XVII

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Él. Gano. El. Maldito. Juego.
Dos. Veces.

De un golpe, tiré todas las piezas.
ㅡAcaba de una vez esto y dime que quieres que haga ㅡdijé molesta.
Kook se quedó pensando.
ㅡVamos a la cascada.
ㅡ¿Para qué? ㅡ refufuñé.
Tenía las manos cruzadas, mirando a otra dirección y haciendo puchero.
ㅡTe dije que vamos ㅡen eso Kook se había quitado la camisa y tomó en sus brazos.
Me sentí nerviosa al sentir de nuevo, su piel cálida con la mía.. estar en sus brazos.
ㅡ¿Qué haces? ㅡdijé asustada.
ㅡVamos a darnos un baño.
ㅡ¿Estás loco? El agua está fría. ¡Bajame Kook!
ㅡEstá vez, voy contigo. Y no te voy a bajar.
Caminó hacía la cascada. Trataba de safarme, pero él me sostenía con más fuerza.
Sentí la gotas frías, desde lejos.

Kook sonreía. Está loco. Maníaco... Hermoso.

Kook no me soltó.
Grité, cuando el agua, nos caía encima. Sentí un látigo electrizante por todo mi cuerpo.
El agua casi me dejó inconsciente, y sin aliento, la carne se contrajo hasta sentir cada uno de mis huesos, cerré los ojos.
Después de un rato, que para mi fue eterno, se alejó de la cascada.

Kook caminó de nuevo a nuestro lugar y me dejó tumbada en la toalla. Él se acosto aún lado mío, sollozando y riendo. Me quejé al sentir un calambre repentino y agudo, por todo mi cuerpo. No me moví ni un centímetro.

...

ㅡ___ ㅡ me hablaba una voz bellamente aterciopeladaㅡ despierta cielo.
Era Kook.
ㅡ¿Me desmayé?
ㅡNo, cielo. Te quedaste dormida.
ㅡ¿Cuánto tiempo? ㅡgiré para ver a Kook. Él comía una manzana verde.

ㅡHmm... Creo media hora.
ㅡ¿Media hora? ¿Porqué no me despertaste? ㅡdije incorporándome.
ㅡParecía que disfrutabas del sueño. Pero cuando vi que ya no despertaste y ni te movias. Me preocupé.
ㅡAhh...
ㅡVen. Vamos a guardar nuestras cosas y a cambiarnos de ropa. Quiero mostraste una última cosa, antes de irnos.

Guardamos muestras cosas y las subimos al auto.
Yo me cambié primero en el auto, mientras que Kook fumaba afuera. Me puse una camisa negra, con rayas blancas y unos shorts de algodón de color negro y me cambié de tenis, por unos Converse negros.
Después Kook entró y se cambió. De mientras yo saqué mi teléfono y tomaba fotos del cielo y los árboles.
Minutos más tarde, el salió con una cazadora de cuero, con una ramera blanca, un pantalón ajustado de color negro y los tenis del mismo color del pantalón.
Kook parecía de esos chicos rebeldes, de los años 50's.
Me mordí el labio, cuando lo vi salir del auto.
ㅡ¿Lista? ㅡmurmuró él.
ㅡ¿Para qué?
ㅡPara lo que te iba a mostrar.
ㅡEsta apunto de atardecer, sabes.
ㅡEs por eso ㅡtomó mi mano y corrimos colina abajo, dónde se encontraba la cascada.
Miré que estabas subiendo de nuevo al precipicio.
ㅡ¿Qué hacemos aquí? ㅡpregunté, cuando llegamos a la cima, sin dejar de ver a Kook.
ㅡMira el cielo.

Adagio ➳ j.kDonde viven las historias. Descúbrelo ahora