Capítulo 14

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Llevo una semana sin hablar con Alice. Ya de por sí estaba enojado por su actitud de niña de papi, y luego que golpeara a Jane sin razón aparente, hace que las ganas de hablarle sean más pequeñas que mi aprecio hacia Michael. 

Camino hacia el aula de química. Jane aún me debe una explicación. Entro en la clase y la veo ahí sentada dibujando con Michael detrás. Me acerco a ellos y deposito mi maleta en la mesa.

—Largo Clifford—Le digo.

—Hood el estar con mi novia es un derecho libre hasta que suene—Dice sonriendo burlonamente.

¿Su novia? Ahora que que está pasando aquí.

—¿Tu novia?

—¿Estás sordo? Sí mi novia.

—¿Jane eso es cierto?—La miro.

Ella levanta su mirada de su dibujo. Unos labios. Parecieran los míos.

—Sí.

Mi mundo se para por 5 segundos hasta que suena el timbre.

Michael le deposita un beso en la frente a Jane y le guiña el ojo devolviéndose a su mesa.

Me siento mientras llega el señor Fritts.

—¿Cómo que tu novio?

—Calum...

—Enserio Jane, hace unos días creí que lo odiabas.

—¿De qué hablas?

Oh mierda.

—Digo, no te ves muy contenta con eso.

—Calum, si ando con Michael es mi asunto, enserio no te metas. Y en todo caso. ¿Porqué te interesa?

—Olvídalo, no es tu asunto—Le respondo de la misma manera que ella lo haría.

Me volteo a ver como sigue dibujando.

—¿A quien dibujas?

—A...una persona que..hasta hace poco supo de mi, es alguien...que me importa mucho y...que te digo, amores imposibles. Nunca se fijaría en alguien como yo.

—¿Y Michael?

—Haces demasiadas preguntas.

—Y tú eres muy complicada.

Sonríe de lado y sigue dibujando tranquilamente.

Llega un momento en el que cierra la libreta y la guarda.

—¿Por qué paras?—Digo.

—Porque sabrías quien es,  y eso no es algo que me agrade.

—¿Por qué me odias Jane?

—¿A ti? No, no te odio, nunca podría—¿Qué?— Odio a los de tu clase, todos prepotentes, gastan su vida pensando en que todo se la a pagar mientras otros trabajamos duro para lograr nuestros sueños, pero claro, ya tienen la vida hecha.

—Ya sabes que no todos lo tenemos tan fácil.

—Pero tú eres diferente. 

Creo que se me iluminaron los ojos con eso.

—¿Diferente en que sentido?

—Tienes metas, sé que buscas a alguien que te llene emocionalmente. Por eso eres tan mujeriego.

Un momento, eso nadie lo sabe.

—¿Cómo es que sabes eso?

—Sólo lo sé.

—Pues sí, no encuentro a alguien que logre ser mi soporte emocional. No me importa si le rompo el corazón a alguna chica. No me enamoro. Y creo que no lo haré nunca por como van las cosas.

—Me gustaría que eso me hubiera pasado a mí.

—¿El qué?

—El no enamorarme.

—¿Te enamoraste de alguien?

—Del que dibujaba hace rato. Llevo enamorada de él desde la primaria. Pero nunca se fijará en mi, solo fue ahora que se dio cuenta de que existo. Y con mis responsabilidades, lucho por no dejarme llevar de él.

—¿Porqué me cuentas esto?

—No lo sé.

Ese chico tengo que saber de él y hacer que no le vuelva a hablar. Suena cruel, lo sé. Pero una chica dañada es blanco fácil.

Le sonrío con mi sonrisa más encantadora y la miro.

—Creo que ese chico debería usar gafas.

—¿Porqué?

—No sabe de lo que se está perdiendo.

Logro ver como abre los ojos de par en par.

—Emm...¿Gracias?

En ese mismo instante el timbre indica el final de la hora. Milagro que el profesor no nos haya visto.

Jane se levanta y sale corriendo por la puerta. Creo que lo estoy logrando.




Losing It All | EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora