Adagio ➳ j.k

XXXI

✨MARATÓN ANTES DE NAVIDAD 4/5✨

Esperé. Ansiosa. Observé a lo lejos, dos figuras. Eran 2 chicos acercándose lo más calmado posiblemente. Tenían el listón rojo, tan notable a lo lejos, el sol no los ayudaba mucho.
ㅡChicos, tenemos visita ㅡdije por el auricular.
ㅡYa sabes que hacer ㅡme dijo Namjoon.
Sonreí.
Apunté a una de las figuras, cuya silueta esta a treinta metros. Me acordé de como Jungkook me había enseñado a disparar.
Respiré profundo. Tranquilizado los latidos del corazón.
Centré la figura en la mira, compensando la resistencia aerodinámica y la caída y presioné el gatillo. El fusil dio un culatazo. El chico tropezó a lo lejos. Sin esperar, apunté al chico que estaba a pocos metros del otro, apunté y disparé. El otro cayó.
Sonreí orgullosa.
ㅡEsto será divertido.

...

Me quejaba mientras me retiraba el sudor de la cara. Respiraba agitada. El sudor resbalaba desde su cuello hasta mi pecho.
Me había desecho de la mayoría, pero también ellos de nosotros.
Se escuchó un disparo. Miré por un agujero y miré que Hope, el levantó el brazo junto con el arma. Había perdido.
Mierda.
Había perdido a Yoongi, SaeJin, Taehyung, Namjoon, Seonyoun, Jin, y ahora Hope. Él me había ayudado a que nadie se acercará a donde yo estaba disparando a lo lejos.
De Jimin y Jungkook, no sabía si también le habían disparado.
Posiblemente ahora estaba sola. Tenía que cuidar que nadie se acercará a mi.
Tomé el rifle y él arma.
Salí con cuidado del lugar.
Seguía escuchando disparos. Posiblemente había alguien. Pero tenía que ser precavida.

Llegué al primer piso. Tenía el rifle apuntando por si alguien me acechaba a lo lejos.
Caminé despacio al otro alumbral. Parecía que ésta era la sala, por la chimenea vieja y sucia que era.
Miré que había un enorme agujero en la pared al otro extremo.
Tuve que agacharme para no ser notada.
Los disparos se oían.
Oí pasos acercándose hacía a mi; seguramente de alguien del grupo contrario.
Bajé el arma y me puse en posición con el rifle. No se escuchaba nada.
Esperé. Nada.
Tomé una piedra, casi del tamaño de mi mano y lo lancé sobre el agujero.
Alguien se quejó.
ㅡ¿Kook? ㅡsusurré.
No lo podía ver. Pero en la manera en la que se había quejado, era muy al estilo de Jungkook.
ㅡ¿__?
Sí. Era él. Se escuchaba al otro lado del agujero.
Me levanté y me encontré con su mirada. No tenía su casco.
Mi corazón se detuvo al verlo ahí, parado, al chico que gustaba actualmente; aquellas hebras oscuras y esos ojos chocolate.
Susurré aliviada.
ㅡ¿Q-qué fueron esos disparos?
Mi manos temblaban.
ㅡÉramos Jimin, y yo. Hemos acabado con dos. Pero falta uno.
ㅡ¿Falta uno? Y, ¿Jimin?
ㅡA Jimin le dispararon.
ㅡMierda.
ㅡTratamos, pero el último, era muy rápido.
ㅡTenemos que hacer algo.
Miré hacía abajo.
Escuchó el ruido de un disparó; en segundos, él se movió, delante de mí ㅡdándome la espaldaㅡ no había notado que el había girado.
Se había movido para que no me dispararán a mi.
ㅡKook...
ㅡEscondete ㅡsusurró. Obedecí y me escondí, recargando mi espalda en la pared.
ㅡKook...
ㅡTranquila, tu puedes.
ㅡSola no puedo.
ㅡSi puedes ㅡantes de poder decir algo, él me interrumpióㅡ tengo que irme si no descubrirá que estás ahí... Gana el juego, cielo.
No me importaba si me dispararán. Me levanté para mirarlo. Antes de irse, giró y me miró con una cálida sonrisa. Quería ponerme a llorar en ese momento.
Levantó su mano con el arma, avisando que había perdido.
Sin mirar atrás, caminó. Miré como se alejaba mientras maldecia en voz baja.

Le habían disparado a Kook. El único de los chicos que quedaba. Ahora estaba yo y ése imbécil que quedaba. Quería matarlo. Literalmente.
Respiré profundo. Abrí mis ojos. Sólo había oscuridad en esa habitación.
Salí de esa casa en ruina.
Escondiéndome de todo, arbustos, paredes, escombros y de más.

Me encontré con un jardín. Había hierba seca, pero lo que llamó mi atención es que había unas rosas rojas, que sobre salían en el suelo de una fuente. También había un jardín de agua. El agua estaba verde, y la fuerte seca, como si jamás la hubieran usado por años. Miré al rededor, a simple vista era un lugar solitario, y en apariencia todo estaba en calma; todo era ruinas, el mal tiempo de los años en éstas paredes, y éstas rosas, aunque el paisaje tenía un tono tétrico.
Miré que una bolita cayó disparada al agua verde. ¿De dónde salió?
Ésta ves, cayeron más.
Mierda, era a mi a quien querían disparar. Giré y ahí estaba él. Corrí, alejandome de la fuente y las rosas, corriendo en zig-zag con el fin de evadir las balas dirigidas a mi persona. Giré a la derecha, entrando y escondiéndome de nuevo a un agujero de la casa en ruinas.
ㅡSal de donde quieras que estés ㅡdesafió la voz del chico, se escuchaba cercaㅡ acabemos con esto de hombre a hombre. Eres francotirador, y aún así no podrás conmigo. Eres lento. ¿Porqué dejaron el más idiota al último? ㅡla voz de ese chico, me comenzaba a exasperarㅡ sal. Ó, ¿acaso no puedes conmigo, imbécil?
Colmó mi paciencia.
Me arrastré a un agujero que estaba conectaba el suelo con la pared.
Esperé a que el idiota caminará un poco más para darle directo a los pies y tumbarlo.
Dio un paso. Uno más imbécil...
Cayó en mi trampa.
Cargué el rifle.
No tenía la menor idea, si esto funcionaría, pero tenía que intentarlo.
Respiré hondo, vacíe mis pulmones, centré la mira, justo donde se encuentra el peroné y
disparé dos veces con la misma.
Al tercero intento se oyó el clic de cargador vacío, justo cuando noté que el chico estaba tirado en el suelo, quejándose.
Dejé el rifle en piso y tomé después el arma. Estaba dispuesta acabar con esto de una vez.