algo mucho mejor. Jimmy... bueno con Jimmy, era un poco distinto. No sé como describir nuestra amistad, solo se que cuando estoy con él, me siento, tan tan bien. En este tiempo que pasó se convirtió en alguien indispensable para mi. Todos los días el podía ponerme de buen humor, tan solo de ver su sonrisa. Esa sonrisa... es como si la conociera de antes, en algún momento de mi vida, y me inspiraba mucha confianza y...demonios, ya empezaba a sonar muy cursi.
- ¿Y Bien? ¿Qué compramos?- Jimmy me sacó de mis pensamientos.
- ¿Eh? Eh, si...- miré la lista- hamburguesas, pan, aderezos, sodas, cervezas...
- Oye, oye, despacio amiguita- me interrumpió y yo me reí.
Tomamos los productos, la gran cantidad de cervezas y mientras esperábamos en la caja compramos un paquete de gomitas. Luego de pagar caminamos a mi departamento mientras me quitaba algunas gomitas del paquete y arrastrábamos las pesadas bolsas y cajas de cerveza.
- ¡Al fin! – dije abriendo la puerta de mi departamento y suspiré.
- Esto está pesado – me respondió Jimmy y fue hasta la isla de la cocina a dejar la caja de cervezas. Luego abrió la heladera y tomó una porción de pizza que sobro de ayer.
- Trata de no vaciarme la heladera Sullivan.- le serví un vaso de soda, tomé un trago antes de dárselo.
- Entonces, a las nueve te pasamos a buscar con el auto de Zacky para llevar las hamburguesas y lo más importante... – me dijo divertido bebiendo un sorbo del vaso - la cerveza.
-¿Eso es lo mas importante? ¿No te olvidas de algo?
- Claro que no, -se rió- nada es mas importante que la cerveza.
- ¿Ah si? – me hice a la ofendida. Se acercó a mi y me abrazó.
- Es broma pequeña- me dijo al oído y sentí esa sensación en el estómago. No sé que era eso que me pasaba cada tanto, a veces me paralizaba, pero era una linda sensación – nos vemos a la noche, ponte bonita – besó mi mejilla y un escalofrío recorrió mi cuerpo. Luego se fue por la puerta, dejándome ganas de continuar abrazada a él.
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Fiction
FanfictionHay recuerdos tan fuertes, que se quedan contigo toda tu vida. Hay momentos tan importantes, que sin quererlo, te transforman para siempre. Hay personas que te marcan tanto, que siguen contigo toda tu vida, incluso si nunca las vuelves a ver. Tengo...