Capítulo 28

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- No, no hagas esto. Sabes que no quieres dejarme. - apenas podía hablarme.
- Sabes que es lo mejor.
- Pero yo no la amo. Te necesito a tí. Tu eres mi mundo __ . - me hablaba en tono de súplica.
- Por favor... - las lágrimas caían - no me lo hagas mas difícil.
- Pero... mi amor... - me abrazó y cerré mis ojos un momento disfrutando. Luego me distancié.
- Adios Jimmy.
Sonreí con tristeza y me fuí caminando. El solo se quedó en su lugar, congelado, sin saber que hacer.
Es todo. Se terminó todo. No pude retener mas las lágrimas porque el dolor en mi pecho era demasiado grande. Todo es tan injusto. Tan doloroso, y sucedió tan de repente. Pero yo haría lo imposible porque el sea feliz, y por mas duro que sea... yo no era la persona que lo lograría. Me dolía en el alma, pero Nicole tenía razón. Yo no soy nada, solo un estorbo en su futura y hermosa familia.
Me volteé para verlo, y su expresión termino por matarme. Me miraba desesperado y triste. Como si muriera por dentro, al igual que yo.
- Lo siento tanto. - susurré.
Entonces seguí caminando derecho, sin rumbo fijo con las lágrimas en mis mejillas. Casi como si estuviera fuera de este mundo, porque acababa de perder todo mi mundo, él. Llegué hasta la plaza que quedaba a unas calles de mi departamento y me senté en el césped debajo de un árbol. No sé que esperaba en ese lugar. Solo intentaba distraerme por un momento, pero era imposible porque mi corazón estaba roto. Ya no quería estar mas en este lugar. Quería irme y alejarme de todo, porque por mas imposible que sea, debía hacer mi mayor esfuerzo para olvidarme de él. Agradecí que faltaba muy poco para terminar el año escolar y se acercaba fin de año... Para irme de este lugar.
Marqué un número de teléfono en mi celular mientras miraba a los niños jugar.
- ¿Hola?
- Hola mamá - sonreí al escuchar su voz. La necesitaba tanto.
- ¡Hija! ¿Cómo has estado?
- Te extraño mamá. - comencé a llorar, no me sentía nada bien, estaba muy sensible.
- Hija, cariño... también te extraño. ¿Qué te sucede?
- Quiero ir a verte, a tí, a la familia. Extraño mi hogar.
- Cielo, vas a venir el próximo mes ¿verdad? ¿Vendrás con tu novio James? Quiero conocerlo.
Cerré fuerte mis ojos, deseando poder responderle que sí.
- Lo siento mamá, pero... sucedió algo y... - el llanto volvía.
- Oh hija, lo siento.
- Estoy sufriendo mamá, como no te imaginas.
- Todo estará bien mi cielo, vamos a hablar de lo que quieras cuando vengas. Ya hemos depositado el dinero que estuvimos ahorrando para tu viaje. Puedes retirarlo y comprar los pasajes. Vamos a vernos pronto cielo. Te extrañamos mucho.
- Entendido mamá. - sequé mis lágrimas, sonriendo. Al fín podré ver a mi familia, luego de un largo año lleno de alegrías y tristezas. - Te amo, adiós.
- Adiós cariño. No estés triste, nos vemos pronto.

