34.¿Otra vez ella?

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Martin me manda un mensaje.

Dutch:¿Donde estás?

Duck:En Narnia

Dutch: JÁ,venga ahora enserio.

Duck: No vengas ya voy yo.

Me levanto de la arena,y camino hasta que veo una gran roca,es inmensa y sé ve realmente resistente,tanto que acabo dándole un puñetazo para probarla.

Observo mi mano con pequeñas heridas llenas de sangre.

Genial,ahora tendré que dar explicaciones.

Al llegar a la habitación, entro con la cabeza agachada,no quiero mirarlo a la cara,porque sigo cabreada y no quiero pagarla con él,no tiene la culpa.

―Aria ¿Donde coño estabas? ―preguntó nada más poner un pie en la lujosa estancia.

―Pregúntaselo a tu otra novia ―quedó un poco extrañado,se veía fuera de situación y confuso.

―¿Pero qué? ―alcanzó a decir.

―Ya sabes,modelo,uno setenta y tantos,rubia y más mala que las brujas de Disney. ―Sonrió de lado y caminó hasta posicionarse delante de mi.
Intentó cogerme la mano,pero rápidamente la aparté,era esa con la que probé la resistencia de la roca.

Qué quedó más que probado que era dura.

Pero para mi desgracia,al apartarla tan rápidamente cayó sangre en su mano,así que no dudó,en volver a coger la mía y examinar con cara de preocupación la herida.

Me llevó al baño y me sentó en la encimera de granito,más cara que mi baño entero.
En un estante había cosas de primeros auxilios,con agua y alcohol desinfectó las heridas que había en los nudillos.

―¿Que ha pasado? ―sentí la resignación en su voz.Bufé.

―Tu novia la muy perra,me ha preguntado qué pintaba aquí y si se me olvidaba el dichoso contrato,sospecha que tenemos algo y que sólo busco cariño porque estoy en una edad difícil.

―¿Y eso que le importa? He estado con otras mujeres mientras que mantenía ese acuerdo y no ha dicho nada ―arqueé una ceja y alzó sus manos en su defensa.
―Cariño sabes que soy un jugador.

―Pues ahora sólo tienes a una reina a la que proteger ―besó mis labios con dulzura y recorrió con su mano el muslo deteniéndose en el tatuaje de calavera.

―Me gusta,te hace muy sexy ―alzó mi mentón y me miró a los ojos.

―Eres mucho más que un juego ―mordió su labio inferior.

Por instinto o desesperación,le besé con fiereza,intentando así calmar un poco mi enojo.

―Aria ¿Por qué juegas con fuego si sabes que acabarás quemándote? ―me preguntó travieso,miré a sus ojos grises,que poco a poco se dilataban a causa de mi beso.

―No temo quemarme,es más,me gusta ―con duda desabroché sus pantalones,mientras que Martijn introducía su mano en mi camiseta,acarició lentamente mi vientre,observando los pequeños jadeos que salían de mi boca,en la que pronto introdujo su lengua,haciendo que mi corazón fuese a mil,y quisiese quitarle toda la ropa,pero cuando posé mis manos en su cintura ya no había tela,y enseguida me percaté que mi novio me quitaba la mía,abrí el primer cajón debajo de la encimera saqué el primer preservativo que palpé y sé lo puse,daba algo de cosa tocar "aquello" pero creo que con el tiempo me acostumbraré.

Aguanté un pequeño grito de placer que se me escapó a la par que "eso" se introdujo en mi,moví mis caderas al igual que él,con un ritmo acelerado,todo esto mientras que me devoraba la boca.

~Kiss Me~Martin GarrixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora