VII

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JUNGKOOK

ㅡToma éste.ㅡ dije, entregándole un cambio de ropa.
ㅡ¿Seguro que no te molesta?ㅡ en su tono de voz, se podía notar, que temblaba de frío.
ㅡBueno, es esto o, prefieres morir de frío. Te aviso que estamos a 10°.
Ella abrió los ojos como platos. Bueno, más o menos.
ㅡ¿Puedes poner la calefacción?
ㅡSí, pero quítate esas ropas.ㅡ Ella dudó. Al parecer mis palabras sonaron más pervertidas, que amenaza.ㅡ prometo encenderlo, ¿okay? O, ¿quieres que Jeff, me asesine?
ㅡNo sería mala idea.ㅡ bromeó.
ㅡPara mi, es mala idea.ㅡ reí. ㅡ No pongas más pretextos y ve a cambiarte. De mientras preparé el desayuno.
ㅡHizo una muecaㅡ Okay.

Cogió el cambio de ropa y se dirigió a la última puerta del departamento; en las últimas semanas, ella ya sabía, donde quedaba el baño. Entro y cerro de golpe la puerta.

Sabía que, todo el día lloveria. A pesar, de que otoño terminaría pronto, ya podías, sentir el frío del invierno.

Encendí la calefacción, un poco ambiente, para que __ no se resfiara. Ella, obviamente se había desacostumbrado al frio. Le tomaría un tiempo, acostumbrarse de nuevo; pero aquí el clima es engañoso, nunca sabes sí estará soleado, nublado, lluviosos, húmedo o si nevara. Literalmente.

Era muy temprano todavía, aún no desayunaba, así que preparé chocolate caliente.

Luego de un rato, todo el apartamento olía a chocolate. Después quise hacer un poco de huevos fritos. Podía sentir, el rugir de mi estómago.

ㅡ¿Qué huele tan rico?
Dejé de prepar los huevos y giré sorprendido a verla, no sabía que __ tardaría tanto en salir.

Woah. Ella estaba usando mi pijama. La camisa era negra, de mangas grises largas; las mangas eras muy grandes, le sobrepasaban los manos, al menos por 10 centímetros, el pants, era negro, era igual de largos, podías ver que lo arrastraba al caminar. Era como ver a una niña usando ropa grande. Se veía adorable. No podía creer que estaría así por un rato. Recuerdo que no me ponía nunca esa pijama, por el siempre hecho de qué me daba pereza cambiarme, después de llegar de la calle, sólo me tumbaba a la cama y quedaba profundamente dormido.

Me giré de nuevo a mi anterior posición, para que no notará que me había sonrojado.
ㅡE-es chocolate caliente y huevos.ㅡ miré mi cabeza, sólo para verla unos segundos más.ㅡ ¿tienes hambre?
Ella asintió.

Joder, que adorable.

Me apure para que ella también comiera algo. No quería que se enfermará y muriera de hambre.
ㅡ¿Cómo me veo?ㅡ susurró ella.
Paré de golpe de nuevo, al escuchar esas palabras.

¿Me está pidiendo, que le diga como se ve?

¿Qué cómo te ves? Joder. No necesitas ponerte algo sexy, para verte hermosa, sólo te basta con ponerte ropa grande. Te ves perfecta. Tu cabello negro ligeramente mojado y un poco despeinado. Tus labios rojos y carnoso naturalmente, tu piel palida sin maquillaje, opaca la belleza de las flores. Es una chulada con mi pijama esa lindura. Posiblemente tendría su dulce aroma impregnado todo el día, lo cual me encantaba su aroma, porque era una combinación de vainilla y a bombón, era mi segunda droga favorita. Ella era la primera. Nunca dejaré, de usar esa pijama desde ahora. Me costaría a dormir y pensaría en ella. Olvídense de llegar y echarte a la cama, ahora me levantaría y buscaría esa pijama.

ㅡTe vez hermosa.ㅡ apresure a decir. Dejé de mirarla, no podía creer que había dicho eso.

Mierda.

Gracias.ㅡ susurró. Estaba seguro de que había sonreído. También lo hice yo.

-Minutos después-

Adagio ➳ j.kDonde viven las historias. Descúbrelo ahora