El siguiente mes, pasaba como un castigo de Dios. Me levantaba cada día con la esperanza de ser arroyada por un camión. No tenía ganas, ni motivación de seguir viviendo. El dolor de haberlo perdido a él, era demasiado. Falté a muchas clases, incluso trataba de ir en otros horarios para no encontrarme con él, o con los chicos. Me sentía realmente sola. "Vamos __, solo queda un mes, un mes, es todo" me decía cada día para ayudarme a resistir todo el dolor. Pero no era algo fácil de lograr. Debía hacer un esfuerzo enorme para no contestar sus numerosos mensajes en mi teléfono, decirle que yo también lo extraño, que estoy muriendo y que lo necesito. Tuve que contenerme para no ir corriendo a sus brazos aquella vez que lo ví en el comedor de la universidad... pero acompañado de ella. Me partió el alma en mil pedazos, el y ella, con su bellísima panza de embarazada. Al parecer "estan juntos todo el tiempo" según me había dicho Matt. "Pero el no la ama, el es infeliz a su lado, lo único que la ata a ella es el hijo que está esperando..." "Su mirada ha cambiado, ya no ríe, ya no disfruta el día... es como si estuviera muerto en vida" me insistía Matt, pero yo solo le respondía: "Pronto se dará cuenta de que es lo mejor"
A veces me resultaba imposible concentrarme en mis estudios, pero debía encerrarme horas, hasta que por fín estaba lista para la última semana de clases, y todos sus exámenes finales, que con mucho esfuerzo logré aprobar.
Luego entonces ese mismo Viernes, día del último exámen decidí ir al banco a retirar el dinero y luego al aeropuerto a comprar mis pasajes de California a mi estado natal de Minnesota. El vuelo era el Lunes a la mañana, y yo ya no podía esperar a irme.
Así que los próximos dos días me dediqué a prepararme y concentrarme exclusivamente en mi viaje, y el domingo Val se apareció a ayudarme.
- No puedo creerlo __, enserio.
- ¿Qué cosa? - respondí desanimada doblando una de mis remeras.
- ¡No puedo creer que vas a irte! Todo esto no debería estar pasando.
Recuerdo como fue su reacción cuando le dije que había dejado a Jimmy, después de haber salido super convencida de ir a pedirle perdón por la charla que ella me había dado. Temí por mi vida porque si no me pegaba un puñetazo en el rostro, iría a pegarle a Nicole, la actual compañera de Jimmy. Val es una gran mujer, una gran amiga, pero no podía hacerle entender que las cosas no eran tan fáciles como ella me había dicho.
- Val, esto no es solo por Jimmy. Es un viaje que ya tenía planeado hace tiempo. Extraño a mi familia, hace casi un año que no los veo.
Aunque realmente necesitaba irme, escaparme de este lugar que me trae tantos recuerdos de él.
- ¿Pero te irás así nomas... sin avisarle? - se levantó de mi cama y se acercó a ayudarme a empacar.
- No tengo porqué avisarle, ya no somos nada. - se me quebró la voz al final de la frase. Realmente me dolía decir esas palabras "ya no somos nada"
- Pero has estado todo este mes ignorándolo, se muere por hablar contigo...
- ¿Y crees que para mí es fácil? ¿Enserio? ¡Lo amo como jamás amé a nadie en este mundo y es por eso que tengo que dejarlo ir! por más agonizante que sea. Le espera un futuro lleno de felicidad, algo que yo no podré darle por mas que él crea lo contrario... - se me hizo un nudo en la garganta, necesitaba calmarme. - Y ya hemos hablado miles de veces sobre esto, así que por favor, no voy a pelear contigo.
Me concentré nuevamente en mi ropa mientras un silencio envolvió mi habitación por unos momentos.
- ¿Tampoco les avisarás a los chicos? - me preguntó y me puse a reflexionar.
- No lo sé...
- Hoy, es tu despedida, no se dice mas. - se levantó y llamó por teléfono a Matt.
Hace dias que no veía a mis muchachos. Los exámenes, la grabación del disco, y mi separación fueron las cosas que me alejaron de ellos. Me hacían falta, quería verlos antes de irme y despedirme porque los extrañaré demasiado. Pero los chicos sabian de mi actual estado emocional, por eso accedieron a no avisar nada a mi ex novio.
Un par de horas después, luego de terminar de empacar, ordenar un poco el departamento, salir de la ducha y prepararnos, Val y yo estábamos listas para recibir a los chicos. El interphone sonó y Val los dejó entrar, así que minutos después les abrí la puerta de mi departamento y todos me recibieron con un gran abrazo.
- Holaaa - me decían.
No quería soltarlos. No hay forma de describir todo el amor que siento por ellos. Cada día sin mi Jimmy era una tortura, pero saber que tengo gente como ellos a mi lado, que a pesar de todo estaban hoy aquí conmigo preocupándose por mí e intentando levantarme el animo me hacía sentir tan bien.
- Mira lo que tengo - me dijo Johnny pícaro y me mostró una caja de cervezas - para que te sientas mejor.
Negué con la cabeza divertida y el empezó a reírse. Fuí hasta la cocina para llamar por teléfono al delivery de pizza mientras Johnny y Val comenzaron a servir las cervezas y los chicos se acomodaban en la sala, se tiraban en los sillones y encendían el televisor.
Brian me siguió a la cocina y esperó a que cortara la llamada. Lo abracé.
Sin decirle nada, solo lo abracé por un largo rato y descansé mi rostro en su hombro. El apoyó su cabeza sobre la mía y nos quedamos así por un largo rato hasta que nos separamos y nos tomamos de las manos.
- ¿Estás segura de que no quieres hablar con él? - me preguntó con ternura.
- Segura - sonreí con tristeza.
- Te extraña, pequeña. Demasiado. No me gusta verlos sufrir a ninguno de los dos, no lo merecen.
- El merece algo mejor de lo que yo podré darle - el nudo en la garganta volvía.
- ¿Y Nicole? ¿Ella sí puede darle algo mejor?
- Una familia unida. El hijo de Jimmy merece tener una familia.
Brian negó con la cabeza, rendido.
- No vas a cambiar de opinión ¿verdad?
Negué con la cabeza y volvió a abrazarme. Luego fuimos a la sala con los demás.
Val y Matt estaban sentados juntos, sonreí al verlos y me senté a lado de Zacky, que me abrazó. Todos intentaban levantarme el animo hoy.
- ¿A sí que te vas y nos dejas a todos abandonados?
- Solo será por un mes, Matt.
- No va a ser lo mismo sin tí. - dijo Johnny haciendo pucherito.
- Yo también los extrañaré.
Muchísimo.
- Bueno - Zacky tomó un vaso de cerveza y me lo dió - entonces vamos a hacer un brindis - ¡por que tengas un muy buen viaje!
- ¡y por que regreses! - dijo Val.
- ¡Salud! - dijimos todos y chocamos nuestros vasos. Entonces cuando Johnny está por beber, se le resbala el vaso y vuelca la cerveza sobre su pantalón, y por primera vez en semanas me permito olvidarme por un momento del dolor y reírme con mis amigos.
- ¡Idiota! - le gritamos los cinco.
Jamás podría encontrar mejores amigos que estos.
- Oigan chicos - dije cuando terminábamos de reír y Johnny se limpiaba. Todos me prestaron atención - Bueno... ustedes saben que este último tiempo no he estado en mi mejor momento, ya saben... - el nudo en la garganta volvía - todas las cosas tristes que han sucedido... Pero sin embargo ustedes están aquí conmigo, y no me han abandonado a pesar de que Jimmy y yo ya no... - un par de lágrimas se asomaron a mis ojos - A pesar de que no estemos mas juntos... Por eso quiero agradecerles, de todo corazón y decirles que los quiero muchísimo.
Todos se lanzaron sobre mí a abrazarme y las lágrimas, como todos los días desde que tuve que dejar al amor de mi vida, volvieron a caer por mis mejillas.
Y así pasamos un par de horas mas, riendo, bebiendo y mirando películas antes de quedarnos todos profundamente dormidos. Mañana me esperaba un largo viaje.

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