Adagio ➳ j.k

XLII

JUNGKOOK

Pasamos el día entero, moviendo, bajando y recogiendo algunos adornados o cosas, tal vez para una cena o para la boda.
Cuando creíamos que jamás tendríamos un descanso, finalmente regresamos en la noche. Esta vez no era necesaria nuestra ayuda para bajar todo de la camioneta.
ㅡDios, hoy fuimos como mulas de carga. Necesito tomar un baño ㅡdijo Hope bostezando. Estamos en la sala principal cerca de las escaleras.
ㅡ¿Por qué no vamos a las aguas termales? ㅡpregunté.
ㅡNo es mala idea pero, quiero ir a ver a mi novia primero, no hemos pasado un día aquí juntos. ¿Irás tú?
ㅡEstá bien. Si, iré por un rato.
En realidad no estaba seguro de ir, ya que nunca había estado en una y tal vez ir solo era mala idea. El único conocimiento que tenía de esos lugares es que tenías que ir desnudo.
ㅡPortate bien, Kookie ㅡme guiñó un ojo y me dio un leve golpecito en el hombro ㅡ. Te veré mañana. Saludame a ___.

A decir por la hora, todo estaba tranquilo, a diferencia de horas antes. Ya no se veía tanta gente caminar y tampoco chocabas con ellos.
De camino al cuarto fue un problema, ya que todos las habitaciones se miraban igual, a excepción de los numeros que habían puesto en las puertas.
Cuando por fin llegué a la habitación, noté que ___ aún no llegaba de dónde estuviera. Era extraño.
La cama seguía igual, pero la maleta de ella sobre salía su ropa por los bordes.
¿A dónde fue?
Comenzaba a preocuparme, pero me recordé a mi mismo que estaba en un lugar seguro, ¿creo?

Mientras ella no estuviera provecharía el tiempo que aún no llega para ir a las termales.
Después de todo, me lo merecía por todo el trabajo que había hecho durante el día.

Tomé lo que necesario y me fui a las aguas termales.

...

Cuando llegue aquel lugar, pude ver que estaban rodeadas por un estanque muy grande. De ellas emanaban un vapor que daba al ambiente una sensación cálida y tranquila. Me quite mi toalla quedando completamente desnudo, deje la toalla en el borde y entre a las aguas que me llamaban. Al sentir el agua caliente por todo mi cuerpo me sentí más relajado, como si todo el estrés y el cansancio hubieran desaparecido de todo mi cuerpo.

Súbitamente, vino a mi mente ___. Me pregunté donde estaría ella a estas horas de la noche.
De pronto un recuerdo me mantuvo pensativo y serio.

FLASHBACK.
Nos detuvimos a descansar un rato abajo de un arbol. Habíamos recogido unos adornos de madera. A pesar del poco aire frío que hacia, yo transpiraba del esfuerzo de andar cargando cosas.
ㅡVaya. Qué chicas más escandalosas las de aquí ㅡdijo molesto Hoseok bajando un poco sus lentes.
Me incliné para mirarlas. Usaban vestidos coloridos y maquillaje exagerado. Por su vestimenta podría apostar que ellas eran invitadas de la boda de Iliev. Hablaban muy alto. Estaban en una tienda al otro lado de la cuadra pasando varias tiendas más, pero aún desde la gran distancia que nos encontrábamos podíamos alcanzar a escucharlas.
ㅡ¿Por qué tanto alboroto?
ㅡTe aseguro que no es por la boda... Hablan sobre el hermano de la novia... Este chico rubio, ¿cuál era su nombre? Bueno, da igual, dicen que es un mujeriego... No lo sé bro, pero deberiamos de cuidar a nuestras chicas por sí las moscas.
FIN DEL FLASHBACK.

Sin duda, me daba mala espina aquel chico. Pero era inevitable sentir el ardor que me carcomia por dentro. Como cuando la miré cercas de aquel rubio oxigenado, tuve ganas de sacarle la cabeza de una mordida al chico ese. Una violencia intensa me consumía.
Necesitaba romper, pegar, destruir cualquier cosa, daba igual.
Era la primer vez que me sucedía algo similar. Jamás un sentimiento como los celos había animado en mi pecho.

No había duda, estaba celoso de Jae. ¡De cualquier hombre al que ella le dedicara una simple sonrisa!

Mientras sentía que humo salía de mis oídos, escuché por lo bajo un extraño sonido. Pero mis pensamientos hicieron que lo ignorara.